Por Santiago Rodríguez
Rodolfo Terragno aceptará
la próxima semana ser candidato a senador por la Capital Federal,
aunque eso no quiere decir que automáticamente será quien
encabece la nómina aliancista en las elecciones de octubre. El
ex jefe de Gabinete se presentará al frente de las líneas
del radicalismo porteño que aspiran a poner fin en las urnas de
la interna partidaria a la hegemonía que desde hace años
mantienen en el distrito delarruistas y nosiglistas. Se trata de los radicales
que reivindican los compromisos fundacionales de la Alianza
y más cerca se encuentran de Aníbal Ibarra, quien no ve
con malos ojos la postulación del ex jefe de Gabinete. De todos
modos, el jefe de gobierno visualiza la candidatura de Terragno como una
alternativa a la de Elisa Carrió, a quien de la mano de Raúl
Alfonsín aún está tratando de llevar para su molino.
Ibarra y el ex presidente se juntaron días atrás y conversaron
sobre la posibilidad de armar una alianza más grande,
según confió a Página/12 un importante dirigente
porteño. Ambos coincidieron en la necesidad de recrear electoralmente
lo que fue la Alianza en sus comienzos y acordaron poner en marcha lo
que en los despachos de la jefatura de gobierno de la ciudad denominan
el plan A: tratar de persuadir a Carrió y los socialistas
de que Argentinos por una República de Iguales (ARI) para que se
presente en el distrito en sociedad con frepasistas y radicales.
La apuesta de máxima es que la chaqueña encabece la lista
de senadores y que Alfredo Bravo sea su compañero. Ibarra y Alfonsín
convinieron repartirse las tareas: el frepasista quedó encargado
del diálogo con el socialista y el ex presidente asumió
la misión de hablar con Carrió.
Ibarra ya conversó con Bravo, pero sumar a los socialistas no le
resultará sencillo. Ellos tienen la sensación de que
estarían salvándole la ropa a (Fernando) De la Rúa
y nosotros les planteamos que esto es otra cosa; que no serían
candidatos de la Alianza, sino que se trata de crear un nuevo esquema,
explicaron un par de funcionarios porteños.
Lo que Alfonsín cosechó de sus sondeos con Carrió
fue bastante similar: la chaqueña hizo saber que por ahora no entra
en sus planes postularse, pero que en caso de que lo haga, se presentará
por el ARI. Frente la posibilidad cierta de que el plan A
fracase existe ya el plan B y es el que contempla la candidatura
de Terragno, quien está abierto a la posibilidad de que Carrió
finalmente se postule y podría ocupar un lugar de privilegio en
la lista de diputados. El ex jefe de Gabinete anunciará la semana
que viene su postulación a la interna radical. Lo apoyan el Ateneo
del Centenario de Jesús Rodríguez y los alfonsinistas sus
socios de siempre en la puja con el delarruismo y el nosiglismo
más dirigentes que hasta hace no mucho revistaban en el oficialismo
partidario, como el legislador Daniel Bravo, Norberto Larrosa y el ex
titular de la Juventud Radical, Adrián Mastronicola.
Es en virtud de esos pases y del hastío de la militancia
con la política del Gobierno que los radicales opositores
aseguran que esta vez le arrebatarán la mayoría a la entente
de delarruistas y nosiglistas, cuyos gestos permiten dar crédito
a esa afirmación: lo último que ofrecieron fue resignar
la cabeza de la lista de senadores, los dos primeros lugares en la de
diputados y adelantar la elección de autoridades del Comité
Capital para que quede en manos de Rodríguez. Tanta generosidad
solo ha encontrado por respuesta que el problema no es de reparto
de lugares, sino de política. El mismo Terragno aclaró
a quienes lo apoyan que no quiere ser candidato por consenso porque
la campaña arranca ganando la interna y parándose sobre
la crítica.
Hay decisión de ir a la interna el 12 de agosto y que los
afiliados decidan si aspiran a que los represente el radicalismo que mantiene
la versión original de la Alianza o el que ha formado otra alianza,
ratificó el titular del bloque de legisladores radicales, Cristian
Caram. El más preocupado frente a tanta intransigencia es el presidente
Diputados, Rafael Pascual, porque la carta orgánica de la UCR establece
que para renovar mandato es necesario obtener la mitad más uno
de los votos en la interna. O sea: si pierde, queda afuera de la Cámara
baja.
Tormenta en el PSD
En el socialismo democrático hay dos cosas claras: que
el partido se presentará a elecciones en el marco de Argentinos
por una República de Iguales (ARI) y que Alfredo Bravo será
candidato a senador. Quien lo secundará es una incógnita
y la integración de la lista de diputados está por
demás complicada. Norberto La Porta descartó presentarse
con la Alianza, aunque pretende encabezar la nómina de su
partido. A su favor juega su buena performance en las encuestas,
pero en contra tiene la resistencia de los otros sectores del socialismo.
Su principal adversario es Héctor Polino, quien aspira a
renovar su banca en la Cámara baja. El tercero en discordia
es el legislador porteño Raúl Puy, quien aclaró
a Página/12 que si no hay acuerdo entre La Porta y
Polino, me postulo como candidato. El plazo para presentar
las listas vence el próximo viernes. Bravo se mantiene al
margen de la disputa e hizo saber que en caso de que no lleguen
a un acuerdo presentará sólo su candidatura a senador.
El aviso de Puy quien está en condiciones de ganar
la interna por su peso dentro del partido sobre su eventual
nominación apunta a presionar a La Porta y Polino para que
sellen un acuerdo.
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Acuerdo en el Frepaso
A diferencia del escenario que se plantea en el radicalismo, la
elección de los candidatos porteños del Frepaso promete
ser un simple trámite en virtud del acuerdo interno que anoche
alcanzaron las distintas líneas del Frente Grande, el principal
partido de esa fuerza política. Después de sucesivas
dilaciones en busca de un consenso que evitara una disputa en las
urnas, los frentistas acordaron que Aníbal Ibarra continúe
en la presidencia del partido y que lo secunde Ariel Schifrin, titular
del bloque aliancista de la Legislatura y uno de sus hombres de
confianza. Schifrin reemplaza en la vicepresidencia a Darío
Alessandro, mano derecha de Carlos Chacho Alvarez, y
el ibarrismo se aseguró así el control de la conducción
partidaria. El acuerdo establece, de todos modos, la representación
equilibrada de ibarristas y chachistas que ocuparán
la secretaría general en la junta ejecutiva y en cada
sección electoral.
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El Movimiento Productivo
Con el respaldo de Raúl Alfonsín, Eduardo Duhalde
lanzó ayer el Movimiento Productivo Argentino, una fuerza
transversal integrada por políticos, empresarios
y sindicalistas de distintos colores partidarios. Creemos
que el pensamiento productivo está disperso y debemos trabajar
para ubicarlo en el centro de escena, indicó el ex
gobernador del PJ. En el acto de lanzamiento estuvieron, entre otros,
el vicegobernador bonaerense Felipe Solá, el vicepresidente
de la UIA, Osvaldo Rial; y los titulares de la Federación
Agraria, Eduardo Buzzi, y del Carbap, Dardo Chiesa, además
del dirigente de la Cámara de la Construcción, Gregorio
Chodos; del grupo SanCor, Alberto Vázquez, y de la Cámara
de Informática, Mario Frigerio.
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