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Antes de irse de Berlín, Madonna visitó un campo de concentración

La estrella recorrió, junto a la actriz Gwyneth Paltrow, el campo de Sachsenhausen. Luego viajó a París, donde continúa su gira mundial.

La cantante estadounidense Madonna, que acaba de concluir la etapa alemana de su gira mundial Drowned World Tour, aprovechó el último día de su estancia en Berlín para visitar un ex campo de concentración convertido en monumento. En compañía de una amiga famosa, la actriz Gwyneth Paltrow, Madonna visitó el campo de concentración de Sachsenhausen, uno de los principales centros de detención y aniquilamiento del régimen nazi. Después de recorrer el museo, las barracas en las que debían vivir los presos, los crematorios y las fábricas en las que debían hacer trabajos forzados, Madonna rezó y se retiró sin formular declaraciones a la prensa.
Sachsenhausen fue uno de los primeros campos de concentración habilitados por los nazis, en 1933, y fue destinado primero a alojar a comunistas y socialdemócratas, después a judíos y prisioneros de guerra soviéticos. En total los nazis hacinaron hasta 1945 a unas 200.000 personas, de las cuales la mitad no sobrevivió. Madonna se mostró vivamente interesada en la historia del lugar y comentó a Paltrow –la protagonista de Shakespeare apasionado, por la que ganó un Oscar– que mientras viva “jamás olvidará” lo que vio en la recorrida, según publicó ayer un diario alemán. Es infrecuente que las estrellas de la música pop visiten campos de concentración, pero es bastante claro que Madonna rompe el molde de lo que debe hacerse, casi como una obsesión personal.
En Berlín la reina del pop ofreció cuatro conciertos, tras lo cual voló ayer rumbo a París, la próxima estación de su gira mundial Drowned World Tour, que comenzó exitosamente en España. Un vocero del aeropuerto Tempelhof de Berlín confirmó que la diva partió rumbo a la capital francesa en su avión privado. Los cuatro espectaculares conciertos en Berlín –martes, miércoles, viernes y sábado– atrajeron a más de 40.000 personas y pusieron prácticamente patas arriba a la capital alemana, especialmente por las grandes dotes de transformación de la cantante que se presentó como vaquera montando un caballo mecánico, muchacha cibernética, geisha y chica punk, cantando los números más exitosos de su larga carrera.
Madonna, quien estuvo acompañada por un enjambre de asistentes, niñeras y guardaespaldas, cumplió varias actividades privadas, visitando museos, el monumento antinazi “Topografía del Terror” y otras atracciones turísticas, además de frecuentar algunos restaurantes de especialidades de la capital alemana, casi siempre acompañada de Paltrow, quien llegó especialmente a Berlín para acompañarla. Sus hijos Lourdes (5 años) y Rocco (10 meses) también fueron vistos varias veces paseando por la ciudad o haciendo compras, bajo estrecha vigilancia de los guardaespaldas. La gira mundial de Madonna, que podría ser la última, terminará el 14 de septiembre en Los Angeles.

 

 

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