Domingo Cavallo, que hace una
semana fue señalado por el presidente de Uruguay como el más
indicado para elaborar una política cambiaria para todo el Mercosur,
ayer aseguró que la región alcanzará en un
futuro no muy lejano una convergencia macroeconómica, incluso en
nuestras políticas financieras y cambiarias. Garantizó,
por otra parte, que no será necesario devaluar para que la economía
argentina recupere competitividad. Devaluar sería violar
derechos de propiedad de muchísimos ahorristas y generaría
un enorme problema a empresas y familias endeudadas, afirmó
en apoyo de su argumento.
Al hablar ante un par de centenares de representantes de empresas alemanas,
en un almuerzo servido en el Alvear Palace Hotel, Cavallo destacó
el mejoramiento de las relaciones económicas con Brasil en base
a ciertas rectificaciones que evitaron los factores que nos llevaron
a la crisis, lo cual permitiría a corto plazo transformar
a ambos países en una plataforma competitiva para abrir
oportunidades de negocios e inversión. Así lograremos
un crecimiento genuino y durable, y no a través de alquimias monetarias
como se acostumbró en este país durante 45 años,
sostuvo el ministro.
Cavallo justificó el cambio del régimen de convertibilidad,
incorporando anticipadamente la cotización del euro como parámetro
de la paridad para el comercio exterior, como un recurso legítimo,
similar al que utilizan otros países a través de un arancel
o un reintegro móvil. Destacó, además, que
muy pronto se implementará que los aportes patronales que los exportadores
descuenten como crédito fiscal del IVA sean devueltos, como
el IVA compras, de una manera muy ágil, en no más de una
o dos semanas desde la fecha de embarque, contra la simple presentación
de una declaración jurada, siempre y cuando el pago del exterior
haya sido hecho a través de una transferencia bancaria, de forma
que posibilite su posterior fiscalización.
Con respecto a los exportadores, apuntó además, que vamos
a relevar al sector de actuar como agente de retención de
impuestos de sus proveedores. El sistema financiero va a ocuparse
de las cobranzas (de impuestos) y los pagos (de reintegros), como funciona
en Brasil y muy eficientemente: todo eso va a sacar al país de
la depresión, remató el ministro.
Ante los empresarios europeos, Cavallo se posicionó como vocero
del Mercosur, y dedicó los primeros minutos de su exposición
a referirse al mejoramiento de las relaciones con Brasil (estamos
mejor que hace un año), a la comprensión
de las autoridades brasileñas sobre las recientes medidas adoptadas
por Argentina, a la preocupación compartida por la devaluación
continua del real y a la efectividad de las formas de intervención
que encontró el Banco Central de Brasil, que ya nos habían
anticipado.
El ministro subrayó que durante la cumbre del Mercosur en Asunción,
la semana pasada, se tomó la decisión de acelerar
el proceso de negociaciones bilaterales con la Unión Europea, y
paralelamente con Estados Unidos, que esperamos iniciar a partir de julio.
Con respecto a la Unión Europea, aseguró que el gobierno
de Alemania ya había comprometido sus esfuerzos para ayudar
a la transformación de las políticas agrícolas (comunitarias)
para posibilitar el ingreso de nuestros productos.
En otro almuerzo, organizado por el Consejo Interamericano del Comercio
y la Producción, el embajador de Brasil en la Argentina, Sebastiao
Do Rego Barros, también se refirió al Mercosur aunque en
términos menos optimistas que Cavallo. Si bien es cierto
que desde diciembre de 1997 el proceso Mercosur ha perdido un poco su
capacidad para aumentar la integración de los países miembros,
todo indica que debemos seguir adelante en esta asociación para
un regionalismo abierto, dijo el diplomático. Tenemos
que trabajar juntos para realizar lo que falta del proyecto Mercosur,
aceptando el desafío de ganar competitividad con nuestros productos,
dijoDo Rego, quien además se pronunció a favor de acelerar
las negociaciones comerciales con la Unión Europea y con los Estados
Unidos, sin que ello implique descartar la conformación del
ALCA.
Devuelven un impuesto
La devolución de los montos excedentes deducidos en concepto
de Impuesto a las Ganancias a empleados en relación de dependencia
se realizará en una sola cuota y con el pago de los sueldos
de julio, según confirmaron fuentes del Ministerio de Economía.
El decreto que establece el reintegro de las deducciones excedentes,
retroactiva a enero, había sido anoche elevado para su firma
a la Presidencia de la Nación. El ministro de Economía,
Domingo Cavallo, había anunciado el cambio en el régimen
de retenciones el viernes 15, en el marco de los anuncios con el
propósito de reactivar la economía. Entre otras modificaciones,
la medida eleva los montos por deducciones especiales y por cargas
de familia, llevándolos a los valores vigentes hasta el 31
de diciembre de 1999. Las empresas que ya hayan girado las retenciones
practicadas a sus empleados a la DGI, podrán considerar dichos
montos como crédito fiscal en el IVA.
