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JORGE BATLLE PIDIO QUE CAVALLO ELABORE UNA POLITICA CAMBIARIA REGIONAL
El cavallismo charrúa asusta a cariocas

Algunos lo tomaron en broma,
la mayoría se desorientó. Pero cuando el presidente uruguayo ratificó que iba en serio y en respuesta a las devaluaciones brasileñas, los demás mandatarios tomaron distancia. De la Rúa lo relativizó, indicando que había sido un �homenaje cordial�. Pero Batlle lo desmintió, en tanto en el Palacio de Hacienda lo celebraban.

El resto de los mandatarios no podía salir de su asombro; algunos incluso pretendieron tomarlo como una broma para no ponerse nerviosos. Jorge Batlle, presidente del Uruguay, acababa de rematar su discurso proponiendo que “tratemos de imaginar una coordinación de política cambiaria; tenemos a Domingo Cavallo, que tiene imaginación y talento, vamos a mandarle el encargo de empezar a elucubrar un sistema de política cambiaria” para todo el Mercosur. Su par argentino, Fernando de la Rúa, no pudo eludir el asedio del periodismo para arrancarle una respuesta. “El presidente Batlle se refirió a quien es mi ministro de Economía: yo recojo su expresión como un homenaje cordial a alguien que respeta”, dijo para salir del paso elegantemente. Pero Batlle le subió la apuesta: “Yo a Cavallo no le hice ni un homenaje ni un ofrecimiento, lo único que hice fue pedirle que piense en una solución para un problema que tenemos. Hay mucha gente que piensa que Cavallo es una persona creativa y yo soy una de ellas”.
Mientras De la Rúa trataba de sacarse el peso del “encargo” de Batlle, en el Palacio de Hacienda, en Buenos Aires, celebraban la proyección regional que asumía la figura de su jefe. La intencionada referencia de Batlle, que asumió ayer la presidencia pro-tempore del Mercosur, reflejaba uno de los debates centrales que dominó la Cumbre del Mercosur en Asunción: la necesidad planteada por los países menores, Uruguay y Paraguay, de evitar fluctuaciones de las monedas regionales, como la constante depreciación del real brasileño frente al dólar y las recientes variaciones en el sistema cambiario argentino.
“Nada se puede hacer si uno de nosotros, especialmente si es el más grande de nosotros (en alusión a Brasil), devalúa continuamente su moneda y acentúa en forma permanente el desequilibrio de precios de la región”, subrayó Batlle. “El problema no es la Argentina sino que el problema es Brasil, que ha devaluado su moneda un 25 por ciento en lo que va del año”, declaró, añadiendo que fue en respuesta a esa situación que Uruguay y la Argentina han adoptado “medidas compensatorias” a fin de evitar males mayores para sus economías.
Pese a su presencia de apenas unas horas en Asunción, Cavallo se convirtió en el centro de las discusiones. Los demás mandatarios trataron de evitar condenar en forma directa la propuesta de Batlle, aunque no disimularon su incomodidad. “Más que una provocación a Brasil, parece una provocación a las autoridades argentinas”, respondió Fernando Henrique Cardoso, al ser consultado, tratando de ser irónico. Ricardo Lagos, presidente de Chile, señaló que “sin perjuicio de la capacidad de ciertas personas, lo que el Mercosur ha planteado reiteradamente es la necesidad de tener una convergencia de políticas macroeconómicas: se han establecido metas concretas, y si los países estamos en condiciones de cumplir esas metas, buena parte de los problemas producto de las devaluaciones de los países serán superadas”. Luis González Macchi, jefe de gobierno de Paraguay, refirió simplemente que Batlle, como presidente pro-tempore del bloque, “nos representa a todos”.
El mandatario uruguayo justificó el encargo del trabajo a Cavallo afirmando que “tenemos a la más grande de las personas con imaginación al frente de la economía argentina; ya quisiéramos tener cada uno de nosotros para un rato siquiera su capacidad y talento”, endulzando aún más los oídos de los funcionarios de Hipólito Yrigoyen 250.
Las quejas de Paraguay y Uruguay por la sensación de marginalidad frente a las políticas de los socios regionales mayores resonaron en la jornada de cierre del encuentro. En su duro discurso de clausura, Batlle había acusado a los presidentes de las naciones más grandes del bloque de tratar de hablar sólo de las cosas buenas que se lograron en los 10 años de vigencia del Mercosur, y no mencionar los serios problemas que presenta el proceso, principalmente la cuestión cambiaria. González Macchi, en tanto, reclamó que “así como comprendimos la necesidad de otorgar un waiver (perdón) a la Argentina, es de esperar que esta actitud solidaria se traduzca en medidas de comprensión hacia nosotros, (pero) encontramos falta de disposición para tratar con equidad el tratamiento de nuestros pocos rubros de exportación: pedimos el levantamiento de barreras paraarancelarias en textiles, pollos y flexibilidades en las reglas de tránsito fluvial, porque hay funcionarios francamente hostiles a nuestro comercio”.
Por otra parte, Venezuela, a través de su presidente, Hugo Chávez, oficializó su pedido de integración al bloque regional como miembro asociado. La XX Cumbre del Mercosur terminó ayer sin acuerdos de fondo en los problemas arancelarios y macroeconómicos que acucian a la región, pero con la unánime voluntad de que el bloque sobreviva. Uno de los logros que podrá atribuirse Cavallo –que no participó de la reunión de ministros– es haberle arrancado el compromiso a Brasil de aceptar una eventual negociación con miras a un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, en la modalidad “cuatro más uno”. Tanto la Argentina como Uruguay habían sido tentados, en forma individual, para entrar en negociaciones directas con la administración Bush durante la Cumbre de Quebec (de impulso al ALCA). Esta respuesta fue exhibida, por algunos, como un fortalecimiento de la unidad regional.

