Por Martín Piqué

El 6 de julio próximo, el cura Luis Farinello partirá a Cuba y Venezuela acompañado por un reducido grupo de dirigentes del Polo Social, el partido que lo postula como senador para las elecciones legislativas de octubre. Será su primera gira por el exterior desde que lanzó su candidatura. Los dos destinos del viaje no son casuales. Responden a invitaciones del gobierno cubano y del Parlamento Latinoamericano con sede en Caracas. Pero además implican una clara definición ideológica que el propio Farinello se preocupa en destacar. El periplo por La Habana y Caracas durará siete días. En la agenda de la delegación figuran varios encuentros con importantes autoridades de ambos países, aunque el objetivo principal de la visita es dialogar con los presidentes Fidel Castro y Hugo Chávez. “La posibilidades son muy altas”, comentó el cura ayer a Página/12.
En el Polo Social consideran que el viaje a Cuba y Venezuela servirá para dejar claro el posicionamiento político de la fuerza. Especialmente en tiempos en los que Castro y Chávez aparecen como las principales “amenazas” para la seguridad del hemisferio, según los ultraconservadores documentos del equipo de asesores de George W. Bush. “Este viaje es un ejemplo para mostrar que somos una alternativa al neoliberalismo. Yo quiero que quede bien claro el perfil ideológico del Polo porque muchos dicen que esto es una bolsa de gatos”, afirmó Farinello, en un mensaje que también tiene destinatarios dentro de su movimiento.
En La Habana, las actividades del candidato del Polo Social comenzarán el 6 de julio. Ese día se reunirá con la conducción del Partido Comunista Cubano y con autoridades del Gobierno. Lo acompañarán el dirigente de la UOM Francisco “Barba” Gutiérrez, el economista Edgardo Rodríguez, el secretario general de Patria Libre Humberto Tumini, y los sindicalistas Mario Morán (docentes particulares) y Daniel Groppo (visitadores médicos). El sacerdote de Quilmes también dialogará con los líderes de la Central de Trabajadores cubana y con la jerarquía católica local. Y, por último, visitará un instituto de recuperación de jóvenes con problemas sociales “para ver qué trabajo hacen y recoger experiencias”.
El 11 de julio llegará a Caracas. Allí participará –junto con el brasileño Frei Betto, ligado al PT– de las “Jornadas para el tratamiento de la deuda social” que organiza el Parlamento Latinoamericano (Parlatino). Además, tendrá “contactos políticos con representantes del gobierno” y es muy probable que lo reciba el presidente, el mismo al que los asesores de Bush (h) llaman “el castrista Chávez de Venezuela” en el polémico documento de Santa Fe IV.
La controvertida figura de Chávez, quien lideró un intento de golpe de estado en 1992 y convocó a una asamblea constituyente que reformó las instituciones de su país, motivó una serie de explicaciones por parte de Farinello: “Él, de alguna manera, busca una alternativa. Ha tenido mucha valentía con los norteamericanos. Visitó a Saddam (Hussein), tuvo un papel importante en enfrentarse al imperio. Después habrá cosas por discutir, cada pueblo tiene sus características. Pero lo importante es que él no está resignado”. En Caracas, la agenda de la comitiva se supeditará a la posible entrevista con el comandante de paracaidistas que fundó el Movimiento Bolivariano Revolucionario, quien para el think tank norteamericano liderado por el general (RE) Gordon Summer Jr. “aspira a formar una Gran Colombia como república socialista”.
Claro que Farinello no coincide para nada con los especialistas de Washington. “El enemigo no es Castro, que nos ayudó mucho con las islas Malvinas. Tampoco Chávez. El enemigo son ellos. El primer enemigo que tiene el hemisferio es Estados Unidos, con el ALCA y su prepotencia. Yo no voy a esconder lo que pienso para ganar algunos votos”. Esa etapa del itinerario, centrada en Venezuela, finalizará el 13 de julio. Para eseentonces, a fin de cumplir la expectativa inicial, los contactos aportados por varios de sus hombres tendrían que haber rendido sus frutos.
Farinello analiza los últimos detalles de la gira mientras abundan las versiones sobre su participación en posibles frentes electorales con vistas a las elecciones de octubre. Ayer, en el diálogo con este diario, desmintió “categóricamente” la posibilidad de acordar con cualquier sector de la Alianza: “Tenemos proyectos políticos distintos. La Alianza ha optado por el mismo proyecto político de (Carlos) Menem”. Farinello no se privó de chicanear a Raúl Alfonsín, quien –según datos que dice manejar el cura– estaría “por debajo” del candidato del Polo Social. “A Alfonsín le va a resultar muy difícil hacer la campaña porque defender a Cavallo va a ser muy duro”, pronosticó.

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