Por Irina Hauser
En la Justicia están
prácticamente todas las condiciones dadas para que Víctor
Alderete salga de la cárcel. El fallo con que la Corte Suprema
el mes pasado cuestionó por arbitrario y carente de
pruebas el procesamiento y la prisión preventiva del ex titular
del PAMI por defraudación, está surtiendo efecto como en
las mejores épocas del reino de la mayoría automática
leal al menemismo. Sujeta a las directivas del alto tribunal, la Sala
II de la Cámara Federal ayer dictó una nueva resolución
en la que revoca la detención de Alderete por fraude. En poco tiempo
la Cámara tendrá que dar el paso determinante y resolver
si lo libera en relación a la acusación por asociación
ilícita. Allegados a ambas salas del tribunal dijeron a Página/12
que los cuestionamientos de la Corte condicionarán también
el fallo pendiente sobre el delito que aún tiene al ex funcionario
entre rejas.
El sábado pasado Alderete cumplió un año preso como
consecuencia de una denuncia que presentó la Oficina Anticorrupción
(OA) y que investigó el ex juez Adolfo Bagnasco. Según la
OA el ex funcionario lideró una banda que manejó a discreción
los contratos más importantes del PAMI y que montó una estructura
para eludir controles. Bagnasco que como socio del abogado Mariano
Cavagna Martínez ahora participa en las sombras de la defensa de
Carlos Menem fue quien ordenó la prisión preventiva
de Alderete, primero por defraudación y después por liderar
una asociación ilícita.
El ex titular del PAMI ahora está preso sólo por asociación
ilícita gracias a que la Corte dijo que no había nada que
acreditara que hubiera defraudado al Estado y que era arbitrario que estuviera
en la cárcel por eso. La OA protestó, sin demasiado éxito,
alegando que los ministros se metieron con cuestiones de prueba que no
son de su competencia. A la Sala II de la Cámara le tocó
reformular el fallo de la Sala I de acuerdo a lo dispuesto por los jueces
superiores. Imagínese, si la Corte dijo que el fraude no
está probado la Cámara ahora deberá tener muchos
pero muchos argumentos para decir que lideró una banda para delinquir,
coincidieron consultados por este diario dos funcionarios del tribunal
de alzada. Quizá el trámite demore unos meses, pero
es probable que no quede otra que soltarlo, aunque siempre puede haber
sorpresas, añadió uno de ellos.
La nueva apelación de Alderete para quedar libre, presentada por
su abogado León Arslanian, ya está en la Cámara y
se ha convertido en una brasa ardiente. Los tironeos entre las dos salas
están a la orden del día: nadie quiere cargar con la responsabilidad
de decidir si lo deja o no preso por asociación ilícita.
En parte, por la repercusión que ese desenlace pueda tener en la
causa de las armas en las que Menem, Emir Yoma, Erman González
y Martín Balza están presos por ese mismo delito.
A pesar del reto que recibieron de la Corte, todo indica que la Sala I
que integran Luisa Riva Aramayo autodenominada amiga del ex ministro
del Interior Carlos Corach y de Menem y Horacio Vigliani de
perfil peronista, será la que termine resolviendo la nueva
presentación ya que tuvo el caso asignado desde un principio. En
su momento, Riva Aramayo votó por revocar la prisión preventiva
de Alderete por defraudación y Vigliani se pronunció a favor
de mantenerla. Martín Irurzun, de la otra sala, desempató
con una opinión en consonancia con la de Vigliani.
Cuando la Cámara comience a analizar el capítulo de la asociación
ilícita, el fallo de la Corte no será determinante pero
sí muy influyente, según señalaron las fuentes consultadas.
Los jueces tendrán que tener explicaciones sólidas para
dejar a Alderete en reclusión por un delito más grave que
el que la Corte dijo que no está probado, razonan. Además,
sugieren que nadie se querrá arriesgar a ser blanco de otro tamaño
cuestionamiento del máximo tribunal. También es cierto,
dicen, que aunque la cuestión de la asociación ilícita
forme parte de la misma pesquisa es un delito independiente y esto permitiría
el desarrollo de una nueva línea argumental. Pero los camaristas
en este caso cuentan con la contra de queBagnasco, que dictó el
procesamiento por ese delito cuando estaba a punto de renunciar, dejó
un expediente muy pobre, dijo uno de los informantes.
La resolución firmada ayer por Horacio Cattani y Eduardo Luraschi,
de la sala II, revoca la prisión preventiva del ex titular de la
obra social de los jubilados recogiendo los argumentos que dieron seis
ministros de la Corte (Julio Nazareno, Eduardo Moliné OConnor,
Guillermo López, Adolfo Vázquez, Augusto Belluscio y Antonio
Boggiano) en su durísimo fallo del 16 de mayo. Los camaristas intentan
dejar en claro que en el texto esas opiniones vertidas en realidad no
les pertenecen, aunque no agregan observaciones. A la Cámara
no le queda otra opción que dictar un nuevo pronunciamiento con
los fundamentos de la Corte, siempre es así, explicaron a
este diario funcionarios judiciales.
La Corte había dicho cosas tales como que los jueces de la
causa no han tenido por acreditado en autos el perjuicio que habría
sufrido el Estado nacional ni cuáles fueron los aportes que éste
habría realizado en favor del I.N.S.S.J.P (es decir el PAMI), ni
cómo fue su administración. Incluso señaló
la falta de peritajes contables para determinar el monto de las
defraudaciones imputadas o los precios de los servicios involucrados en
los contratos cuestionados.
Cuando salió aquel fallo, una de las principales lecturas que circulaban
resaltaba que la Corte no había dicho nada sobre la figura de la
asociación ilícita a pesar de que Nazareno, Moliné
OConnor, López y Vázquez cuando intentaron colar apreciaciones
sobre ese delito por ejemplo, que no es aplicable a funcionarios
de un gobierno para favorecer a Menem sentando jurisprudencia. No
lo hicieron esa vez, pero está claro que dejaron la puerta abierta.
Y dejaron también una fuerte presión sobre la Cámara
que ahora está en un brete. Todo esto demuestra, una vez más,
que la Corte sigue siendo la salida política para no pocos.
Entrenado para evadir
Las andanzas de Víctor Alderete parecen haberse extendido
a varias esferas de su vida, y mientras trata desde la cárcel
de Gendarmería esquivar algunas causas judiciales se le van
sumando otras. En poco tiempo, el juez Jorge Ballestero lo llamaría
a indagatoria en base a un pedido del fiscal Luis Comparatore
por intentar justificar ante una inspección de la DGI un
incremento en su patrimonio mediante una escritura que daba cuenta
de un préstamo inexistente. La denuncia original fue hecha
por la Unidad Fiscal de Investigación de Delitos Tributarios
y de Contrabando (UFITCO), que detectó que en su declaración
de impuesto a las ganancias de 1998, Alderete habría incluido
una escritura apócrifa que daba cuenta de un préstamo
por 200 mil dólares. Con esa maniobra pudo haber evadido
impuestos por unos 70 mil pesos. Pero como esa cifra no alcanza
para adjudicarle el delito de evasión, el fiscal lo acusó
de falsificación de documento público, que tiene una
pena máxima de 6 años.
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