 

Paraguay se asfixia

El canciller paraguayo, José Moreno Ruffinelli, dijo ayer que Paraguay lanzará hoy un paquete de medidas unilaterales si no logra una compensación del Mercosur a las recientes devaluaciones de Argentina y Brasil. “Mañana (por hoy) seguramente anunciaremos medidas unilaterales en caso que no se logre compensación” arancelaria de los socios del Mercosur, para lo cual “presentaremos las dos o tres alternativas que tenemos” al presidente paraguayo, Luis González Macchi. “Si en la reunión de la Cumbre no conseguimos nada, nos reuniremos con el ministro de Hacienda, Francisco Oviedo”, agregó el canciller, para tratar la “lista de medidas que están listas”. La TV asunceña adelantó ayer al mediodía que los decretos en manos del Poder Ejecutivo incluyen aumento de impuestos a la venta de productos lácteos y cárnicos importados, incluso los procedentes de los países socios del Mercosur. Ya el presidente paraguayo, Luis González Macchi, había dicho el jueves a la noche ante los demás mandatarios, durante el acto por los diez años del Mercosur, que el aniversario “nos encuentra a todos en plena crisis”. “Sería bueno que nuestros hermanos (en referencia a Argentina y Brasil) tengan el gesto regional y solidario de no asfixiarnos con medidas inconsultas”, concluyó.

 

EL RIESGO PAIS CERRO EN 990 PUNTOS. APOYO DEL FMI
Costumbre del Fondo Monetario

El Fondo Monetario Internacional respaldó las medidas anunciadas por Domingo Cavallo para superar la recesión, y en particular el nuevo sistema de paridad del peso con el dólar y el euro. Pero el visto bueno del organismo financiero no alcanzó para que los mercados locales se recuperaran. En línea con las plazas internacionales, las acciones líderes perdieron 1,9 por ciento. El riesgo país volvió a subir hasta los 990 puntos. En tanto, desde el otro lado del Atlántico, el Banco de España reconoció su preocupación por la crisis argentina, pero consideró que esto no pone en peligro a los bancos ibéricos que operan en esta región.
El portavoz del FMI, Thomas Dawson, dijo que las nuevas medidas anunciadas por Cavallo apuntan a reactivar el crecimiento económico, a la vez que no crean una tasa de cambio múltiple. “Las medidas fueron bien recibidas en Argentina. Pensamos que las metas de crecimiento que inspiran las iniciativas del Gobierno son alcanzables y el FMI sigue apoyando sus esfuerzos en ese sentido”, completó Dawson.
Pero los buenos augurios del Fondo no alcanzaron para revertir los efectos en contrario provocados por el mal humor neoyorquino, donde el Dow Jones cayó 1,0 y el Nasdaq 1,2 por ciento. La baja de Wall Street se reflejó en todos los mercados emergentes. En una rueda caracterizada por una nueva baja de los volúmenes negociados, apenas 23,8 millones de pesos que reflejan el escaso interés que despiertan los papeles locales, el Merval cayó 1,9 por ciento. Los bonos también redujeron su cotización impulsando nuevamente al riesgo país hasta los 990 puntos. La tasa interbancaria (call money) se negoció a 8 por ciento en pesos y a 4,5 por ciento en dólares. En tanto, en San Pablo, luego de una semana agitada por el temor de los inversores a una devaluación en Argentina, el dólar, que el martes alcanzó una cotización sin precedentes de 2,48 reales, terminó la semana en 2,31.
En tanto, desde España el subgobernador del BCE, Gonzalo Gil, consideró que las nuevas medidas económicas “han funcionado” y que por ello no teme en el destino de los bancos españoles que operan en el país.

 

“Una apuesta desesperada”

El semanario británico The Economist, revista de cabecera de los principales hombres de negocios del mundo, calificó las últimas medidas anunciadas por Domingo Cavallo de “apuesta desesperada”. Y se pregunta si “si se está gestando una nueva crisis en los mercados emergentes”, esta vez, con epicentro en Argentina. “Es un principio bien conocido entre los presidentes de bancos centrales y ministros de Economía que si se está planificando una devaluación de la moneda, se debe negar tanto como sea posible que se tenga esa intención. Por una buena razón: ¿Por qué permitirles a los especuladores una apuesta sin riesgo a costo de los contribuyentes”, dice The Economist en su última edición. El artículo explica que “la Argentina ha llevado esta noción un paso más allá: introdujo un subsidio para exportadores y una tarifa para importadores, mientras niega que eso signifique una devaluación”. En tanto, concluye: “que esta estrategia funcione es vital para las esperanzas argentinas de superar la recesión y de evitar otra crisis financiera que podría potencialmente afectar a los mercados donde quiera que sea”.

 

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