Por A.G.
Para Boca llegó el momento
esperado. Con sólo empatar en su casa ante el Cruz Azul, el equipo
de Carlos Bianchi retendrá el título de campeón de
la Copa Libertadores de América, que obtuvo el año anterior
ante el Palmeiras. El partido se jugará en una Bombonera colmada,
ya que las entradas se agotaron hace dos días. Además de
la posibilidad de conseguir la cuarta Copa de su historial, para los hinchas
de Boca el partido tiene un significado especial porque puede ser el último
en el club de varios jugadores protagonistas de este ciclo histórico.
En caso de que Cruz Azul gane por un gol de diferencia, la Copa se definirá
por penales.
Luego del 1-0 conseguido en el estadio Azteca, a Boca le alcanza con un
empate para quedarse con el certamen. Sin embargo, los integrantes del
plantel coincidieron en que no van a aferrarse a esa ventaja y que buscarán
la victoria desde el comienzo. No nos tenemos que confiar, ellos
también quieren dar el golpe y hacer historia, comentó
el arquero Oscar Córdoba. Hasta anoche, el técnico Carlos
Bianchi prefirió mantener en reserva la formación del equipo,
ya que según dijo a la prensa tiene una duda por cada línea
del conjunto. En realidad, la única alternativa que está
manejando es el jugador que acompañe a Marcelo Delgado en el ataque.
La chance más probable es la presencia del chaqueño Christian
Giménez, que viene actuando desde que se lesionó Guillermo
Barros Schelotto. La otra posibilidad es Walter Gaitán, de gran
rendimiento en los últimos partidos.
Para el encuentro de esta noche, en la Bombonera no habrá un solo
lugar vacío. Todas las entradas se agotaron con tres días
de anticipación, por lo que la única posibilidad de conseguir
un boleto es en la reventa. Allí, una popular que originalmente
costaba quince pesos, ahora se cotiza en alrededor de cien, y una platea
trepa hasta los 500 pesos. En ese sentido, los dirigentes de Boca denunciaron
ayer que están circulando localidades falsas por lo que recomendaron
a los hinchas que no compren esas entradas. El temor es que se generen
inconvenientes cuando los simpatizantes intenten ingresar a la cancha
con esas localidades y el molinete detecte a través de la banda
magnética que no son auténticas.
Boca llega a este encuentro decisivo con una campaña envidiable.
Tras ganar su grupo con cinco triunfos y una derrota cuando ya se había
asegurado el primer lugar, el conjunto de Bianchi eliminó sucesivamente
a Junior, Vasco Da Gama y Palmeiras. A lo largo de la Copa se mantuvo
invicto como local, lo que genera un gran optimismo de cara al partido
ante los mexicanos. En total disputó 13 encuentros, con nueve victorias,
tres empates y una caída. Del otro lado, Cruz Azul también
concretó una tarea muy buena, aunque no fue tan contundente como
el actual campeón. Si bien obtuvo buenos resultados como visitante,
su punto fuerte fue su cosecha como local. Hasta el encuentro de ida ante
Boca, el equipo azteca había ganado sus seis compromisos en casa.
Como visitantes, los de José Luis Trejo ganaron en Ecuador ante
el Olmedo, empataron en Brasil ante el Sao Caetano y en Argentina ante
River y Central, y cayeron ante Defensor en Uruguay y ante Cerro en Paraguay.
El partido de esta noche puede ser el último de un grupo de jugadores
que hicieron exitoso a este equipo. La lista de emigrantes es larga: Riquelme
al Barcelona, Ibarra al Porto, Matellán al Schalke 04, Bermúdez
al Olympiakos, Córdoba al Inter de Milán, Abbondancieri
al Morelia, Serna al equipo que le consiga Gustavo Mascardi, Delgado sin
destino definido.
Una 4x4 para el mejor
Los organizadores de la Copa Libertadores pondrán en juego
una camioneta 4x4 al mejor jugador de la final entre Cruz Azul y
Boca, al igual de lo que ocurre en la final Intercontinental. La
elección estará a cargo de los periodistas acreditados.
En el mismo acto, el titular de la Conmebol, Nicolás Leoz,
confirmó que Boca será el representante de la entidad
en la Copa Intercontinental ante el Bayern Munich, más allá
del resultado de esta noche. El partido entre Boca y los alemanes
se jugará el 26 de noviembre en Tokyo.
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Macri sigue esforzándose
Mientras Juan Román Riquelme insiste en que las actitudes
de los dirigentes de Boca le quitan ganas de seguir jugando en el
club, el presidente Mauricio Macri repitió ayer que se esforzará
al máximo para que el talentoso volante siga en el equipo.
Claro que ahora también le pidió un esfuerzo a Riquelme
para que acepte quedarse en Boca. Como presidente de Boca
haré los máximos esfuerzos para que Riquelme se quede
todo el tiempo posible en el club, pero también necesito
su colaboración si se quiere quedar, expresó
el titular boquense. Macri sostuvo que para retener a Román
apelará a cualquier solución o idea creativa
que surja. Antes de la primera final ante Cruz Azul, el presidente
de Boca había propuesto organizar una 0-600 para que los
hinchas colaboren para pagarle la prima a Riquelme, pero el jugador
se mostró muy molesto, ya que considera que la gente hace
un esfuerzo muy grande comprando su entrada.
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Verón
Juan Sebastián Verón fue absuelto ayer por la Comisión
Disciplinaria de la Liga de fútbol profesional de Italia
(LFP) en la sentencia del proceso por pasaportes falsos de jugadores
extranjeros. La decisión de la LFP le permitirá a
Verón seguir jugando en Italia y en la Selección Argentina
fútbol, ya que de haber sido sancionado podría haber
quedado al margen de la Copa del Mundo de Japón-Corea 2002.
Distinto fue el panorama para el argentino Gustavo Bartelt (Roma),
quien fue encontrado culpable y suspendido por un año por
la comisión disciplinaria, al igual que el uruguayo Alvaro
Recoba (Inter) y los brasileños Fabio Junior (Roma) y Dida
(Milan). Además, el organismo condenó por 16 meses
a los jugadores brasileños de Udinese Alberto, Warley y Jorginho
y al paraguayo Da Silva. En cuanto a los clubes implicados (Inter,
Lazio, Roma, Milan y Udinese) se les impuso multas que oscilan entre
500 mil y 1 millón de dólares. Tras conocerse la sentencia,
Verón reconoció sentirse aliviado y aseguró
que sintió mucho temor de ser sancionado. El fallo
fue una liberación, admitió el volante de la
Lazio. Fue muy difícil sobrellevar todo esto y demostrarles
a todos mi inocencia. Tenía un Mundial por delante y el resto
de mi carrera deportiva, y aunque estaba tranquilo por mi inocencia,
pasé momentos muy difíciles, sostuvo el jugador.
La clave de su absolución estuvo dada en que Verón
siempre declaró que en ningún momento pretendió
obtener un pasaporte italiano, y que el documento no fue tramitado
personalmente por él. Más allá del fallo, el
fiscal Carlo Purccedu, que había solicitado una pena de dos
años de suspensión, manifestó que la sentencia
tiene algunos puntos irregulares. Además, pese a la resolución
deportiva, el proceso judicial continúa.
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