Ariel
Sharon podría encontrar cada vez más difícil mantener
la tregua que acordó el 13 de junio junto con la Autoridad Palestina.
El problema no es que el cese del fuego haya sido un fracaso. Hasta ahora
pudo frenar la ola de atentados terroristas contra las ciudades israelíes.
El problema es que no fue suficiente para detener los ataques contra otro
grupo de israelíes, uno muy importante para las bases políticas
del premier: los colonos judíos en territorio palestino. Ayer una
serie de emboscadas cerca de la ciudad cisjordana de Nablus mató
a un colono e hirió a tres más, uno de los cuales murió
poco después. El ataque fue reivindicado por las brigadas
de mártires de Al Aqsa, un grupo armado asociado al partido
Al Fatah de Yasser Arafat. Pero eso no modificó la posición
del líder palestino, quien ayer recobró la libertad de movimiento
de no implementar más medidas de seguridad hasta que Israel realice
concesiones políticas.
Si la violencia continúa, Israel no tendrá otra alternativa
que retrasar la aplicación del Plan Tenet para el cese del fuego,
le advirtió ayer Avi Dichter, jefe del servicio de inteligencia
interior Shin Bet. Dichter venía de reunirse con altos mandos de
seguridad palestinos en la segunda reunión de seguridad
desde la tregua negociada por el director de la CIA, George Tenet. Como
puede imaginarse, el ambiente era muy tenso. Es cierto que uno de los
participantes palestinos, el jefe de Seguridad Preventiva de Cisjordania
Jibril Rajub, había declarado por la radio que respetar la tregua
era un deber nacional. Pero otros expresaron ideas bastante
distintas. En la misma radio, La Voz de Palestina, el ministro
de Información, Yasser Abed Rabbo, disparó que la tregua
israelí era puro teatro. El mismo Arafat, durante una
cumbre árabe en Jordania, subrayó que la tregua, junto
con otras posibles medidas, acuerdos y reuniones de seguridad, no puede
durar mucho si Israel no da los pasos adecuados; específicamente,
congelar la construcción de asentamientos, levantar los bloqueos,
y reanudar las conversaciones de paz.
Que esta posición no toma en cuenta la situación política
en Israel puede apreciarse por el tipo de demandas que Ariel Sharon tuvo
que resistir ayer durante una conferencia de su partido Likud. No
tengo ninguna intención de seguir los llamados a la guerra de algunos...
Nada justifica la guerra en la situación actual, y quien la propone
se equivoca profundamente, enfatizó ante una dirigencia muy
inclinada a ordenar la destrucción militar de la Autoridad Palestina.
Entre los partidarios de esta estrategia estaría el mismísimo
jefe del Estado Mayor, Shaul Mofaz.
Todo esto sin contar, claro, a los colonos, de quienes fueron las únicas
víctimas del lado israelí desde el comienzo de la tregua.
Ayer un comando palestino emboscó un convoy de automóviles
cerca del asentamiento de Einav en Cisjordania, dejando dos colonos muertos
y dos heridos. Los colonos también exigen venganza por la muerte,
el día antes de la tregua, de una bebé que fue apedreada.
Ayer Sharon tuvo que subrayarles que estoy dispuesto a oír
sus opiniones y quejas, pero nada más. En esos momentos,
sin embargo, su portavoz Raanan Gissin denunciaba que estos atentados
demuestran que Arafat no respetan para nada el alto el fuego: Hay lugares
donde ordenó un cese al fuego y otros donde no. La tregua
parece depender así de que los colonos sean los únicos en
sufrir muertos y heridos. E incluso esta proporción de mínima
parece estar en peligro: ayer la policía israelí desactivó
dos bombas en la ciudad de Haifa, en la costa mediterránea de Israel.
|