Por Marta Dillon
Desde
General Mosconi, Salta
Como en un juego de estrategia,
finalmente todas las fichas se están reagrupando en la zona, claro
que en este tablero, sobre Gral. Mosconi, ninguna termina de caer. El
gabinete completo del gobernador Juan Carlos Romero pasó la noche
en Orán, desde donde partió la Pastoral Social por orden
del obispo Lugones para entrevistarse en Tartagal con Enrique Martínez,
el cuatro de copas como él mismo se definió
ayer que encabeza la comitiva oficial. Hoy Romero desembarcará
en General Mosconi.
Martínez los escuchó en la capilla, después de haber
visitado las comunidades indígenas, sabiendo que la avanzada de
Romero entregaba colchones y mantas, a través de sus punteros en
Mosconi. Allí los piqueteros empiezan a sentir el frío del
aislamiento, aunque sujetos a la soga del diálogo enviaron al equipo
de Martínez 80 proyectos de emprendimientos, que se conversarán
en forma paralela al lejano destrabe del primer punto de su petitorio:
el desprocesamiento de todos los encausados y la libertad de los detenidos.
Esta mañana el gabinete de Romero, amparado por el cerco que la
Gendarmería impone sobre Mosconi, hará algunos anuncios.
El más importante, según dijeron sus voceros, es uno que
comparte con la Nación: la creación de una sociedad participativa
de garantía que con fondos de la Nación y de la provincia
avalarían los créditos a tomar por ex empleados de YPF.
Patricia Bullrich comunicó ayer que ese dinero estaba disponible
en su ministerio. Romero completaría esa buena noticia esta mañana
y para eso convocó a ex empleados a concurrir con sus familias
al cine de Vespucio a 4 kilómetros de Mosconi, donde
sentaría su sede el gabinete provincial.
El gobernador envió una carta al jefe de Gabinete, Chrystian Colombo,
tratando de tirarle la pelota al gobierno nacional. Romero le exigió
a Colombo una inmediata ampliación de los mecanismos tributarios
que el Congreso aprobó en marzo último para zonas castigadas
por la privatización de empresas públicas. Una forma
de responsabilizar a la nación por la crisis salteña, coincidente
con la queja formulada por los 14 gobernadores justicialistas el martes
pasado.
Entre tanto, Martínez anunció otro acuerdo con el Ministerio
de Trabajo gestionado por el vicejefe de Gabinete, Armando Caro Figueroa:
la convocatoria a la paritaria del gremio de la construcción para
que en zonas petroleras el piso salarial sea el mismo en ambos rubros.
Así el piso salarial para obreros de la construcción o de
petroleras quedaría en 2,50 pesos. Este es uno de los puntos del
petitorio de los piqueteros y el que desató el último corte
de ruta, la razón por la que el departamento de Gral. San Martín
está recibiendo tantas ilustres visitas.
En Mosconi, con las comitivas de la nación y provincia mirándose
de lejos como jugadores de póquer, los piqueteros siguen en la
plaza. El paro que habían anunciado ayer apenas se sintió,
de la misma manera que tampoco cambia el ritmo en la ciudad los domingos
y feriados.
Ochenta proyectos fueron presentados a pesar del fracaso de las tratativas
oficiales. Lo que pasa es que nos interesa más el bienestar
de la gente, en eso tenemos que pensar primero, dijo Pepino Fernández,
a un costado de la marcha de 500 mosconenses que rodeó la plaza
con ánimo mustio, a la luz de las velas que empuñaban los
niños, batiendo palmas. Sabe que muchos están pensando en
las posibles dádivas que trae Romero, que algunos han recibido
los colchones. Ellos manejan grandes coches, nosotros sólo
causas, pero la gente nos sigue igual, dijo con su acostumbrada
ironía.
Todos esperan que hoy sea un día tenso en el que tal vez, finalmente
llegue algún desenlace para un conflicto que empezó con
un pueblo sin más autoridad que la espontáneamente surgió
entre ellos, enfrentándose a laGendarmería, reclamando que
los escuchen. Y que puede terminar con ese mismo pueblo encerrado, viendo
como caen las dádivas más allá de sus límites.
OPINION
Por Alfredo Allende*
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Lo que no se dice
No hay presupuesto, Faltan las partidas presupuestarias,
con estos sonsonetes, dichos con voz engolada y gestos de magisterio,
se rechazan pedidos de recursos para salud, educación, obras
elementales de infraestructura, fondos de asistencia para necesitados...
Aquello que no se dice y que tampoco aparece en las reformas
últimas que poseen ciertos rumbos correctos es que
el país es campeón mundial en elusiones y evasiones
impositivas.
Como lo explica el profesor platense Fausto Siminelli, los países
de la OCDE recaudan por impuestos a la renta un promedio del 15
por ciento anual del PBI. La Argentina sólo alcanza el 3
por ciento de su PBI, o sea 7000 millones. Si sólo recaudara
un 10 por ciento (por debajo de China y Vietnam que llegan al 11
por ciento), la colecta fiscal en ese concepto sería de 23.000
millones de dólares.
A partir de aquí se podrían cambiar las reglas de
juego, rebajar drásticamente otras presiones impositivas
que permitirían el relanzamiento del desarrollo productivo.
Dígase, de paso, que esta reactivación equilibraría
las pérdidas generadas por el incremento al modesto
10 por ciento ya que los contribuyentes afectados (afectados por
la legalidad y la equidad) tendrían mayores oportunidades
de negocios y de renovados beneficios.
En cambio de manipuleos financieros, quitas y subas en combinaciones
con anticipos y otras complicaciones de difícil implementación,
éste sería el camino para que no faltaran partidas
presupuestarias y se pudiera detener la bola de nieve de los intereses
por la deuda pública externa. Y, de paso, no estaría
mal reducir, parcialmente, la siguiente fenomenal regresión:
el 10 por ciento de la población más rica se queda
con el 40 por ciento del PBI, pero no llega a pagar el 2 por ciento
de los impuestos.
Claro que para ello se requiere decisión política
y moral, investigación sobre empresas fantasma ubicadas en
paraísos fiscales con vínculos en la Argentina. Y,
aunque parezca cursi, amor al pueblo de la Patria, soluciones y
no represiones.
* Diputado de la Nación - Alianza-UCR.
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