Por Carlos Rodríguez
Cinco policías ocuparán
hoy el banquillo de los acusados en una causa por privación ilegal
de la libertad, tentativa de extorsión y vejaciones que podría
derivar en penas de hasta 15 años de prisión. La víctima
fue un comerciante del barrio de Barracas, Desiderio Meza, a quien le
pidieron 2000 pesos de coima. Luego de fingir que aceptaba pagar, el hombre
fue a la cita con los cinco involucrados llevando entre sus ropas una
cámara oculta del Canal 13. La cinta servirá de prueba,
aunque los acusados trataron de destruirla al descubrir la trampa. El
juicio oral, por si faltaban condimentos, contará con la participación,
como codefensores de uno de los policías, de dos ex miembros del
Poder Judicial que supieron forjar una gran amistad detrás de las
rejas de la cárcel vieja de Caseros. Los que regresan del escándalo
son Roberto Schlagel, ex secretario del también detenido ex juez
de Dolores Hernán Bernasconi, y el ex magistrado Carlos Branca,
quien todavía debe afrontar su propio juicio oral. Para llenar
el cartón, otro de los defensores será Mariano Cúneo
Libarona
La audiencia se celebrará, desde las 10, en el Tribunal Oral número
28, en Paraguay 1536. El caso comenzó el 11 de abril de 2000, cuando
Meza fue interceptado por miembros de una brigada de la comisaría
30ª, de Barracas, en la vereda de su casa particular, en Alvarado
2314. Lo llevaron a la sede policial, en su propia camioneta, una Ford
Courier, y con uno de sus 12 hijos, que entonces tenía 3 años.
Mami, la cia pegó a papi, fue el relato a media lengua
que hizo después el chico a su mamá, porque vio como le
pegaron a su padre una cachetada en la cara y un segundo golpe en la nuca.
Los policías le exigieron dinero para no fabricarle
una causa y antes de que se fuera de la seccional, le mostraron a Meza
un arma y una granada que ya le habían puesto en el vehículo,
por si se negaba a pagar, para acusarlo por tenencia ilegal de armas
de guerra.
Meza, después de prometer el pago, se presentó ante la Coordinadora
Contra la Represión Policial (Correpi), cuyos abogados María
del Carmen Verdú, Daniel Stragá y Andrea Sajnovsky, tomaron
el caso. Dos días después, en un bar ubicado en Montes de
Oca y Osvaldo Cruz, Meza se presentó a pagar los 2.000 pesos, con
una cámara oculta entre sus ropas, más la presencia de periodistas
del Canal 13 y una comisión de la División Defraudaciones
y Estafas de la Federal, al mando del comisario Carlos Alberto Sablich,
quien finalmente tuvo la misión de detener a sus propios compañeros.
Los acusados son el cabo primero Roque Mona y el cabo Jorge Luis Fernández,
quienes fueron los que detuvieron a Desiderio en su casa de Barracas.
Otros dos imputados son el sargento Domingo Castiglione y el subinspector
Mario Carlos Machado, presentes en la comisaría, el día
en que Meza fue llevado junto con su hijo. Machado fue el que golpeó
a la víctima, escena de violencia que hizo llorar a la criatura.
El golpe fue corroborado por una médica forense y por ese motivo,
Machado es el que tiene sobre sí todos los delitos que serán
analizados por los jueces Alfredo Olivan, Carlos Chediek y Carlos Rengel
Mirat. Podría recibir hasta 15 años y medio de prisión,
estimaron los abogados querellantes.
El quinto detenido es el subcomisario Edgardo Cejas, responsable de la
seccional. Según declaró Meza, luego de la golpiza, Cejas
entró al lugar donde estaba el detenido y preguntó: ¿Qué
pasó con este hijo de puta?. Recién se quedó
tranquilo y hasta le palmeó la espalda a Desiderio, diciéndole
así me gusta, cuando Machado comentó a su superior
que el comerciante estaba dispuesto a colaborar con el aporte
de 2.000 pesos que le habían solicitado de manera tan gentil.
Machado, Mona y Fernández fueron al bar, para cobrar el dinero.
Cuando ya estaban sentados con Meza, sonó el celular de uno de
los policías. Desde ese momento se pusieron nerviosos y quisieron
salir del lugar, como si alguien les hubiese advertido que estaban cayendo
en una trampa. Fernández se fue con Meza, a la camioneta de éste,
mientras los otros dos subían a un Chevy celeste. Desiderio entregó
el dinero en dos fajos de1.000 pesos y después que lo hizo, Mona
se presentó gritando ¿este hijo de puta no tendrá
un grabador?. Los imputados destrozaron la cámara oculta
y le sacaron la campera a Meza.
El fiscal de primera instancia, Horacio Amelotti, opinó que los
descargos de los policías no resisten mayores análisis
y consideró que el expediente es un acopio de prueba cargosa
imposible de revertir por la defensa. Luego de hacer la denuncia
contra los policías, Meza, oriundo del Chaco, tuvo que dejar el
barrio de Barracas, donde pasó buena parte de su vida, para instalarse
en una localidad bonaerense cuyo nombre se mantiene en reserva por razones
de seguridad. A principios de año denunció ante la Justicia
que tres hombres, supuestamente policías, lo siguieron durante
varias horas hasta que pudo despistarlos. Eso lo llevó a instalarse,
durante un tiempo, en el interior del país.
MAS
PROCESADOS EN EL CASO CARRASCO
La hora del encubrimiento
La investigación por
el encubrimiento del crimen del soldado Omar Carrasco, ocurrido en marzo
de 1994, ya acumula diez procesados y está próxima a ser
elevada a juicio oral, confirmaron fuentes del Tribunal Federal de Neuquén
que en enero de 1996 condenó como responsables del hecho al subteniente
Ignacio Canevaro y a los ex conscriptos Cristian Suárez y Víctor
Salazar.
El tribunal dejó firmes los procesamientos del sargento Mario Guardia
y de los tenientes Néstor Parodi y Carlos Verón, quienes
se sumaron a siete oficiales cuya acusación ya había sido
confirmada con anterioridad. Entre los imputados se encuentran el ex titular
de la Sexta Brigada de Neuquén, general Carlos Díaz; el
ex jefe del cuartel donde murió Carrasco, coronel Guillermo With,
y los auditores del Ejército Jorge Ferrario, Mauricio Gutiérrez
y Osvaldo Muñiz. El cuerpo del soldado estuvo oculto un mes dentro
del cuartel y el juicio tratará de establecer quienes fueron los
responsables de esa maniobra de encubrimiento.
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