Por Pedro Lipcovich
Una enorme cinta roja vestirá,
desde esta semana, los 38 pisos del edificio de las Naciones Unidas: así,
el símbolo internacional de la lucha contra el sida anunciará
la histórica sesión especial de la Asamblea General de la
ONU sobre el tema, que empezará el próximo lunes y a la
que asistirán 24 jefes de Estado, seis vicepresidentes y 119 ministros
de Salud. Todavía no hay acuerdo sobre aspectos fundamentales del
texto que se firmará: las reuniones preparatorias reflejaron un
extraño emblocamiento donde Estados Unidos se alió con fundamentalistas
islámicos, China y el Vaticano para confrontar con Europa occidental
y América latina sobre temas como si los usuarios de droga endovenosa
o las trabajadoras del sexo deben ser atendidos como grupos vulne- rables
o estigmatizados como irresponsables. Hay, sí, acuerdos
genéricos en facilitar el acceso a los tratamientos y luchar contra
la discriminación y el texto servirá a las ONG para sus
luchas en cada país. Se lanzará también un Fondo
Global que se aspira llegue a 10.000 millones anuales, aunque por ahora
sólo tiene 550 millones, cien de ellos provistos por el cibermillonario
Bill Gates.
Hemos avanzado mucho en tratamientos médicos para el sida,
pero muy poco en los prejuicios, la exclusión y el miedo,
dijo a este diario Lisandro Orlov, pastor de la Iglesia Evangélica
Luterana Unida y miembro del Encuentro de ONG que trabajan en VIH-sida,
quien participó en las reuniones preparatorias de la próxima
sesión especial.
No hay consenso aún sobre los grupos vulnerables, cuya
inclusión en el documento solicitan las ONG de pacientes, al igual
que los países europeos y de América latina. Frente
al VIH-sida, hay grupos que sufren especial vulnerabilidad: las trabajadoras
y trabajadores del sexo; los hombres que tienen sexo con hombres; los
usuarios de drogas endovenosas; los prisioneros, para quienes suelen sumarse
los riesgos de compartir jeringas y del sexo entre hombres. Reconocer
esto permite organizar programas de prevención con mensajes específicos
para cada grupo, explicó Mabel Bianco, titular del Programa
de Sida de la Argentina.
Sucede que naciones fundamentalistas, encabezados por Egipto, Irán,
Indonesia y Malasia, no acuerdan en definir como vulnerables a esos sectores
que, para ellos, son en todo caso pecaminosos o ilegales. Egipto propuso
incluir la homosexualidad, la prostitución y las conductas
sexuales irresponsables entre los factores que promueven el sida.
En definitiva, es probable que se acepte la propuesta de Estados Unidos,
que hablaría de grupos vulnerables sin precisar cuáles.
No es el único sentido en que ese país tendió a las
posiciones más conservadoras. En el párrafo que hacía
obligatorio para las naciones firmantes el acceso a los medicamentos antirretrovirales
de última generación, auspició agregar ...
en la medida de lo posible, lo cual, claro está, diluye la
obligatoriedad. Orlov observó que Estados Unidos prometió
ayuda económica a unos pocos de los países más pobres
a cambio de que acepten los altos precios de mercado de los medicamentos,
para impedir así una acción de conjunto contra los laboratorios
multinacionales.
Tampoco se logró el acuerdo para incluir específicamente
entre los derechos humanos reconocidos por la ONU los del acceso a tratamiento
y no discriminación de personas con VIH. Se opusieron Estados Unidos,
China Comunista y el Vaticano. Y, según Patricia Pérez representante
para América latina de la Comunidad Internacional de Mujeres Viviendo
con VIHsida, falta aceptar un protagonismo mayor de las mujeres
en la toma de decisiones sobre su salud. Países islámicos
objetaron que se consignara el libre derecho de las mujeres a la
vida sexual, por ejemplo, negarse a relaciones sin protección
con un hombre que pueda estar infectado.
De todos modos, aun con esas limitaciones, el documento resultará
muy importante para nuestro trabajo observó Javier Hourcade
Bellocq, secretario regional para América latina de la Red Global
de Personas Viviendo con VIH: estas declaraciones suelen adquirir
rango de ley enlos países y servir a las ONG para presentaciones
y recursos judiciales, por ejemplo pedidos de amparo. Hourcade también
destacó que por primera vez, en las reuniones preparatorias,
las organizaciones de la sociedad civil fueron escuchadas, aunque muchas
propuestas no se hayan aceptado.
En la reunión se aprobará también la creación
de un Fondo Global contra el Sida, iniciativa que lanzó en abril
el secretario general de la ONU, Kofi Annan, en procura de 7000 a 10.000
millones de dólares anuales. Hasta ahora, Estados Unidos ofreció
200 millones, Francia 150 millones de euros y la Fundación Bill
Gates 100 millones de dólares.
