En julio del año pasado,
el ex gobernador Eduardo Duhalde había utilizado la palabra anarquía
para definir el clima que según su opinión se vivía
en el país. Esas declaraciones, obviamente, no habían caído
demasiado bien en el oficialismo, por entonces golpeado por el deterioro
de la política económica de José Luis Machinea. El
episodio podría haber quedado ahí, como una frase dicha
al azar, algo espontáneo, sin segundas intenciones. Pero ayer,
mientras la Gendarmería ocupaba la localidad de General Mosconi,
volvió a usar el mismo término en una entrevista radial.
Estamos ingresando desde hace ya tiempo a lo que se denomina un
proceso preanárquico, declaró. Además de dar
pronósticos sobre el futuro del país, Duhalde se refirió
a uno de los temas que más sensibilizan al Ejecutivo, la salud
de Fernando de la Rúa: El Presidente está estresado.
No es el De la Rúa que yo conozco, está sedado, medicado
o estresado, dijo.
Duhalde tuvo un día agitado, con varias reuniones y polémicas
declaraciones en los medios de comunicación. A la mañana,
aseguró que en la Argentina tenemos un problema adicional,
en referencia a la mala salud del Presidente. Así contrarió
a quienes esperan que la arteriosclerosis de De la Rúa sea lentamente
olvidada por la opinión pública. El que lo ha conocido
sabe que (De la Rúa) es un hombre lúcido, de hacer construcciones
de frases, de una retórica diría muy buena,
muy inteligente. Ahora uno lo ve estresado, posiblemente no puede descansar,
señaló.
También intentó explicar las posibles causas del supuesto
estrés presidencial. Se mezclan el cansancio y el agotamiento,
afirmó. Luego agregó que la preocupación por la vitalidad
del jefe de Estado lo llevó a consultar el tema con amigos
médicos. De todas sus afirmaciones, una pareció contener
un claro mensaje al Gobierno: Al Presidente lo tenemos, está
elegido, le quedan dos años y medio, y si no está bien tiene
que ponerse bien. De todas formas, en el entorno del ex gobernador
negaron enfáticamente que Duhalde esté impulsando un adelantamiento
de las elecciones presidenciales, hipótesis que había cobrado
fuerza a partir de unas declaraciones del gobernador bonaerense Carlos
Ruckauf.
Como en sus últimas apariciones mediáticas, Duhalde también
se distanció del ex presidente Carlos Menem, con prisión
domiciliaria en Don Torcuato por orden del juez Jorge Urso. Otra vez volvió
a demostrar que no siente ningún afecto (como ayer
admitió) por el presunto jefe de la asociación ilícita
que vendió armas a Croacia y Ecuador.
¿Lo apena que este hombre de más de 70 años
esté preso?
No, apenarme no. Porque no está tan mal, no está en
una cárcel común. La respuesta, paradigmática, sintetizó
a la perfección su antipatía por el ex presidente. Por si
fuera poco, después agregó que con Menem no lo une ningún
afecto ni en lo personal, ni en lo humano, ni en lo ideológico.
De todas formas, el ahora candidato a senador por el PJ no se privó
de poner en cuestión sutilmente, claro está
la figura de la asociación ilícita, por la cual
está preso su adversario de siempre. Yo veo a periodistas
hacer comentarios sobre la asociación ilícita si corresponde
o no corresponde. He leído también a otros comentaristas
muy importantes que también ponen la duda sobre el tema,
señaló.
Duhalde trató estos temas a primera hora, un rato después
de reunirse con Raúl Alfonsín, con quien analizó
la convocatoria del Movimiento Productivo (ver aparte). El resto del día
lo dedicó a la reunión con legisladores, miembros del gabinete
provincial e intendentes de la primera sección electoral que tuvo
lugar en Ezeiza, en la quinta Los Caudillos de Hugo Toledo.
Duhalde-Alfonsín,
juntos
En octubre, competirán entre sí en las primeras
elecciones que enfrentará la Alianza desde que es Gobierno.
Mientras tanto, Eduardo Duhalde y Raúl Alfonsín viven
una muy buena relación, alimentada por ambos con gestos y
elogios mutuos, que hasta generó desconfianza en sus propios
partidos, especialmente en las filas del oficialismo. Ayer a la
mañana, por ejemplo, el ex gobernador visitó al ex
presidente en las oficinas que éste tiene en la avenida Santa
Fe. En la reunión, invitó al titular de la UCR al
lanzamiento del Movimiento Productivo Argentino, una asociación
que nuclea a empresarios y que se define como un espacio transversal,
sin banderías políticas ni ataduras sectoriales.
La presentación de la entidad se realizará hoy a las
11.30 en el Hotel Bauen. Asistirán dirigentes de la Unión
Industrial Argentina (UIA), de la Sociedad Rural, de Federaciones
Agrarias, gerentes de banco, y un grupo de dirigentes políticos,
entre los que estará, obviamente, Duhalde. Alfonsín
no comprometió su asistencia, aunque la creación del
denominado Movimiento Productivo Argentino fue ideada
en una sucesión de cuatro encuentros entre el peronista y
el radical que terminó en junio del año pasado. En
esos encuentros, los dos dirigentes habían analizado la posibilidad
de construir una red política sin distinciones
partidarias y de tono crítico hacia las políticas
neoliberales impulsadas por el FMI que son implementadas en el país.
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