Por
Victoria Ginzberg
En
Uruguay, las llamadas son las convocatorias que hacen los
tamborileros de una comparsa para concurrir a ella. En la época
colonial, los parches sonaban cuando los esclavos tenían permitido
dejar sus tareas, en Carnaval. El viernes próximo, aunque falte
mucho para Carnaval, el sonido de los tambores se escuchará por
las calles de Montevideo. Ese día, Simón Riquelo cumple
25 años, aunque probablemente él no lo sepa. Simón
fue secuestrado en la Argentina cuando tenía veinte días.
Su madre, Sara Méndez, desapareció con él, pero recuperó
la libertad y desde ese momento lo está buscando.
Sara Méndez vino a Buenos Aires desde Uruguay en 1973, después
de que las Fuerzas Armadas allanaran su domicilio. Como su seguridad estaba
comprometida, la mujer ocultaba su identidad usando documentos a nombre
de Riquelo y así quedó anotado su hijo, que
nació el 22 de junio de 1976.
El 13 de julio de 1976, unas quince personas vestidas de civil con armas
largas irrumpieron en el departamento de Sara. La mujer intentó
conservar a Simón, pero se lo arrancaron de los brazos antes de
ser conducida al centro clandestino Automotores Orletti. El operativo
estaba comandado por el mayor de las Fuerzas Armadas uruguayas José
Nino Gavazzo y el argentino Aníbal Gordon.
Después de estar diez días en Orletti, Sara fue trasladada
a su país junto con otros uruguayos. Estuvo presa en cárceles
clandestinas hasta que el 26 de octubre de 1976 fue exhibida con otros
detenidos capturados en la Argentina en una conferencia de prensa organizada
por Gavazzo. Los prisioneros eran presentados como arrestados en Uruguay.
En la penitenciaría para presas políticas Punta de Rieles,
Sara se enteró de que su familia no tenía a su hijo y pidió
una entrevista con el mayor Gavazzo, que la recibió en una oficina
junto al teniente coronel Juan Antonio Rodríguez Buratti, que comandaba
el Departamento de Inteligencia que tuvo a su cargo los operativos vinculados
con el Plan Cóndor. Gavazzo le aseguró que Buratti se encargaría
personalmente de buscar a Simón en la Argentina. En 1994, al declarar
ante la Justicia uruguaya, el militar dijo que sólo conocía
a Sara por la prensa y se amparó en el secreto militar
para abrir la boca lo menos posible.
Desde que Sara recuperó la libertad, en mayo de 1981, su prioridad
fue encontrar a Simón. A principios de 1987, la mujer recibió
información sobre un niño que vivía en Montevideo
adoptado por una familia vinculada con un militar y que podría
ser su hijo. Pero sólo recién el año pasado, después
de 13 años de reclamos judiciales, se realizó el examen
de sangre, que dio negativo. En junio del 2000, el presidente uruguayo
Jorge Batlle se comprometió a hablar directamente con el teniente
coronel Buratti. Hasta hoy, Sara sigue sin respuesta.
Cansada de batallar ante jueces y funcionarios, y ayudada por un grupo
de uruguayos de distintos ámbitos, la mujer inició una campaña
para denunciar el crimen del que ella y su hijo siguen siendo víctimas.
Los políticos no pasan a la historia por sus dichos sino
por sus hechos. Yo quisiera que los libros de historia dijeran en el futuro
que el presidente Jorge Batlle fue quien logró encontrar a Simón
Riquelo. Estoy seguro/a de que usted puede hacerlo, dice parte de
la carta que, con miles de firmas, fue entregada a mediados de mayo a
Batlle. Con ese mensaje también fue saturada la casilla de correo
electrónico de la presidencia de Uruguay. La versión completa
y la posibilidad de adherir están en la página de Internet
www.simonriquelo.org.uy, que se creó para la campaña Simón
Sí.
Actualmente, Sara está haciendo una gira por Europa en busca de
solidaridad. En Suiza, Francia y España, representantes de organismos
de derechos humanos y partidos políticos se sumaron al reclamo
y le escribieron a Batlle para pedirle que realice todas las acciones
que están dentro de su competencia para que Gavazzo revele qué
destino le dio al niño Simón Riquelo. En Uruguay y
también en la Argentina (ver aparte), el viernes, cuando el niño
que fue secuestrado hace 25 años no esté festejando sus
25 años, retumbarán los tambores en una gran llamada
por Simón.
Para
que lo devuelvan
Simón
está entre nosotros, queremos que vuelva, queremos que lo devuelvan.
Sara no está sola. Todas las manos, en todas las lonjas, en
todos los barrios retumbarán en la noche en una gran llamada
por Simón, dice la convocatoria de la actividad que se
realizará por el cumpleaños del hijo desaparecido de
Sara Méndez. Buenos Aires también tendrá su llamada
por Simón. La Comisión de Derechos Humanos de
Uruguayos en Argentina convoca a reunirse el viernes próximo
a las 19 en la puerta del Teatro General San Martín, en Corrientes
1530. También se realizarán actos en Cuba, Suecia y
Brasil. |
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