En el Ministerio de Economía
aseguran que la recaudación de junio viene mejor de lo esperado,
pero lo cierto es que recién en los próximos tres días
hábiles se podrá saber si esa idea se compadece con la realidad
o es simplemente un ilusión óptica. El dato de la recaudación
de junio es clave para Domingo Cavallo: si los números cierran
en línea con el acuerdo firmado con el Fondo Monetario, entonces
tendrá margen para seguir esperando una reactivación salvadora.
De lo contrario, los mercados volverían a presionarlo
por más ajuste. Un funcionario que sigue el día a día
de los números fiscales le dijo a este diario que confían
en que la recaudación de junio alcance los 4700 millones de dólares,
apenas 2 por ciento por debajo de junio del año pasado, cuando
había alcanzado un nivel excepcional por el adelanto de vencimientos
de Ganancias.
Paralelamente, entre los consultores se desató una polémica
sobre el resultado fiscal neto de la ensalada de medidas anunciadas por
Cavallo en los últimos días. Hay quienes dicen que, más
allá del envoltorio, en el fondo, el ministro se despachó
con otro ajustazo. Otros, en cambio, aseguran que ni Cavallo hizo bien
los números del paquete que lanzó y que medidas como el
cambio de la liquidación del IVA, del concepto de devengado al
de percibido, puede provocar en los próximos meses un agujero fiscal
difícil de cubrir. Sea como fuere, el notorio silencio del Fondo
Monetario después de los anuncios del ministro no sólo respondería
a los resquemores que provoca en Washington el nuevo tipo de cambio comercial,
en el contexto de la Convertibilidad, sino también por las dudas
que existen sobre el resultado fiscal del paquete.
Según los especialistas, recién en los próximos tres
días hábiles se podrá saber cuál es la tendencia
de la recaudación de junio, en especial porque gran parte de la
recaudación ingresa al fisco en la segunda mitad del mes. Sin embargo,
con resultados provisorios, en el equipo económico transmiten un
moderado entusiasmo. Y aseguran que junio podría terminar apenas
2 por ciento abajo de igual mes del año pasado. Si ese fuera el
caso, entonces habría un sobrecumplimiento de las metas acordadas
con el FMI de 150 millones de pesos para el segundo trimestre del año.
Sin embargo, aún en esa situación ideal, la
recaudación de junio tendría mucho de ingresos excepcionales
(como el impuesto al cheque al 4 por mil) y poco de recuperación
del nivel de actividad. Lo que sí jugaría claramente a favor
sería la disponibilidad crediticia de los contribuyentes,
que en abril y mayo fue drásticamente recortada, por el salto de
las tasas de interés que provocó los picos de 1300 puntos
de riesgo país.
Por otro lado, se desató una polémica en torno al impacto
fiscal que tendrán las últimas medidas de Cavallo. Hay quienes
dicen que, él mismo provocó en público, el ministro
de Economía no es ningún tonto. Y que, una vez más,
Cavallo vendió paquete para mejorar las expectativas de la clase
media, pero terminó asegurándose un nuevo ajuste fiscal
en línea con el acuerdo del FMI. Los cálculos son los siguientes:
Por la reducción del
impuesto a las Ganancias, el Gobierno dejaría de recaudar 350 millones
de pesos; por la baja del impuesto a las naftas, otros 480 millones; mientras
que la eliminación de la tasa del 10 por ciento a los autos gasoleros
significaría resignar a lo sumo unos 50 millones de pesos. Así,
por la baja de impuestos, Cavallo le devolvería a la
sociedad 880 millones de pesos, que irían parar a diferentes bolsillos,
entre familias y empresarios.
En cambio, aumentaría
la recaudación con la suba del impuesto a las cuentas corrientes
al 6 por mil (120 millones mensuales más, es decir, 2400 millones
anuales); con el incremento del impuesto al gasoil (330 millones); y mediante
la eliminación de reintegros descontado del pago a exportadores
del factor empalme (600 millones). En total, Cavallo le quitaría
a la sociedad recursos extra por 3330 millones.
El resultado neto sería
otro ajustazo por 2450 millones en favor del fisco. En realidad, según
el ministro, la mayoría de los nuevos impuestospodrían tomarse
a cuenta del IVA. Pero, en los hechos, nadie cree que ello vaya a funcionar
así.
De todos modos, hay quienes opinan que ese ajuste en los papeles podría
diluirse si el cambio de sistema de liquidación del IVA termina
originando, como estiman los especialistas, un bache en la recaudación
de hasta 700 millones en los próximos dos meses.
