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La candidatura principal (Raúl Alfonsín senador) está consensuada. Pero los radicales bonaerenses, fieles a su costumbre, el domingo irán a internas. El oficialismo postula a Federico Storani para el Comité Provincia, a Moreau para primer diputado nacional y a Casella para el Comité Nacional. El retador, Ricardo Alfonsín, peleará la jefatura partidaria acompañado por Posse y por Enrique García. Página/12 entrevistó a Alfonsín (hijo) y Storani.

�Ellos tienen un doble discurso�
   ( Storani )

Por José Natanson

Ex hijo pródigo de Raúl Alfonsín, Federico Storani, deberá enfrentar este domingo al hijo –de verdad– del ex Presidente. Seguro en su rol de principal exponente de la alianza que controla a la UCR bonaerense desde hace una década, Fredi explica cuál es el sentido de la interna, acusa a sus adversarios de buscar convertir al partido en una fuerza conservadora y profundiza sus diferencias con el Gobierno.
–Teniendo en cuenta la complicada situación del Gobierno, la crisis de la Alianza, el descrédito general de la política, ¿qué sentido tiene pelear una interna?
–Parece una insensatez. Por eso nosotros intentamos un acuerdo: yo le ofrecí la vicepresidencia del Comité Provincia a Ricardo Alfonsín. Pero ellos plantean consolidar un espacio propio. De todos modos, no hay mal que por bien no venga. No por Ricardo Alfonsín, que sólo busca una consolidación personal, sino por sus socios, fundamentalmente Posse, que en su momento planteó la posibilidad de abrir listas al cavallismo. Esta interna tiene el sentido de una lucha entre los que queremos el radicalismo con una fuerte identidad, que vuelva a ser el eje de una alianza popular, y los quieren convertirlo en instrumento de una alianza conservadora. Aunque el hijo de Alfonsín plantee otra cosa, su alianza con Posse lo ubica en ese espacio.
–Pero el discurso de Ricardo Alfonsín es bastante crítico del Gobierno.
–El es el mascarón de proa de otros sectores. Ricardo nos corre por izquierda, pero hay una contradicción, porque termina aliado con Posse, que propone el ingreso de Cavallo, que tiene una relación con Coti (Nosiglia), con el delarruismo. Hay un doble discurso permanente.
–Usted acusa a Posse de complicidad con el Gobierno, pero él se fue peleado con De la Rúa.
–Sí, pero por mala gestión, porque (José Luis) Machinea lo venía acusando de administrar mal la Anses. Y ahora fue premiado con muchos dirigentes suyos en cargos del Gobierno. Además, es obvio que el Gobierno no quiere que ganemos la interna porque significaría una mayor independencia del partido.
–¿Usted cree que es una lucha entre una lista más cercana al Gobierno y otra más alejada?
–Sí. Nosotros queremos movernos con independencia del Gobierno.
–¿Quieren ganar para ser candidatos contra el Gobierno?
–Queremos una fuerte identidad radical para convocar a una nueva alianza popular, que va a tener nuevos protagonistas. En cuanto a la relación con el Gobierno, no queremos firmar un cheque en blanco.
–Uno de los argumentos es que, bajo la conducción de su sector, el radicalismo no gana una elección en la provincia de Buenos Aires desde 1985.
–Nosotros ganamos en el ‘97 y en el ‘99.
–Ricardo Alfonsín dice que en el ‘97 ganó Graciela Fernández Meijide y en el ‘99, la Alianza.
–Ese argumento me da vergüenza ajena. Es un acto fallido: no reivindica a la Alianza como algo propio. Dicen que no ganamos desde hace 14 años. Y resulta que el radicalismo ganó la elección de 1997, que terminó con el proyecto de Menem y Duhalde. Ganó la Alianza, integrada por el radicalismo. Lo que pasa es que ellos eran contrarios a la Alianza. Me parece increíble que no reivindiquen como un triunfo del radicalismo la victoria de 1997, que fue contundente, y la de 1999: ganamos la boleta de presidente, la de diputados nacionales, pasamos de tener 40 a 62 intendentes. Sólo perdimos la lista de gobernador, en la que Posse era candidato a vice. Por eso digo que es un fallido de este muchacho.


