Por Carlos Noriega
Desde Lima
El mayor delincuente en la historia
del Perú, que desde hace ocho meses era el hombre más buscado
de este país, finalmente cayó preso en Caracas. La detención
de Vladimiro Montesinos se produjo la noche del sábado y la noticia
se conoció en la mañana del domingo de boca del propio presidente
venezolano Hugo Chávez, quien anunció que el ex asesor del
destituido presidente Alberto Fujimori será enviado al Perú
en menos de lo que canta un gallo. En el Perú a Montesinos
le espera una segura condena, que podría llegar incluso a la cadena
perpetua. El ex hombre fuerte de los servicios de inteligencia peruanos
durante el régimen autoritario de Fujimori está acusado
de homicidio, torturas, narcotráfico, tráfico de armas,
enriquecimiento ilícito y corrupción de funcionarios, entre
otros delitos.
Vladimiro Montesinos fue llevado a las oficinas de la Dirección
de Inteligencia Militar de Venezuela, donde fue largamente interrogado.
Horas después de anunciada la detención de Montesinos, el
ministro del Interior peruano, general de la policía en retiro
Antonio Ketín Vidal, viajó a Caracas. Antes de partir, Vidal
quien saltó a la fama por haber conducido en 1992 como jefe
de la policía antiterrorista la captura de Abimael Guzmán,
el líder del grupo terrorista Sendero Luminoso señaló
que esperaba retornar trayendo a Montesinos, quien no sería extraditado,
sino expulsado de Venezuela.
El presidente peruano Valentín Paniagua expresó su satisfacción
por esta captura y la calificó como un paso fundamental y
decisivo en el proceso de moralización del país. Paniagua
se enteró de la captura de Montesinos mientras se encontraba de
gira por el sur del país inspeccionando los daños causados
por el terremoto ocurrido en la tarde del sábado y que ha dejado
más de 50 muertos. Sin embargo, desde el medio día del sábado
ya estaba informado del operativo puesto en marcha para detener a Montesinos.
El presidente electo Alejandro Toledo, quien suspendió una gira
por Estados Unidos y Europa a raíz del terremoto, también
se enteró de la captura cuando estaba en la ciudad de Arequipa,
una de las más afectadas. Es una noticia que en medio de
este desastre sirve para recuperar la fibra moral que el Perú necesita,
afirmó Toledo.
Chávez, cuyo gobierno ha sido acusado de dar protección
a Montesinos desde que éste llegó a ese país en diciembre
pasado, hizo el anuncio de la captura durante la clausura de la XIII Cumbre
Andina de Presidentes que se desarrolló en la ciudad venezolana
de Valencia. Para Chávez el momento no podía ser más
oportuno para hacer este anuncio. El presidente venezolano no desaprovechó
la oportunidad para responder las críticas a su gobierno por la
supuesta protección a Montesinos y elogiar a la policía
de su país. Anoche afortunadamente, y le doy gracias a Dios,
hemos capturado vivo a Vladimiro Montesinos, dijo Chávez
durante la ceremonia de clausura frente a los presidentes de los otros
países andinos. El presidente peruano Valentín Paniagua
no estaba entre los presentes. En su representación asistió
a la Cumbre Andina el canciller Javier Pérez de Cuéllar,
quien agradeció a Chávez: Esta captura ha sido posible
gracias a la colaboración brillante e indispensable de Venezuela.
El presidente venezolano aseguró que se enteró de la captura
en la noche del sábado cuando se retiraba a sus habitaciones luego
de la cena oficial con los otros presidentes de la región. Ciertas
personas lo estaban moviendo por varios sitios, la gente que lo escondía
estaba desesperada porque su traslado a otro lugar se había demorado
más días de los previstoy eso los hizo cometer algunos errores
que fueron aprovechados por los servicios de inteligencia, relató
Chávez. Cuando me enteré de la captura lo llamé
[a Luis Miquilena, ministro del Interior] y le dije: Luis, te tengo un
café. Según Chávez, ésa era la clave
que desde hace dos meses ambos tenían para informarse de la detención
de Montesinos.
Un triunfante Hugo Chávez calificó de leyendas
las versiones que lo vinculaban a Montesinos y que aseguraban que le venía
dando protección. Luego del frustrado golpe de Hugo Chávez
en 1992, más de un centenar de militares venezolanos golpistas
se refugiaron en el Perú, donde Fujimori y Montesinos los recibieron
con lo brazos abiertos. El ex asesor parecía estar cobrándose
ese favor. Montesinos llegó a Venezuela a comienzos de diciembre
del año pasado luego de fugar del Perú en un velero el 29
de octubre. Su primera escala fue Galápagos, de donde siguió
su travesía a la Isla de Cocos en Costa Rica. Luego viajó
a Aruba y de ahí a Venezuela, donde a mediados de diciembre se
habría sometido a una operación de cirugía estética
en el rostro.
El fracaso en abril de un operativo para capturar a Montesinos por una
aparente negligencia de la policía venezolana reforzó las
sospechas de que el ex asesor de Fujimori gozaba de protección
de autoridades de ese país. Esas sospechas aumentaron cuando en
un poco disimulado afán de encubrimiento, el diputado chavista
Pedro Carreño llegó a asegurar que tenía pruebas
que Montesinos había sido asesinado en Lima por militares peruanos
que le habían robado los millones de sus cuentas bancarias. Hugo
Chávez respaldó la disparatada versión: Yo
mismo he escuchado señaló esa versión
en otro país sudamericano y me la dijo una persona muy seria.
