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ENTRE OCTUBRE Y MAYO, HABRIA 200 MIL DESOCUPADOS MAS
La hiperdesocupación ha regresado

El desempleo superaría el 16 por
ciento, frente al 14,7 de octubre pasado. En el Gran Buenos Aires llegaría
a 17 por ciento.

Ministra de Trabajo, Patricia Bullrich:
“Va a haber alguna suba”, admitió.
Pero el salto de la desocupación sería de
los más importantes de los últimos tiempos.

Por Maximiliano Montenegro

La ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, admitió ayer que “va a haber alguna suba” en la tasa de desocupación de mayo, que el Gobierno difundirá oficialmente en la primera quincena de julio. Pero las cifras que manejan en el Indec revelan que tal suba no sólo no es despreciable sino que sería una de las más importantes de los últimos tiempos. Según los datos preliminares, a los que accedió Página/12, el desempleo superaría el 16 por ciento, frente al 14,7 de octubre pasado. Más aún, en el Gran Buenos Aires llegaría al 17 por ciento. Semejante aumento significa que en apenas seis meses, entre octubre y mayo, más de 200 mil personas pasaron a revistar en el ejército de desocupados, que en números absolutos alcanzaría un pico histórico.
Los técnicos del Indec ya procesaron el 70% de la encuesta permanente de hogares de mayo, de donde surgen los datos de la desocupación. Un informe preliminar fue acercado a Domingo Cavallo personalmente por el titular del Indec, Héctor Montero, que, fiel a su estilo, se trasladó días atrás hasta el despacho del ministro en el quinto piso del Palacio de Hacienda y le entregó en mano una hojita con los resultados provisorios.
Patricia Bullrich, en cambio, no tiene línea directa con Montero. Pero recoge información de los propios sondeos de Trabajo y sus asesores ya la pusieron al tanto de los números que circulan en Economía. “No tengo números del Indec, tengo seguimientos del Ministerio de Trabajo, y la información nos da que va a haber alguna una suba, pero no sabemos de cuánto”, dijo ayer. Y agregó que “por las encuestas del Ministerio se puede ver la realidad que no ha habido crecimiento del empleo entre octubre del año pasado y mayo último, sino que ha habido un decrecimiento”. La realidad es que el salto de la desocupación sería mayor al esperado. Los resultados preliminares son los estos:
Con el 70 por ciento de los datos de la encuesta procesados, la tasa de desocupación en mayo tendría un piso del 16 por ciento, pero lo más probable es que sea mayor. En octubre último había sido del 14,7 por ciento y en mayo del año pasado del 15,4 por ciento. Para encontrar un nivel similar hay que remontarse cinco años atrás, a mayo de 1997, cuando todavía persistían las consecuencias devastadoras sobre el empleo de la recesión del ‘95.
Semejante incremento se explica por el fuerte salto de la desocupación en el Gran Buenos Aires (GBA), donde llegaría al 17 por ciento. En octubre había sido de 14,7 por ciento y en mayo del año pasado, del 16%.
Para las cuentas de la Secretaría de Programación Económica, el aglomerado GBA pesa más que para el Indec. El dato es importante porque mientras el Indec calcula las “tasas” de desocupación, empleo, etc. para 28 aglomerados urbanos, Programación se encarga de estimar, sobre esa base, la cantidad de personas desocupadas para todo el “país urbano”.
Así, entre octubre y mayo, habría, como mínimo, 200 mil desocupados más. De otro modo, el número de desempleados superaría los 2,2 millones de personas, un record que supera el pico de 1996, tras la crisis del Tequila.
En Economía se esperanzaban con que el procesamiento de las encuestas de los que no contestan la primera vez que aparece el entrevistador del Indec (los “no respondentes”, en la jerga), ausentes del hogar bajo el supuesto de que están trabajando, modifique en algo la tendencia. Sin embargo, a esta altura parece más una expresión de deseos que otra cosa.
Según los técnicos, las cifras anteriores son todavía más alarmantes de lo que parecen. La razón es que, después de tres años de recesión, el “efecto desaliento” –es decir, los que abandonan la búsqueda de empleo y no son considerados desocupados– debió haber sido importante. Y si fue así, la destrucción de puestos de trabajo sería enorme.

 


 

LOS ESPAÑOLES ESTAN INFLEXIBLES CON AEROLINEAS
No habrá aportes de capital

Funcionarios del Gobierno y de la SEPI continuaron ayer sus encuentros para discutir las perspectivas de que Aerolíneas Argentinas continúe operando con la mayor normalidad posible hasta tanto aparezca un interesado firme. Fuentes del holding español confirmaron que éste ya no hará ningún aporte de capital, ni siquiera el necesario para garantizar la operatividad de la línea de bandera, lo que hace mucho más incierto su futuro inmediato. Incluso abre un eventual conflicto gremial al momento de los pagos de los salarios.
Patricia Bullrich y Carlos Bastos continuaron ayer la ronda de reuniones con los representantes de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales, quienes presionan al gobierno de Fernando de la Rúa para que les ayude a encontrar una manera de retirarse lo antes posible de la compañía, aún en el caso de que no haya aparecido un comprador. Los funcionarios locales, en tanto, intentaron en vano arrancarles el compromiso de que garantizarán la operatividad de la empresa, cuya caja está muy afectada por el escaso nivel de ocupación de los vuelos.
Anoche la ministra de Trabajo se reunió con Ricardo Cirielli, líder de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico, presuntamente para ponerlo al tanto de las discusiones con los españoles, aunque seguramente discutirán también acerca de cuál es el marco laboral vigente.
Aún no está muy claro cuáles son las consecuencias de la convocatoria de acreedores para los empleados de Aerolíneas, ya que si bien ésta supone que cayeron todos los convenios vigentes, existe un reciente dictamen judicial que ordena a la empresa mantener sin variantes las condiciones laborales de todo el personal.
Lo que está fuera de duda es que, al menos por ahora, no hay recursos garantizados para pagar los salarios que se adeudan y que más allá del negativo impacto que esto tiene en la economía y el ánimo de los empleados, éstos no están previendo una medida de fuerza para reclamar el pago, por ahora.
La decisión de la SEPI de no desembolsar más dinero fue advertida por Bullrich a su colega de Infraestructura, cuando Bastos acordó en Madrid que aceptaría la decisión de los accionistas españoles de ir a convocatoria de acreedores. “Si los gremios hubieran firmado el Plan Director, se hubiese evitado esta salida y los españoles habrían aportado 350 millones de dólares”, protestó la ministra. Sin embargo, las prerrogativas laborales cayeron con el concurso de acreedores, y los accionistas hispanos siguen renuentes a aportar un dólar.

 

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