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IBARRA Y ALFONSIN LE OFRECIERON A CARRIO LA CANDIDATURA
Rozas, el precio para negociar

Los aliancistas quieren que la diputada sea candidata a senadora por un frente formado con el ARI. Lilita pidió que Rozas no sucediera a Alfonsín al frente de la UCR. Las charlas con Farinello.

Ibarra y Alfonsín negocian con Carrió formar una coalición entre la “Alianza original” y el ARI.

Por Sergio Moreno

Muy probablemente diga que no, rompiendo el corazón de los dos dirigentes que pergeñaron la estrategia, Aníbal Ibarra y Raúl Alfonsín, aunque todavía no dio por finalizadas las negociaciones. Elisa “Lilita” Carrió escuchó en silencio la propuesta que le hizo el ex presidente: conformar en la Capital Federal un nuevo frente, que contenga a la Alianza porteña y al ARI, para llevarla como primera candidata a senadora, acompañada por Alfredo Bravo. El jefe de la UCR tiene pensado repetir el esquema en la provincia de Buenos Aires con al ARI y, además, al Polo Social. Para ello, ha comenzado a conversar con el cura Luis Farinello. Carrió escuchó la propuesta, pero puso una condición “para empezar a hablar”: que el gobernador chaqueño, Angel Rozas, no sea el sucesor de Alfonsín en el del Comité Nacional del radicalismo. Lilita prefiere que el ex presidente mantenga ese lugar después de las elecciones de octubre que resultaría atractivamente funcional a su proyecto presidencialista para 2003.
El crecimiento de la diputada chaqueña es el nuevo fenómeno de la política argentina. Crítica desde los inicios del gobierno de la Alianza, comenzó en soledad a elevar su voz ante cada paso que la administración de Fernando de la Rúa daba para alejarse de sus propuestas electorales de 1999. El breve interregno de Ricardo López Murphy al frente del Palacio de Hacienda y su posterior y rápido reemplazo por Domingo Cavallo empujaron a la diputada a cruzar el Rubicon. Su investigación sobre maniobras vinculadas al lavado de dinero proveniente del narcotráfico y de negociados con el Estado durante el Gobierno menemista a través de los bancos de Raúl Moneta, terminaron por instalarla en el favor de la sociedad, a punto tal de encabezar la preferencia de la sociedad para ser presidenta de la Nación en 2003, según lo que se afirma en dos encuestas nacionales.
La revelación que hizo hace un mes a Página/12 desanimó los espíritus de los dirigentes porteños: en esa oportunidad dijo que, si termina a tiempo su labor al frente de la Comisión, se presentaría como candidata a senadora del ARI por la Capital.
Con inocultables diferencias con el Gobierno nacional –al que acusan de haber “dejado la Alianza”–, frentistas y radicales alfonsinistas no se resignan a perder una serie de valiosos dirigentes con los cuales, dicen, comparten el mismo espacio y las mismas ideas progresistas de gobierno. Ibarra tomó decisiones en esa dirección, desplazando al delarruismo de su gabinete, abriéndoles las puertas a los hombres del ex presidente radical, y potenciando el área de gestión del socialista democrático Norberto La Porta.
Esta diario adelantó la semana pasada la estrategia que hilvanaron el jefe de Gobierno de la ciudad y Alfonsín: convencer a los jefes del ARI para sumarlos a sus listas. El ex presidente se daría a la tarea con Carrió e Ibarra con Alfredo Bravo.
La propuesta devino, finalmente, en la formación de una coalición entre los aliancistas porteños y el ARI, que los candidatos a senadores sean Carrió y Bravo y que la nómina de diputados sea encabezada por alguna figura importante de la ciudad.
Carrió puso una condición para empezar a negociar: le pidió a Alfonsín que retenga la presidencia nacional de la UCR para impedir que su duro adversario chaqueño, el gobernador Rozas, quede al frente de su partido. La diputada sabe que para llegar a ser presidente en 2003 necesita una estructura nacional fuerte que no alcanzaría a armar con el ARI. Esa estructura no es otra que la de la UCR.
Alfonsín hizo un guiño. “Podría ser”, le dijo a Lilita, y las charlas comenzaron.
Ibarra hizo otro tanto con Bravo. Las charlas son más que amenas, ambos se reconocen aliados, pero el socialista no se imagina tributando a unposible triunfo que intentará capitalizar el gobierno nacional. Algo similar ocurre con Carrió quien, además, sabe que si va por las suyas, después de vencer cómodamente en octubre la UCR y el resto del Frente Grande no tendría otra opción que sumársele en 2003, pero esta vez imponiendo ella las condiciones.
Con los lazos tendidos y las palabras dichas, nadie en la alianza porteña daba mucho por el “sí” de Lilita.