Luego de la captura de Montesinos, Carreño señaló
que éste había estado secuestrado y que sus secuestradores
decidieron entregarlo a las autoridades venezolanas.
El procurador especial para investigar los delitos de Montesinos, José
Ugaz, aseguró ayer que una vez en el Perú, el ex hombre
fuerte del fujimorismo deberá responder a 140 procesos legales
en su contra. Su suerte está echada y pasará mucho
tiempo en prisión, señaló Ugaz. Por su parte,
la Fiscalía de la Nación había formalizado el viernes
una acusación penal contra Montesinos por enriquecimiento ilícito
por un monto superior a los 260 millones de dólares. Sin embargo,
se estima que la fortuna ilegal de Montesinos podría llegar a los
mil millones de dólares. Conocida la noticia de la captura de Vladimiro
Montesinos, una de sus hermanas fue rápidamente a entrevistarse
con la esposa del ex asesor, Trinidad Becerra, quien se encuentra bajo
arresto domiciliario. Becerra recibió la noticia de la detención
de su marido junto a sus hijas Silvana, también procesada por la
justicia, y Samantha. Su abogado, José Ed Clarke, se alegró
por este hecho. Esto me tranquiliza, porque me va a ayudar a demostrar
que mi cliente es inocente, porque no sabía nada de las millonarias
cuentas en las que figura como beneficiaria, señaló.
El gobierno de Estados Unidos reaccionó con un breve comunicado
en el que se limitó a expresar que estará pendiente
del desarrollo de los acontecimientos. Hasta el momento no se ha
conocido una reacción del ex presidente Alberto Fujimori, refugiado
en Japón. Si Montesinos decide contar ante la Justicia los entretelones
de la red de corrupción que montó en el gobierno de Fujimori,
el ex presidente peruano tiene razones de sobra para estar preocupado
por esta detención.
Claves
Durante 10 años,
Vladimiro Montesinos fue el hombre más poderoso de Perú,
máximo asesor del ahora exiliado presidente Alberto Fujimori,
jefe de sus espías, triunfante en la lucha contra la guerrilla
maoísta Sendero Luminoso, en la capitalización del
narcotráfico y en disciplinar a las Fuerzas Armadas, al Poder
Judicial y a los medios de comunicación.
Los videos que Montesinos
filmó detalladamente de los sobornos que pagaba a figuras
políticas provocaron la caída de la fujicracia en
noviembre del año pasado, la asunción del actual presidente
interino Valentín Paniagua, y la celebración de elecciones
generales este año, que dieron la victoria a Alejandro Toledo.
Su captura fue anunciada
ayer por el presidente venezolano, Hugo Chávez, en la ciudad
de Valencia, durante una cumbre de presidentes de la Comunidad Andina
de Naciones. Su deportación a Perú era inminente.
La noticia de la captura
fue saludada por el gobierno peruano y el presidente electo. La
gran incógnita es lo que un Montesinos preso y bajo juicio
pueda revelar sobre la actual clase política y militar peruana.
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SUBRAYADO
Por Claudio Uriarte
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Victoria de doble
filo
La captura de Vladimiro Montesinos, el rasputinesco asesor de
inteligencia de Alberto Fujimori, representa una victoria de doble
filo para la incipiente democracia peruana: por una parte, marca
el fin de la impunidad, y de una actitud venezolana que se podía
considerar como ambigua; por otra parte, adelanta la posibilidad
de que el tenebroso jefe del Servicio de Inteligencia Nacional prenda
el ventilador respecto a muchos de los políticos peruanos
en funciones que fueron filmados en sus vladivideos de la corrupción,
que representan una verdadera bomba de tiempo instalada en la base
de un cuerpo político que no puede haber cambiado tanto en
los meses desde que Fujimori dejó el poder. En el fondo,
y si la captura de ayer no es el resultado de un pacto escrupulosamente
calculado entre Perú, Venezuela, la CIA y el propio Montesinos,
lo más conveniente para todas las partes salvo, desde
luego, para Montesinos sería que éste apareciera
muerto por muerte, claro está, natural: toda muerte es natural.
Los hechos están allí: por una larga década,
Estado y Partido fueron la misma cosa en Perú, lo que en
el caso del Perú equivale a decir que fueron la misma cosa
el Estado peruano y la confusa y sórdida amalgama entre servicios
de inteligencia y populismo asistencialista que representaba Fujimori.
La lucha contra el terrorismo de Sendero Luminoso y el combate antinarcotráfico
espoleado por Washington eran dos de los arietes que legitimaban
internacionalmente la consistencia del experimento. De un período
tan largo, es casi seguro que mucho queda en pie de una clase política
que se arrastró por largos años a la sombra del Partido-Estado:
el aprismo y los independentistas como Alejandro Toledo nunca estuvieron
exentos de la sospecha de integrar algún capítulo
de la fabulosa videoteca del tenebroso asesor.
Un último elemento de análisis es cómo queda
la relación de fuerzas en la América Latina hegemonizada
por George W. Bush tras el arresto. La fuga de Montesinos a Venezuela
había parecido la sombra de la resistencia a la hegemonía
de Washington por parte de sectores del gobierno del militar carismático,
de un modo análogo al que Cuba respaldó al ex general
panameño Manuel Antonio Noriega en los días de la
invasión norteamericana. Esto se daba en el contexto de una
fuerte alineación con EE.UU. de Colombia, Panamá.
Bolivia, Paraguay y el propio Perú reinventado por Toledo,
el Cholo de Harvard. Esto inicia un reacomodamiento
de las piezas.
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