Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


EL GOBIERNO ACUSA A LOS PIQUETEROS Y LOS PIQUETEROS, AL GOBIERNO
A las armas las carga el diablo

Desde Buenos Aires, dirigentes con vinculación directa con los piqueteros de Mosconi dijeron que, �si hay armas calibre 22, es porque la gente las tiene para defenderse� y señalaron que �la Gendarmería fue la que empezó la represión�.

Por Raúl Kollmann

“Sí, en algunos piquetes hay armas. No sólo en Salta sino también en otros piquetes de la Patagonia y algunos del Gran Buenos Aires. Son, en general, calibre 22 y la gente las tiene para defenderse. Lo que ocurrió en Tartagal y General Mosconi fue justamente eso: los gendarmes apostados en los tanques de combustible fueron los que dispararon. No los del grupo antidisturbios, sino esos otros apostados en la petrolera. Acá no hubo grupo guerrillero ni gente rara: fue gente del piquete o de apoyo al piquete que repelió los tiros de la Gendarmería. ¿Quién se cree que los piqueteros fueron los que mataron a los dos que murieron? ¿Quién se cree que los piqueteros les dispararon a otros 15 civiles que también están heridos”. La reflexión pertenece a un importante dirigente de la izquierda que, en permanente contacto con sus militantes de Salta, le describió a Página/12 lo ocurrido en el norte. Desde el Gobierno contestan invariablemente con un único discurso: “Son delincuentes y agitadores”.
Incluso en el ausente gobierno salteño hablan de “subversión”, pese a que no han podido dar un sólo nombre de uno de esos supuestos delincuentes o agitadores ni detectaron a ningún personaje extraño a la zona. Es más, todos coinciden en que los piqueteros tienen como referentes a “Pepino” Fernández y “Piquete” Ruiz, dos dirigentes independientes de la zona, que no revistan ni en el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) ni en el Partido Obrero (PO), las dos fuerzas con importante presencia en la zona. La Corriente Clasista, que lidera Carlos “El Perro” Santillán, no tiene referentes en este conflicto.
En verdad la ofensiva contra el piquete empezó durante la semana cuando el juez federal Abel Cornejo ordenó la detención de buena parte de los dirigentes de los piqueteros. Entre ellos, apresaron a Barraza del PO y Santich, del MST. La ofensiva abarcaba también a “Pepino” y “Piquete”, pero ambos líderes no abandonaron el piquete en toda la semana por lo cual un intento por apresarlos hubiera significado un enfrentamiento con los que estaban haciendo el corte.
La Gendarmería insistió en hacer el despeje de la ruta el viernes, muy temprano a la mañana. La idea era agarrar a los piqueteros recién dormidos y en número exiguo, por cuanto era día laborable y la repercusión se amortiguaría durante el fin de semana largo. Además, durante la madrugada había menos gente en el corte de ruta ya que algunos pernoctan en la casa. El juez Cornejo no estuvo de acuerdo con la movida y recién dio la orden para actuar el domingo a media mañana.
Las detenciones realizadas durante la semana ya eran una evidencia de que se venía el desalojo. Esto llevó a que sectores de los piqueteros prepararan su defensa utilizando las armas que se sacaron del depósito judicial en noviembre. Según coinciden varios testigos consultados por Página/12 no dispararon ni guerrilleros ni activistas llegados de no se sabe dónde, sino personas ligadas a los piqueteros, vecinos y trabajadores de la zona que, además, suelen manejar rifles calibre 22 porque es habitual que salgan a cazar. “Si usted está en la ruta y sabe que en algún momento van a venir a reprimirlo, incluso con armas de fuego, es lógico que se junten algunas pistolas o rifles de bajo calibre. Es una defensa y punto. La Gendarmería ya actuó con violencia acá mismo y antes de Corrientes”, argumentó ante este diario uno de los referentes piqueteros. Tanto los dirigentes nacionales de izquierda como los líderes del piquete insisten en que los primeros disparos fueron hechos por el personal de Gendarmería apostado sobre los tanques de combustible –no el grupo antimotines que avanzaba por la ruta sin armas de fuego– y afirman que esos gendarmes fueron los que produjeron las dos muertes. Además, sostienen que hay 14 civiles heridos de bala y dos muertos, lo que –segúnellos– demuestra que quién disparó fue la Gendarmería: “¿o se cree que los piqueteros le dispararon a los civiles?”.
En verdad también los máximos jefes de la Gendarmería hacen un análisis paralelo: “hay 27 de nuestros hombres heridos, uno de ellos con un tiro en la nuca. Es obvio que nuestra gente no le disparó a nuestra gente”, argumentan desde el Edificio Centinela, sede de la Gendarmería.
–¿No es ilógico que los piqueteros le hayan disparado a tantos civiles? –le preguntó este diario.
–Vea, a nosotros nos empezaron a tirar a las 10 de la mañana, después que desalojamos la ruta. Cuando vimos que disparaban con armas de fuego dimos orden de reagruparnos y aproximadamente a las 13 nosotros repelimos también con armas de fuego. Eso puede explicar la existencia de algunos civiles heridos. Pero el grueso de las víctimas e incluso los dos fallecidos ocurrieron antes cuando nosotros no estábamos armados. Y nadie puede creer que los gendarmes que custodiaban los tanques hayan disparado sobre sus compañeros.
Con la miseria como escenario de fondo, en la ruta quedaron las vidas de Carlos “Charly” Santillán y Oscar Barrios. Lo cierto es que nadie sabe quién los mató.

 

 

PRINCIPAL