En
Aerolíneas Argentinas empezó a correr la cuenta regresiva.
Tras haber fijado en el próximo jueves la fecha para presentarse
en convocatoria de acreedores, el titular de la SEPI, Pedro Ferreras,
anunció que la empresa está cesando en su actividad
paulatinamente por falta de recursos. Ayer cumplió su último
vuelo Buenos Aires-Viedma (Río Negro), y anunció que hoy
abandonará las rutas a Rosario, Santa Fe y Villa Mercedes (esta
última en San Luis). También redujo las frecuencias de vuelos
a Mar del Plata, destino al cual mantendrá un solo vuelo diario.
Patricia Bullrich, ministra de Trabajo, lanzó ayer un último
llamado a Ricardo Cirielli, titular del gremio de técnicos aeronáuticos
(APTA), a quien sigue responsabilizando por la falta de salida, para que
suscriba el acuerdo con la empresa ya firmado por los restantes gremios.
Hay dos hipótesis, la hipótesis A es que si antes
del jueves se suscribe un acuerdo laboral con todos los gremios, hay posibilidad
de volver a la propuesta de capitalización que hizo la SEPI y trabajar
en la continuidad de la empresa; la hipótesis B es que si no hay
acuerdo, el jueves Aerolíneas se presenta en convocatoria y los
gremios, no sólo APTA sino todos, pierden sus respectivos convenios,
pasan a regirse por la ley de contrato de trabajo y tendrán que
discutir nuevas condiciones en la justicia comercial: cada uno sabrá
la responsabilidad que le cabe, fue la descripción del cuadro
de situación de Bullrich, con una velada amenaza a Cirielli y después
de haber mantenido un almuerzo y larga sobremesa de trabajo con los cinco
gremios del personal de Aerolíneas que ya suscribieron el acuerdo
con la SEPI, que quedaría sin efecto si APTA no se aviene a una
negociación en los mismos términos.
Ferreras, en tanto, reiteró el mensaje de que la gestión
de Aerolíneas se encuentra en su fase final. Hicimos todo
lo posible, aseguró, agregando que si a la empresa se le
impide aplicar el programa de reestructuración operativa (denominado
Plan Director), no tendremos más remedio que abdicar de nuestras
responsabilidades. El directivo español advirtió a
APTA y al gobierno argentino que si no se adoptan las medidas oportunas,
la situación de Aerolíneas terminará por volverse
absolutamente irreversible. Anunció que la aerolínea
de bandera ya está cesando en su actividad por falta
de recursos y anticipó que pronto no podrá pagar los suministros
(combustible, catering) ni los salarios.
De hecho, a partir del anuncio de su inminente presentación en
convocatoria, varios proveedores le suspendieron sus prestaciones en cuenta
corriente. Entre ellos, Aero Vip, empresa que cubría determinados
destinos asignados a Aerolíneas por tercerización del servicio.
Aero Vip suspendió el servicio y con ella cubríamos
los destinos de Viedma, Rosario, Santa Fe, Villa Mercedes y Mar del Plata,
aunque con este último destino Aerolíneas aún mantiene
un vuelo propio, que por ahora continuará, detalló
un vocero de la empresa. Vale recordar que hace diez días, Aerolíneas
dejó de volar ocho rutas internacionales argumentando falta de
suministros por la deuda que acumuló con sus proveedores. Pese
a esta situación, Ferreras señaló que la SEPI hará
todo lo que sea necesario para sacar adelante la compañía,
aunque esto no supondrá una inyección de nuevos fondos si
no se adoptan medidas para dar viabilidad a la empresa.
Durante su encuentro con los gremios, Bullrich modificó la lectura
que desde el jueves hacía el gobierno acerca de la decisión
de presentarse en convocatoria de acreedores. Mientras que el ministro
del Interior, Ramón Mestre, transmitía con entusiasmo la
novedad transmitida por Carlos Bastos, titular de Infraestructura, desde
Madrid, porque despeja el fantasma de la quiebra, ayer Bullrich
le dio el carácter de camino sin retorno a dicha alternativa. Como
era de esperar, el anuncio anticipado de la inminente representación
en concurso dio lugar al corte de servicios de los proveedores, apurando
la paralización de Aerolíneas. Bastos, en tanto, ayer se
excusó de hablar sobre el tema Aerolíneas.
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