Por Raúl Dellatorre

Los autotransportistas de pasajeros no se sumaron a la cruzada empresaria convocada por Domingo Cavallo para defender su plan. A partir de esta noche suspenderán los servicios nocturnos, desde las 22 hasta las 5 del día siguiente, en protesta por el aumento de 8 centavos en el litro de gasoil. Las cinco cámaras que llaman a la medida estuvieron reunidas ayer con el secretario de Transporte, Ignacio Ludueña, y el subsecretario del área, José Carballo, que no les ofrecieron respuestas satisfactorias. “En estas condiciones, es imposible cumplir el servicio”, manifestó a Página/12 Héctor Tilve, presidente de CEAP, que además aseguró que “cada día con el gasoil al nuevo precio significa un costo adicional de 170 mil pesos para el sector”, sólo por el servicio en el área metropolitana. Fuentes del Gobierno anticiparon que, en caso de que las entidades efectivicen la amenaza de lock out, intimará a las empresas a que cumplan con el servicio nocturno.
Carlos Bastos, ministro de Infraestructura, cuando anunció el aumento del combustible y la aplicación del IVA a tasa diferencial (10,5 por ciento) al autotransporte, advirtió que de acuerdo a los cálculos oficiales, esas medidas no tendrían incidencia en los costos de las empresas. La suba en el gasoil podría aplicarse como pago a cuenta del IVA, y al pasar a ser sujetos inscriptos en el IVA, según sostuvo, las empresas podrían descargar como crédito fiscal el impuesto incluido en sus compras e insumos que hoy ya pagan, y en consecuencia aliviaría la carga sobre sus ingresos. De todos modos, el funcionario dejó abierto un margen hasta el 1º de julio para la inclusión del autotransporte en el IVA –para dar plazo a la inscripción de las empresas en el gravamen– y otro hasta el 1º de agosto para analizar la real incidencia y decidir, en función de las conclusiones, qué hacer con el precio del boleto. El aumento en el gasoil, en cambio, entró en vigencia en las últimas horas del martes pasado.
El gremialismo empresario consideró “intolerable” el nuevo cuadro de situación, al cual suman como agravante “un incremento de los insumos importados para la actividad del 8 por ciento (por aplicación del tipo de cambio con factor de empalme) y el aumento del impuesto a las transacciones bancarias”. “¿Cómo hacen las empresas para absorberlo, en una actividad que se encuentra en estado, reconocido oficialmente, de emergencia?”, se preguntó Tilve al ser consultado por este diario. “Lo mínimo que pedíamos era que se nos consultara, pero no tuvimos ningún tipo de contacto ni comunicación previa”, agregó.
En la declaración conjunta de las cinco cámaras (CEAP, CETAP, CTPBA, AAETA y ACTA) se califica a estas medidas como “un ataque a la subsistencia del servicio público legalmente habilitado” y manifiestan que “atento la imposibilidad de absorber mayores costos, para atenuar los efectos de las medidas ya vigentes que comprometen el cumplimiento de las obligaciones preexistentes, han decidido proceder a la reestructuración de servicios, suprimiendo en una primera etapa los más improductivos”. Esto es, que a partir de hoy se suspenderán los servicios nocturnos a partir de las 22 y hasta las 5 de la mañana siguiente, hasta tanto se retrotraiga la situación (impositiva y de precios de insumos) a la vigente al 15 de junio.
La amenaza de lock out pretende arrancarle al Gobierno una respuesta favorable a los empresarios autotransportistas en la jornada de hoy. A las 17 está previsto un nuevo encuentro de los representantes patronales con funcionarios del área de Transporte. La presión, en consecuencia, se ejercerá hasta el último minuto previo a la hora fijada para la puesta en marcha de la medida de fuerza, que podría provocarle un fuerte efecto de desgaste al Gobierno. Anoche, en medios gubernamentales, se señaló que “hasta ahora, la amenaza ha sido sólo mediática, ya que no hubo comunicación oficial” acerca de la medida de fuerza a adoptar por elautotransporte. Pero en caso de que se efectivice, “el Gobierno intimará a las empresas a que cumplan con los servicios nocturnos que le corresponden por ley”, y al mismo tiempo “montará un operativo para controlar fehacientemente que sean prestados”.
La ciudad de Buenos Aires y sus alrededores podrían quedar esta noche sin colectivos si las cámaras sostienen la medida. Pero también es probable que, tras la negociación con el sector público, se abra un compás de espera que derive en un aumento del boleto anticipado, ya que es previsible que ese sea el resultado del estudio que Bastos estiró inicialmente hasta el 1º de agosto. La otra alternativa, más improbable, es que Economía e Infraestructura den marcha atrás con algunas de las cargas sobre el sector autotransportista.
Tilve, en diálogo con Página/12, abrió otra posibilidad: un programa de competitividad para el sector. Indudablemente, es la alternativa más atractiva para Economía, en tanto el sacrificio fiscal de desgravarle impuestos o aportes patronales al sector implique el compromiso de inversión en nuevas unidades de las empresas autotransportistas. Opción que, seguramente, correría con el beneplácito de las terminales e importadores de vehículos de transporte.