La reunión también será el marco para que la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) anuncie oficialmente una reglamentación
para evitar la discriminación por VIH en los lugares de trabajo.
De la Rúa no
estará
El doctor Fernando de la Rúa debería ir a
la sesión especial de la Asamblea de la ONU sobre el sida,
tal como lo harán los presidentes de 28 naciones sostiene
Patricia Pérez, representante de la Comunidad Internacional
de Mujeres Viviendo con VIH-sida: no es suficiente que vaya
el ministro de Salud porque el sida no es sólo un tema de
salud, concierne a la discriminación, la marginación,
al manejo de recursos del Estado.
Patricia Pérez observó que los funcionarios
afirman que el tema sida es prioritario y es cierto que, por primera
vez, desde el Estado se lleva adelante una campaña de prevención
donde se promueve abiertamente el preservativo. Esto nos parece
bien, pero la ausencia del primer nivel de gobierno en la Asamblea
no está en sintonía con esta política.
Fuentes del Gobierno dijeron a este diario que debido al cúmulo
de actividades que lo comprometen, el presidente de la Nación
delegó la asistencia a la Asamblea en el ministro de Salud,
Héctor Lombardo.
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DISCUCUION
SOBRE PATENTES DE MEDICAMENTOS
EE.UU., a favor de los gigantes
Por
Sarah Boseley y Peter Capella *
Desde
Londres y Ginebra
Estados Unidos
tomó una línea dura ayer en defensa del derecho de los laboratorios
de proteger la patente para sus medicinas. Pese a la expectativa despertada
recientemente en torno de los medicamentos para el sida, la postura general
de Estados Unidos desalentó a los países en vías
de desarrollo que no pueden pagar esas drogas y amenazó con abrir
una brecha con la Unión Europea. El desaliento cundió entre
los 50 estados en desarrollo presentes ayer en Ginebra para una sesión
sin precedentes de la Organización Mundial de Comercio, reunida
con el objetivo de discutir sus preocupaciones sobre las patentes de drogas.
Lideradas por los países africanos, estas naciones habían
esperado que la reunión se pusiera de acuerdo en un relajamiento
en la interpretación de las reglas. Esto permitiría a los
países más pobres comprar medicinas más baratas en
el exterior o fabricarlas. El mundo en desarrollo quiere que se dé
más fuerza a las cláusulas que permiten evadir el reglamento
de patentes del acuerdo de Trips (derechos de la propiedad intelectual
relacionados con el comercio) de la Organización Mundial de Comercio.
Las cláusulas en cuestión teóricamente permiten que
un país compre o fabrique medicinas más baratas en situaciones
de extrema emergencia, como la epidemia de sida. Los países en
desarrollo quieren que las reglas se interpreten a favor de la salud pública,
especialmente cuanto hay una disputa.
Ninguna de las partes Estados Unidos, la Unión Europea o
el mundo en desarrollo pide que Trips sea abolido, aunque algunos
de los que hacen campaña piensan que debiera serlo. La Unión
Europea tiene simpatía por el caso de los países en desarrollo.
Pero Carlo Trojan, el delegado principal de comercio norteamericano, dijo
que Estados Unidos favorecía la clarificación, no la modificación
de Trips: Mi impresión es que el consejo está de acuerdo
en que Trips debe ser parte de la solución, no parte del problema.
Los países que han tratado de usar las cláusulas de evasión
han sido intimidados en el pasado por los abogados de los gigantes farmacéuticos
y el gobierno de Estados Unidos. A comienzos de este año, 39 empresas
farmacéuticas demandaron a Sudáfrica por una ley que permite
traer medicinas genéricas más baratas desde el exterior.
En medio de la indignación pública, finalmente las empresas
abandonaron el caso. Animados por esa victoria y la sensación de
que el sentimiento público está de su lado frente a flagelos
tales como sida, tuberculosis y malaria, las naciones africanas pidieron
una sesión especial ayer.
Anoche, Estados Unidos parecía estar indicando alguna flexibilidad
sobre la licencia obligatoria. Esto es cuando un gobierno autoriza a empresas
en su país a fabricar copias más baratas de drogas de marca
localmente. Estados Unidos llevará a Brasil al tribunal de disputas
de la Organización Mundial de Comercio, aduciendo que ha quebrantado
las reglas al insistir en que las empresas fabriquen su droga en Brasil;
esto las hace más baratas. La delegación de Brasil dijo
ayer que estaba frustrada y decepcionada en especial con la posición
de Estados Unidos.
* De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para
Página/12.
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