 

“Tienen complejo de inferioridad”
   ( Alfonsín )

Por J. N.

“Es una alternativa. La otra es pedirle a (mi hijo) Leopoldito que se presente y vamos juntos”, dijo Leopoldo Moreau en referencia a su hijo (que tiene 20 años y no sabe bien qué hacer de su vida), cuando lo consultaron por la candidatura de Ricardo Alfonsín. Física y gestualmente, este diputado provincial que recién comienza su carrera política es muy parecido a su padre. Aunque genera ironías en sus adversarios, a él no le importa. El domingo desafiará al oficialismo partidario, en lo que confía será el punto de partida de una profunda reforma del radicalismo bonaerense. No está solo. Para la cruzada ha conseguido el apoyo de dos pesos pesados: el último desarrollista Melchor Posse, y el intendente de Vicente López, Enrique “El Japonés” García.
–¿Por qué decidió retar al oficialismo a una interna?
–Es el último acto de un proceso amplio de debate y reflexión respecto de una situación crítica. Lo curioso es que digan que la interna es innecesaria quienes hicieron imposible una solución de consenso.
–Los dirigentes de la otra lista dicen que quisieron un acuerdo, que le ofrecieron espacios y que ustedes se negaron.
–Nosotros quisimos un diálogo. Queríamos discutir un proyecto y se nos contestó con cargos.
–¿Cuál es la diferencia entre su proyecto y el de la otra lista?
–Han convertido al partido en una maquinaria electoral, y además perdedora. Se ha producido una oligarquización de la dirigencia, un congelamiento de la capa dirigencial. Nosotros proponemos destinar recursos a la creación de una fundación, crear institutos de formación política, una reforma de la carta orgánica. No tuvieron ni la delicadeza de escucharnos. Les propusimos discutir un proyecto y nos respondieron con cargos. Cayeron en la omnipotencia y la soberbia.
–Ellos dicen que su lista está integrada por dirigentes tradicionales como Posse y García, que fue titular del Comité Provincia durante años.
–Cuando hablamos de cambio no hablamos del planteo generacional o de un cambio de nombres. Proponemos un cambio de proyecto, de contenidos. Y sí: nos acompañan sectores tradicionales que han coincidido en el proyecto.
–El oficialismo los acusa de aprovechar cierto apoyo delarruista.
–Son esquizofrénicos. Ellos tiene 140 hombres y mujeres que integran el Gobierno Nacional en puestos estratégicos: (Horacio) Jaunarena, (Juan Pablo) Baylac, (Melchor) Cruchaga. Es un doble discurso.
–¿Usted plantea la integración del cavallismo?
–Eso es una canallada, una infamia que demuestra que tienen que instalar un eje falso de discusión, manipulando a los afiliados. Es un recurso fachistoide. Raúl Alfonsín ha dicho que en ese caso él se bajaba. Y todos saben que nosotros representamos el espacio más alfonsinista en la provincia. Reivindicamos y nos identificamos esa vieja matriz alfonsiniana ¿Quién puede pensar que estamos a favor de la propuesta de sumar a Cavallo?
–También lo acusan de falta de experiencia política.
–Me parece aristocrático, burocrático, reaccionario y conservador ese argumento. Sí: nosotros somos los sectores plebeyos de la UCR, que venimos a enfrentar la posición dominante del patriciado partidario. Queremos debatir por qué perdemos elecciones desde 1985.
–¿Cuál es su hipótesis?
–Que creían que no le podíamos ganar al PJ. Y cuando pasa eso se deja de pensar para qué se quiere al Estado, se deja de pensar como partido para convertirse en maquinaria electoral. Por eso nos desdibujamos como alternativa, porque se apoderó de ellos una suerte de complejo de inferioridad.

 

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