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DEJA LA PRESIDENCIA DE AEROPUERTOS Y VA POR LAPA
Eurnekian muestra las cartas

El empresario anunció que se dedicará a analizar la compra de LAPA, eslabón para constituir una megaoperadora aerocomercial.

Vuelos: AA repondría los vuelos a Santa Fe y Rosario, que suspendió a principios de esta semana. Pero no retomará los vuelos con destino a Madrid.

El día que la convocatoria de acreedores de Aerolíneas Argentinas llegó a la mesa de entrada de un juzgado comercial porteño, Eduardo Eurnekian oficializó su interés por evitar “una peligrosa desnacionalización de la actividad aerocomercial”. El anuncio concreto fue que el empresario abandona la presidencia de Aeropuertos Argentina 2000, compañía que opera las principales estaciones aéreas del país, para dedicarse a estudiar oportunidades de negocios en las actividades turística y aerocomercial. El primer objetivo en ese sentido será la compra de LAPA. El comunicado que difundió ayer Eurnekian señala que “se analiza la adquisición del paquete accionario” de esa compañía, “que hoy domina el mercado de cabotaje”.
Página/12 había revelado al comienzo de la crisis de Aerolíneas que el plan de Eurnekian era conformar una gran compañía aérea, integrada por Southern Winds (de la que posee el 30 por ciento), LAPA y Aerolíneas. Hasta ahora Eurnekian negaba esa posibilidad, pero ayer empezó a mostrar parte de su juego.
El empresario señaló que la compra de LAPA la haría en sociedad con “un grupo de inversores”. Casualmente, el secretario general de la Presidencia, Nicolás Gallo, confirmó ayer un encuentro con el ex presidente de Aerolíneas entre 1973 y 1983, Juan Carlos Pellegrini, quien se presentó en nombre del grupo Pérez Companc. Tiempo atrás había trascendido que el interés de Eurnekian era sumar empresarios poderosos a su aventura para quedarse con Aerolíneas, y que entre ellos estaría Pérez Companc. Gallo admitió que ese holding quiere explorar alternativas para “rescatar” a la compañía de bandera. Pero a esta altura no es claro si lo haría junto a Eurnekian o si competiría con él.
El ex dueño de América 2 y, ahora, ex presidente de Aeropuertos Argentina 2000, no mencionó en su comunicado de ayer un interés directo por comprar Aerolíneas, pero lo dejó entrever al remarcar que debe evitarse “el riesgo potencial de un colapso en el sistema (aerocomercial), con consecuencias que llevarían a una peligrosa desnacionalización de la actividad”. La convocatoria de acreedores solicitada por la SEPI para Aerolíneas apunta, según los españoles, a ordenar la compañía para luego venderla. Iniciado ese proceso, Eurnekian hizo saber que “la crisis de Aerolíneas me preocupa tanto desde la condición de participante en la actividad (al controlar los aeropuertos), como por los graves efectos que la falta de servicios aéreos regulares y ordenados puede acarrear a la economía nacional”. Eurnekian tiene en carpeta concretar uno de sus proyectos más ambiciosos: la conformación de una empresa aérea integrada por LAPA, Southern Winds y eventualmente Aerolíneas.
Respecto de la convocatoria de acreedores, que por ahora excluyó a Austral, la SEPI denunció como cesación de pagos el 5 de mayo pasado, y el concurso se tramitará ante el juzgado comercial número 15, a cargo de la jueza Norma Beatriz Di Noto. La empresa pidió un plazo legal de 10 días para presentar documentación adicional, entre ellas, el monto de su pasivo, que según vienen señalando los españoles ronda los mil millones de dólares. La SEPI informó que mantendrá los servicios que presta actualmente, es decir que siguen excluidos los trayectos transoceánicos, luego de que algo más de una semana atrás abandonó el último de ellos, a Madrid.
Uno de los motivos por los cuales Aerolíneas dejó de volar a Europa fue la cancelación en la venta de combustibles –de acuerdo a lo manifestado por la SEPI– por parte de Repsol. Sin embargo, ayer la petrolera aclaró que seguirá suministrando combustible a la línea de bandera, incluso en Madrid. Aun así, la SEPI descartó retomar los vuelos a ese destino. En cambio, ayer trascendió que la compañía repondría los vuelos a Santa Fe y Rosario, que suspendió a principios de esta semana. Según deslizaron voceros de Aerolíneas, habría un solo vuelo a esos destinos y se realizaría con un avión Boeing 737 de propiedad de la empresa, que despegaría el lunes desde Aeroparque. Hasta ahora, esos destinos eran atendidos por la empresa Aerovip, cuyos servicios contrataba Aerolíneas.
Por otra parte, uno de los temas que por estas horas más inquieta a los trabajadores de AA es cuándo la Sepi enviará los fondos que corresponden para pagar salarios y mantener la empresa en operaciones, tal como se comprometió. Desde el Gobierno dijeron que de “hoy (por ayer) al lunes la Sepi debería anunciar el envío de fondos”, para lo cual ya ni siquiera tiene la excusa de que el sindicalista Ricardo Cirielli se niega a firmar el Plan Director. Con la convocatoria de acreedores, los convenios colectivos de trabajo cayeron automáticamente.