TENSAS NEGOCIACIONES ENTRE LOS SOCIOS DEL MERCOSUR
Quién devalúa más y más rápido

La reunión del máximo órgano del Mercosur, el Consejo del Mercado Común, iniciada ayer en Asunción del Paraguay, puso en evidencia las crecientes dificultades generadas por las medidas unilaterales de sus socios, en particular en las delicadas cuestiones arancelarias, cambiarias y de relación con el ALCA. Una vez más, el discurso diplomático se concentró en el “relanzamiento” de la alicaída Unión Aduanera regional. Pero a la hora de las discusiones comerciales, las representaciones diplomáticas decidieron abocarse a lo urgente: la flexibilización de la Política Automotriz (cada vez menos) Común y el impacto de la reciente “devaluación encubierta” de Argentina.
Funcionarios de las delegaciones del Mercosur analizaron la flexibilización de las normas de intercambio compensado que rigen en el bloque. El objetivo final, a propuesta de Argentina, es liberar el comercio hacia el interior de la región. La versión fue confirmada por el secretario de Desarrollo Productivo de Brasil, Reginaldo Arcuri. “Eso es cierto, pero no lo estamos negociando acá”, afirmó.
En las reuniones previas al encuentro de ministros de Economía y de presidentes de los Bancos Centrales, de la que finalmente no participó Domingo Cavallo por problemas de agenda (debió retrasar su viaje para reunirse con el presidente Fernando de la Rúa y fue reemplazado por su segundo, Daniel Marx), la secretaria de Comercio, Débora Giorgi, fue la encargada de exponer la demanda de las terminales argentinas. No obstante la propuesta, durante el encuentro se decidió avanzar en la formalización ante la ALADI de la Política Automotriz Común (PAC) acordada el año pasado y que establece un comercio compensado hasta diciembre de 2006. Si bien Arcuri no precisó cuándo Argentina pretende el libre comercio intrazona de automotores, destacó que “quiere todo rápido”, en especial, el arancel cero para camiones y camionetas. Por ello adelantó que “se fijará una fecha para empezar a negociar” luego de la cumbre que, con la reunión de los presidentes, finalizará el viernes. La PAC es una de las cuestiones que, junto con las devaluaciones “unilaterales”, más tensiones han generado al interior del bloque, en especial en la relación entre los socios “grandes”, Argentina y Brasil, versus los “chicos”, Uruguay y Paraguay, pues estos últimos son importadores netos.
El disgusto de algunos de los socios también se dirigió hacia otras medidas unilaterales de los países miembros. El canciller paraguayo, José Moreno Ruffinelli, presidente protémpore del CMC, fue el encargado de recordarlas. Así, se refirió a los cambios arancelarios extraordinarios que Brasil pidió en 1995 por la crisis mexicana, a la devaluación del real en más del 40 por ciento en enero de 1999 y a la novísima “devaluación encubierta” de Argentina que se suma a sus también recientes alteraciones arancelarias.

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