Dilema de Alfonsín

El ex presidente está viendo cómo el piso se abre bajo sus pies. Cada día de recesión, cada empleo que se pierde en la provincia, cada nuevo piquete, cada zarpazo que el gobernador Carlos Ruckauf le pega a los fosilizados reflejos del gobierno nacional, le hacen perder votos. Una encuesta pedida por el oficialismo (y que llegó a manos del peronismo bonaerense) lo ubica tercero, precedido por Eduardo Duhalde y Farinello. El ex gobernador le estaría sacando una ventaja que sobrepasa holgadamente el 20 por ciento de los votos.
Este escenario pone en duda que, finalmente, el ex presidente se inmole en octubre y más de un consejero le ha sugerido abandonar su postulación. Alfonsín, todavía, no sucumbió a esos cantos y planifica trasladar a la provincia su estrategia porteña.
El ex presidente ha mantenido una conversación con Farinello para enfrentar unidos al peronismo. El Polo Social –la ecléctica fuerza originada alrededor del cura– ha ganado espacios entre los sectores medios y medios bajos del electorado provincial y mantiene vasos comunicantes tanto con el PJ como con la Alianza, de donde provienen varios de sus principales dirigentes. Si bien uno de los portavoces del ex presidente dijo desconocer la realización de la entrevista, no descartó que la estrategia porteña tenga su correlato cruzando la General Paz, “aunque sea con un sector del Polo”, dijo. Alfonsín no descarta rescindir su candidatura en favor de la del cura, que podría ir acompañado de algún aliancista.
A diferencia de lo que ocurre en Capital, las negociaciones con el Polo Social recién han comenzado y, si bien Farinello no ha cerrado trato, tampoco lo ha desechado.
En ninguno de estos planes entra el Gobierno de De la Rúa, visto por tirios y troyanos como, en el mejor de los casos, un lastre.

 

Lanzan el ARI en la provincia

La agrupación Argentinos por una República de Iguales (ARI) hará hoy su acto de lanzamiento en la provincia de Buenos Aires, con un acto a las 19 en el club Platense de La Plata, calle 21 y 51. Allí estarán los once diputados que integran el bloque nacional del ARI –recientemente se le sumaron cuatro disidentes del Frepaso que hoy participarán de su primer acto– más los cinco legisladores bonaerenses. Mirta Adobbati, Jorge Rivas, Alfredo Bravo y Elisa Carrió serán los oradores principales. En mayo pasado, el ARI ya se presentó en la Capital en un acto en el teatro Coliseo, y también incursionó en Chaco y Mendoza. Además, en las próximas semanas harán actos en Rosario, Mar del Plata y Misiones.

 

FREDI STORANI, MOREAU Y CASELLA GANARON LA INTERNA
Justito, pero triunfo al fin

Tres días y el reconocimiento de Fernando de la Rúa tuvieron que mediar para que los radicales bonaerenses develaran la incógnita de quién ganó la interna disputada el domingo pasado: ayer, horas después de que el Presidente saludara por su triunfo en las urnas a la Alianza Radical de Leopoldo Moreau, Federico Storani y Juan Manuel Casella, la opositora Alianza Grande admitió su derrota y Ricardo Alfonsín se comunicó con los ganadores para felicitarlos. El recuento de votos en Lomas de Zamora terminó con tres heridos.
Aun cuando está claro que Storani se aseguró la presidencia del Comité Provincia, Moreau la cabeza de la lista de candidatos a diputados y Casella el lugar de primer delegado al Comité Nacional, los números finales de la interna se conocerán hoy, cuando la Junta Electoral concluya el recuento. Los ganadores hablaban de un resultado de 54 a 46 por ciento, mientras que los perdedores achicaban la diferencia a sólo cuatro puntos.
El saludo que De la Rúa transmitió al trío Storani-Moreau-Casella a través del ministro del Interior, Ramón Mestre, precipitó la aceptación de la derrota por parte de los perdedores. “Nos mantuvimos firmes en esperar los cómputos de la Junta Electoral para que reconocieran el resultado real; los datos del oficialismo ya empezaban a acercarse a los nuestros”, explicó a Página/12 un dirigente de la Alianza Grande, que exhortó a los “triunfadores a realizar una lectura realista del mandato que les han otorgado los afiliados, llamando a un gobierno integrado del partido.
Quien levantó el teléfono para saludar a Storani y Moreau fue Ricardo Alfonsín. Melchor Posse –el otro pilar de la oposición junto a Enrique “Japonés” García– ya había viajado para descansar en Estados Unidos.
En Lomas se registraron incidentes al cruzarse en un local partidario militantes de los dos sectores en disputa. Hubo, incluso, algunos disparos y tres personas resultaron heridas.

 

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