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IVA, Ganancias y los
otros
El secretario de Ingresos Públicos, José María
Farré, sostuvo ayer que los pilares del nuevo sistema
tributario serán IVA y Ganancias, con la eliminación
de todas sus exenciones, pero no serán los únicos
impuestos, ya que hay impuestos que seguirán
subsistiendo, como los internos a los cigarrillos y otros a consumos
específicos, pero que no afectarán a la masa de empresas.
Asimismo, afirmó que la tendencia es llevar el IVA
al 16 por ciento, porque los impuestos al trabajo serán créditos
fiscales para los contribuyentes, por lo que estimó
que ya no convendrá tomar empleados en negro.
Nos dicen que hacemos correcciones impositivas en forma permanente,
pero siempre que corregimos lo hacemos para mejorar, remarcó
el funcionario en una exposición ante la Cámara de
Comercio de los Estados Unidos en la República Argentina.
Farré destacó que se eliminaron los impuestos
distorsivos que gravaban a la renta presunta y al endeudamiento
empresario para muchos sectores, y consideró que la
bancarización será el principal elemento para luchar
contra la evasión. Puso de relieve que el impuesto
a las transferencias financieras, que nació como tributo,
ya se convirtió en sistema de retenciones y percepciones.
En ese sentido, sostuvo que el ITF no va a desaparecer nunca.
Con respecto a la propuesta del ex viceministro de Economía
Juan Llach de reemplazar el IVA por un gravamen a las ventas finales,
el funcionario evaluó que es imposible en la práctica
un control en la etapa final.
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ADIOS
AL RIESGO PAIS Y AL INGRESO DE CAPITALES
Cavallo cambió de fetiches
Por Julio Nudler
Cuando uno entra en la
sala, les nota el cansancio que sienten con la Argentina. A medida que
les va explicando la idea del factor de empalme, esa actitud cambia. Al
final, la audiencia queda dividida en tres grupos. Por un lado, los escépticos
de siempre, que no están dispuestos a modificar su visión
sobre la Argentina. Por el otro, los neutrales, que partieron de una visión
muy escéptica, pero al final del día han pasado a una actitud
expectante, abriéndole un margen de crédito al programa,
pero sin jugarse. Por último, un tercer grupo, quizás un
tercio del total, que deja traslucir cierto entusiasmo porque piensa que
la medida puede aislar al país de algunos de los shocks externos
que más los preocupaban. Pero, en el fondo, lo único que
puede convencer a los inversores es ver que la Argentina crece. Mientras
eso no suceda, no comprarán. Y nuestra posición es que el
país va a crecer cuando los argentinos tomemos decisiones sobre
la base de la fortaleza de la Argentina. Es muy difícil que afuera
compren Argentina si los argentinos no lo hacemos. Si los argentinos pensamos
que esto va a explotar, si nos comportamos en base a una hipótesis
de pánico, en vez de tomar decisiones de consumo y de inversión
en función de las verdaderas posibilidades del país, la
situación no variará.
De esta manera resumió Guillermo Mondino ante Página/12
la experiencia del viaje que emprendió por Estados Unidos después
que Domingo Cavallo lanzara el 15 de junio su nuevo paquete. Lo que se
desprende, tanto de esas medidas como del cuadro que pinta el asesor en
jefe de Economía, es que los mediterráneos resolvieron cortarla
con la obsesión por el riesgo país y por el ingreso de capitales.
Su última apuesta a esos iconos fue el megacanje, y la perdieron.
Por tanto, cambiaron de guión y emprendieron la búsqueda
de la reactivación por medios propios, subiendo el dólar
comercial, desgravando a la clase media, etcétera. Es decir, estímulos
a la demanda agregada (consumo, exportaciones, inversión) para
que, de manera autónoma, provoquen el despegue de la economía.
Además de un volantazo político, este cambio de fetiches
forzado por la necesidad desafía esa presunta certeza,
sostenida hasta hace poco por los propios cavallistas, de que por encima
de los 600 o 700 puntos básicos de riesgo país no era posible
crecer. Ayer el termómetro cerró a 999, y a pesar de esto
Cavallo sigue prometiendo reactivación. Vale la pena recordar que
Ricardo Schefer, del CEMA, señaló hace tiempo la falacia
de creer que ninguna inversión debe tener un rendimiento esperado
menor que la tasa de interés más la prima de riesgo soberano,
o sea el riesgo país.
Schefer utiliza dos ejemplos: invertir en invernar hacienda o en departamentos
para alquilar. En ambos casos, la tasa de retorno esperada es claramente
inferior al riesgo país, y, sin embargo, sigue habiendo ganado
de invernada y viviendas dadas en arriendo. Ocurre que la TIR (tasa interna
de retorno) de los títulos de la deuda pública no es su
rendimiento esperado, sino el máximo rendimiento que se obtendría
si se cobra en tiempo y forma. Quien compra un bono estatal argentino
sabe que hay una probabilidad de no llegarlo a cobrar. Por ende, si en
el país pueden hacerse inversiones que se perciben como menos riesgosas,
éstas no tienen por qué resultar descartadas si su rendimiento
esperado es inferior al riesgo país.
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