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STORANI SACA VENTAJA, ALFONSIN NO RECONOCE LA DERROTA
En el radicalismo todos ganan

Storani-Moreau-Casella dijeron cosechar el 60 por ciento de los votos en la interna de la UCR bonaerense. Pero anoche, Alfonsín- Posse-García negaron los números y también se adjudicaron la victoria.

Federico Storani emite su voto en las elecciones internas del radicalismo bonaerense.

Por Fernando Cibeira

Los radicales ayer tuvieron su interna en la provincia de Buenos Aires, un ritual que no sabe de crisis ni de piquetes. Y eso que la principal candidatura –la de senador– había quedado por consenso en manos de Raúl Alfonsín. Según los datos oficiales del Comité Provincia que controlan, la “Alianza radical” confirmaría su favoritismo al obtener el 60 por ciento de los votos por lo que Federico Storani será el nuevo jefe partidario, Leopoldo Moreau primer candidato a diputado y Juan Manuel Casella delegado al Comité Nacional. Sin embargo, al cierre de esta edición, la oposición que postulaba a Ricardo Alfonsín, Melchor Posse y Enrique “Japonés” García no reconocía su derrota, además de declarar cumplido su objetivo de demostrar que no hay sectores hegemónicos dentro de la UCR bonaerense. Ahora, con las candidaturas definidas, será el momento de pensar cómo harán para descontar en menos de cuatro meses la diferencia que les lleva el PJ, cada vez más lejos en las encuestas.
Los resultados iban llegando lentos, como aburridos, pasadas las 21 al Comité Provincia, en Paseo Colón al 600. Los encargados del recuento justificaban la demora en que “acá no hay tecnologías”. Luego de las denuncias de rigor por irregularidades en padrones en algunas mesas del conurbano, al cierre de los comicios le siguieron algunas horas de silencio que daban la pauta que el recuento venía parejo. Incluso, en las versiones extraoficiales que circulaban al mediodía algunos arriesgados llegaron a hablar de un empate técnico.
Luego quedó en claro que el fuerte de la lista ganadora residía en los distritos del centro de la provincia mientras que en la populosa primera sección electoral prevalecían sus adversarios, con la importante ventaja que Posse y García obtenían en sus feudos, San Isidro y Vicente López. Antes de las 22, y con apenas el 17 por ciento de las mesas escrutadas, los candidatos ganadores ofrecieron una rueda de prensa anunciando que la diferencia que habían alcanzado ya marcaba una tendencia irreversible.
“Nuestra lista ganó en siete de las ocho secciones electorales”, indicó Moreau, anticipando cuál sería el latiguillo preferido de los triunfadores. Como la victoria tal vez no era tan impactante en cuanto a diferencia de votos, tenían la posibilidad de mostrar que sí había sido pareja en cuanto a extensión territorial. Sus palabras fueron recibidas por las barras con cantos en los que atacaron tanto al ex ministro alfonsinista Enrique “Coti” Nosiglia, al candidato a senador justicialista Eduardo Duhalde como al ministro Domingo Cavallo.
La heterogeneidad de los enemigos da cuenta de lo que fue la campaña, en la que cada lista trató de presentarse como la más progresista y distante del gobierno. En los últimos días, Storani había encontrado una bandera diferenciadora en su oposición a una alianza con el cavallismo que, supuestamente, alentaban Posse y compañía. Además, Storani y Moreau habían acusado a los sectores delarruistas de trabajar a favor de sus rivales. Con todo, ayer, ambos fueron más que cautos con sus adversarios, a quienes llamaron a dialogar a partir de hoy.
Una hora más tarde que sus rivales se proclamaran ganadores, Ricardo Alfonsín, quien ayer hizo su debut como candidato, salió a desmentirlos. “Estamos ganando”, dijo. “Es una elección muy reñida. Nadie está en condiciones de atribuirse el triunfo. Nosotros, por la información que tenemos, estamos ganando por 4 mil y 5 mil votos en toda la provincia”, agregó. Poco después, Posse salía a decir en público lo que voceros del sector hasta ese momento sólo decían en privado: que a lo sumo podrían estar perdiendo por el cuatro o el cinco por ciento de los votos, pero jamás por la diferencia que proclamó Moreau. “Puede terminar 52 contra 48 por ciento, pero nadie se puede arrogar el triunfo y cualquiera fuera el resultado nosotros ahora somos el 50 por ciento del partido”, dijo, haciendo malabarismos con los números. Lo que quedaba fuera de toda duda era que los opositores se habían alzado con holgura los cargoscorrespondientes a la minoría y que a partir de ahora tienen derecho a reclamar su cuota de protagonismo en la estructura partidaria.

 


 

STORANI CERRO LA PUERTA AL CAVALLISMO
“Queremos ayudar al Gobierno”

Aunque su rival Ricardo Alfonsín no lo aceptaba, anoche Federico Storani ya hablaba como el nuevo presidente de la UCR bonaerense, en reemplazo de su aliado Leopoldo Moreau. En tono cauto, el ex ministro del Interior convocó al diálogo a sus derrotados y dio por muerta toda posibilidad de coalición electoral con el cavallismo.
–¿Lo deja conforme el resultado de la elección?
–Sí, y desde dos puntos de vista. Primero porque la participación fue cercana a las 200 mil personas, que para este momento de descreimiento que vive la clase política y la difícil situación que atraviesa el Gobierno es aceptable. Segundo, porque el resultado está en lo previsto: hemos ganado 7 de los 8 distritos electorales, tal como yo venía pronosticando. La otra lista sólo pudo hacer diferencia en la primera sección electoral donde Melchor Posse y Enrique García tienen sus distritos. Incluso ganamos por 400 votos en la sección quinta que es en la que milita Ricardo Alfonsín, que nosotros teníamos como dudosa.
–¿Qué significa su triunfo?
–Significa que ha sido ratificada una línea que plantea un radicalismo popular, con la posibilidad de ser eje de una convocatoria a otros sectores afines que forman parte del campo popular.
–¿Cómo debería tomar el Gobierno este resultado?
–Como que tiene que reconocer interlocutores representativos y aprovecharlos en el buen sentido de la palabra: nosotros queremos ayudarlo y ellos deben dejarse ayudar. Este en teoría es el primer gobierno de coalición de la historia. Y una coalición deben buscar consensos y abrir el diálogo a todos los sectores, algo que aspiramos que suceda en el futuro.
–¿Es el corte definitivo a la posibilidad de una alianza con el cavallismo?
–Así es. Cavallo ha dicho que tiene una arreglo con Duhalde en la provincia y eso es incompatible con la Alianza. Además, con Acción por la República hemos tenido diferencias históricas en materia como educación pública, integración del Mercosur, y la lucha por los derechos humanos.
–¿La interna se podría haber evitado?
–Pienso que sí. No todos los que están en la línea opositora tienen esta posición de armar alianzas contra natura. En su gran mayoría, la otra lista está compuesta por dirigentes que pertenecen al campo popular.
–¿Como trabajarán ahora para las elecciones de octubre, con el peronismo cada vez más lejos en las encuestas?
–Esa es nuestra preocupación y la primera tarea será sentarse a conversar. Hay que buscar la mejor estrategia, aunque decir ahora cuál es prematuro. Nosotros hemos hecho convocatoria a los sectores populares.

 

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