 


 

RAFAEL BIELSA, DE LA SIGEN, DETALLO SU PLAN A CIRIELLI
Alternativa de emergencia

Ricardo Cirielli escuchó ayer de boca de Rafael Bielsa, el titular de la Sindicatura General de la Nación, los detalles del plan de salvataje que esta dependencia oficial elaboró para rescatar a Aerolíneas Argentinas. La propuesta, de la que Página/12 informó ayer en exclusiva, no disgustó al líder de la Asociación del Personal de Técnicos Aeronáuticos, el gremio que hasta ahora se niega a adherir sin negociar al programa de ajuste planteado por la SEPI.
La Sigen diseñó una alternativa de emergencia por si la transición hacia un operador sustituto de la SEPI se complica al punto de dejar a la firma al borde del precipicio. El Estado descartó de plano la reestatización que habrían postulado algunos de los gremios aeronáuticos y legisladores, con el aval de Raúl Alfonsín.
Bielsa y sus técnicos tomaron como punto de partida que la SEPI absorbería todo el pasivo. A partir de allí, pensaron en la creación de un fondo inversor, al que aportarían los trabajadores y proveedores de la empresa. En el primer caso, capitalizando una quita salarial. En el segundo, recibiendo como pago hasta el 30 por ciento en cuotas parte de ese fondo. Después, y con un plan operativo, Aerolíneas se lanzaría a captar inversores, empezando por las AFJP.
Con el respaldo de la Jefatura de Gabinete, Bielsa previó conquistar en primer lugar el visto bueno de Cirielli para, después, buscar el aval de los otros gremios. La idea de resignar salario a cambio de una participación en la empresa no es ajena a los gremios, que ya habían escuchado algo semejante del propio Gobierno, cuando éste comenzó a buscar fórmulas para que el conjunto de los gremios cedan prerrogativas para permitir que SEPI achique costos.
Varios de los sindicatos de perfil más combativo –como APTA, Aeronavegantes y APA– presentaron hace un año su propio plan de salvataje inspirado en los consejos que les dio un ex piloto norteamericano, responsable del salvataje de United. En éste los empleados capitalizaron parte de sus aportes a la seguridad social a cambio de acciones.
“La Sigen es una entidad confiable, y además no ata la propuesta a un empresario en particular sino que plantea primero un plan para. Recién después se buscarían inversores”, juzgó Cirielli ante este diario, poco antes de entrevistarse con el síndico general de la Nación, quien ya le había anticipado telefónicamente el contenido de su propuesta.
El jueves, poco después que Aerolíneas Argentinas anunciara la decisión de su directorio de organizar una convocatoria de acreedores, los gremios se reunieron con el jefe de Gabinete y la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich. Luego del encuentro, Cirielli se había mostrado por primera vez optimista, como si aquel llamado realmente abriera la posibilidad de salvar a la compañía.
Posiblemente el discurso optimista del dirigente gremial sea parte de una estrategia consensuada con el Gobierno para dejar en evidencia la intención real de SEPI de irse de Aerolíneas lo antes posible y “sin aportar un duro más”. La convocatoria derrumba los convenios laborales que los españoles deseaban modificar y ahora ya no tienen excusa para no aportar capital, según especulan en el Gobierno.

 

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