El PBI cayó
2,1 por ciento
Finalmente, los números del INdEC confirmaron ayer una
caída del producto bruto para el primer trimestre del año
de nada menos que 2,1 por ciento, en relación a igual período
del año 2000. Vale recordar que el primer trimestre del año
pasado ya había sido de por sí uno recesivo. Asíel
derrumbe de la actividad económica estuvo fuertemente influenciada
por una baja del 4,8 por ciento en los sectores productores de bienes,
en especial la construcción (que se desplomó un 10
por ciento) y la industria manufacturera (con una baja del 6,1 por
ciento). En tanto, los sectores de servicios registraron una contracción
del 0,8 por ciento. Otro dato preocupante fue la fuerte reducción
de la inversión, que retrocedió un 9,2 por ciento,
en parte influenciada por el derrumbe de la construcción
y en parte por el achique industrial. En 1999, el PBI cerró
con una caída del 3,4 por ciento, y el año pasado
con una disminución del 0,5 por ciento. Los números
del primer trimestre confirman que la actual es una de las recesiones
más largas de la historia argentina. Para este año,
Cavallo estimó un crecimiento anual del 2,5 por ciento, pero
pronostico un crecimiento cercano al 5 por ciento en el último
trimestre. En realidad, para conseguir la meta de crecimiento anual,
dada la contracción del primer trimestre, el PBI tendría
que aumentar todavía más hacia la segunda mitad del
año.
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ANUNCIO
DE UNA REBAJA DEL 10 POR CIENTO EN INTERNOS
Gasoleros con menos impuestos
El precio del gasoil aumentó
8 centavos por litro, pero desde los próximos días comprar
un auto diesel cero kilómetro costará un 10 por ciento menos.
Esto es porque el Gobierno decidió eliminar el impuesto interno
sobre esos vehículos, a fin de evitar una caída en las ventas.
Domingo Cavallo anunció ayer que el gravamen cuya tasa es
el 10 por ciento del valor de los autos diesel nuevos será
suprimido en el transcurso de esta semana. Las terminales automotrices
habían expresado al ministro su preocupación por la suba
del gasoil, ya que eso desalentaría la compra de gasoleros. De
por sí, las ventas de cero kilómetro atraviesan su peor
año desde 1991 y el incremento de aquel combustible podría
complicar las cosas todavía más. A modo de compensación,
Cavallo accedió a suprimir el impuesto, fijado hace cinco años
por Roque Fernández.
Otro de los anuncios que hizo ayer el jefe de Hacienda fue que el impuesto
a las Transacciones Financieras (ITF) aumentará a partir del 1º
de julio. La tasa pasará a 0,6 por ciento, desde el 0,4 actual.
Cavallo aclaró que todo lo que se pague por ese tributo podrá
ser tomado a cuenta de las liquidaciones de IVA y Ganancias. De ese modo,
despejó las dudas que habían quedado anteayer, luego de
que dio a conocer el incremento del gravamen. Aunque Cavallo justificó
la medida en que se busca combatir la evasión, su verdadera preocupación
es mejorar la recaudación, que a pesar de los últimos aumentos
de impuestos sigue estancada.
El ministro dio una conferencia de prensa tras participar de la presentación
de un trabajo sobre la situación de las pequeñas y medianas
industrias, elaborado por la UIA. Después de los últimos
anuncios, quedaron varias dudas sobre cómo se llevarán a
la práctica varias de las medidas. Una de ellas es la rebaja en
los peajes. El gobernador Carlos Ruckauf había solicitado que la
nueva tarifa de 75 centavos por cada cien kilómetros se aplicara
también a las rutas 2 y 11, bajo administración provincial.
En principio, el Gobierno limitó los descuentos a las rutas nacionales.
Pero Cavallo dijo que se podría llegar a firmar un convenio con
la provincia de Buenos Aires para que las rutas que van a la costa atlántica
estén incluidas en el nuevo marco tarifario.
Por otra parte, el ministro señaló que habrá otras
novedades con respecto a la industria automotriz. Además de anunciar
la eliminación del impuesto a los gasoleros, sostuvo que el Gobierno
pretende bajar el arancel para la importación de vehículos.
Esto es porque el nivel actual es de 35 por ciento, pero al encarecer
las importaciones con el nuevo dólar comercial, en la práctica
estaríamos arriba del arancel admitido por la Organización
Mundial de Comercio. Cavallo pretende llegar a un acuerdo con Brasil
para que Argentina pueda disminuir el arancel para la importación
de vehículos.
Industria y banca
La Unión Industrial Argentina y representantes de la banca
pública sostuvieron ayer que el país debe encontrar
el camino del crecimiento con políticas dirigidas al desarrollo
de la industria y reclamaron la aplicación de normas que
regulen la actividad bancaria para posibilitar un mejor acceso del
sector empresario al crédito. Argentina tiene que volver
a crecer, pero no queremos cualquier crecimiento, sino un crecimiento
con una equitativa distribución del ingreso, alto valor agregado
en la producción, menor vulnerabilidad externa y mayor empleo,
remarcó el presidente de la UIA, José Ignacio de Mendiguren,
en el seminario organizado por la entidad.
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