Por
Roque Casciero
Una
vez más, el fin de temporada de Friends tendrá
como banda sonora la marcha nupcial. Chandler y Monica, dos de los personajes
principales, darán el sí esta noche a partir de las 20.30,
por Sony, en el capítulo doble que culmina con el séptimo
año de la exitosa serie estadounidense. La insistencia de los guionistas
en usar al matrimonio como gancho para la temporada siguiente les dio
buenos frutos: si uno se guía por el mundo Friends, hombres y mujeres
de treinta y pico sólo piensan en llegar ante el altar o en cómo
hacer para evitarlo sin morir de soledad en el intento. Pero esta vez,
además de imaginar qué les pasará a los recién
casados, habrá otro motivo que permanecerá en la memoria
de los fans de la serie (que se cuentan de a millones en todo el mundo)
hasta noviembre, cuando arranque la nueva temporada. Y tiene que ver con
un test de embarazo con resultado positivo...
Pero todo esto estuvo a punto de no suceder. El futuro del programa peligró
hasta último momento debido a discusiones sobre el cachet de los
protagonistas. Finalmente se llegó a un acuerdo y todos siguen
siendo amigos: durante el octavo año de la serie, Jennifer Aniston
(que encarna a Rachel y está casada con Brad Pitt en la vida real),
Lisa Kudrov (Phoebe), Matthew Perry (Chandler), Matt Le Blanc (Joey),
Courteney Cox (Monica) y David Schwimmer (Ross), se llevarán ¡un
millón de dólares por capítulo! Durante 2000-2001
ya cobraban 750 mil por emisión, un sueldo de acuerdo al status
de estrellas que tienen. Ya quedó muy atrás el tiempo en
que firmaron su primer contrato para la serie, con un sueldo apenas superior
a los 150 mil dólares por año.
Un inconveniente que podría ensombrecer el panorama de Friends
para el año próximo es la salud de Perry, quien fue hospitalizado
hace poco debido a una recaída en la pancreatitis que lo aquejó
el año pasado. La dieta de alcohol y drogas legales que el actor
había mantenido durante largo tiempo no fue de gran ayuda para
su recuperación. La nueva internación llegó mientras
trabajaba en una película con Elizabeth Hurley.
Lo concreto, por ahora, es que la séptima temporada de la serie
culmina con un capítulo doble en el que cada uno de los protagonistas
tiene oportunidad de lucirse como comediante. La emisión cuenta
con dos invitados de lujo: Kathleen Turner interpreta al padre de Chandler,
un travesti avejentado con modales de diva, y Gary Oldman es un actor
consagrado que comparte con Joey una película sobre la Primera
Guerra Mundial. A propósito, éste deberá hacer malabares
para poder asistir a la boda, ya que tiene filmación a la misma
hora. No es el único problema que enfrenta Joey: su coestrella
lo escupe cada vez que pronuncia las letras p y t,
y llega al set completamente borracho.
Monica, que ha estado obsesionada con el matrimonio durante toda su vida,
siente que llegó su gran momento. Sin embargo, a último
momento, Chandler se asusta ante la idea de estar casado y desaparece.
Ross y Phoebe salen a buscarlo. Pero antes, la rubia delirante encuentra
un test de embarazo con resultado positivo en un tacho de basura. Por
eso da por sentado que Monica espera un hijo y que ése es el motivo
para la huida de su pareja. Finalmente, Chandler aparece y la boda se
hace. Todos piensan que la novia está embarazada, pero hay una
sorpresa. Y el misterio recién se develará en noviembre.
Todo gracias a la danza de los millones que Warner Bros., la productora
de la serie, decidió bailar con sus buenos y exitosos amigos. Esos
que, para gusto de los fans y tranquilidad de sus propias billeteras,
seguirán reuniéndose otro año en el café Central
Perk.
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