Los avances
científicos y tecnológicos de las últimas décadas
han convertido el trasplante de órganos en la opción
terapéutica más eficaz para salvar vidas. Sin embargo,
esta realidad médica nos enfrenta ante el principal dilema
bioético: la disponibilidad de órganos.
En el mundo, el crecimiento de las listas de espera no se acompaña
de un aumento semejante en el número de donantes efectivos;
éste es el problema más importante sobre el que los
científicos han prestado especial atención. España
es el país que logró estabilizar sus listas de espera,
a través de un modelo sanitario especial que tiene como eje
el coordinador hospitalario. Sus tasas de procuración son
de 33,9 donantes por millón de habitantes; en nuestro país
son de 16 donantes PMH, cifra que viene aumentando en los últimos
tres años.
Así, los órganos y tejidos se constituyen en un bien
escaso y por esto, sus criterios de distribución y asignación
deben garantizar el respeto a los derechos individuales de los pacientes:
confidencialidad, equidad y accesibilidad a la lista de espera.
El trasplante sólo es posible por la participación
de profesionales médicos capacitados y una sociedad solidaria.
Esta última se alcanza a través de una información
calificada, eje vital para el crecimiento de la donación
y una estrategia educativa permanente.
La primera permite resguardar la transparencia y genera credibilidad
en el sistema de procuración y asignación de órganos.
Por medio de la educación se genera conciencia de donación,
derribando miedos y mitos que aún persisten y son los principales
factores que atentan contra el éxito de los operativos (25,9
por ciento de negativa familiar).
Conscientes de la necesidad de aumentar el número de donantes
efectivos hemos implementado el Programa Nacional de Procuración
recreando el modelo español por el cual se designaron 56
coordinadores hospitalarios a lo largo del país. Los resultados
preliminares son alentadores: hubo un aumento del 16 por ciento
en el número de donantes efectivos.
Cada donante efectivo (fallecido) puede salvar hasta siete vidas,
la estrategia del coordinador hospitalario unida a las campañas
de difusión permiten afirmar, sin generar falsas expectativas,
que una verdadera esperanza acompaña a los pacientes que
aguardan en lista de espera. El Incucai trabaja intensamente para
honrar en ellos la vida de nuestros donantes. Una sociedad sensible
a la donación es una sociedad madura y responsable que puede
elegir sobre el destino de su propia vida.
* Presidenta Incucai
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