Por Richard Norton-Taylor
Desde Londres
La decisión de entregar
a Slobodan Milosevic a La Haya es el éxito más resonante
de la historia de siete años del tribunal de crímenes de
guerra de las Naciones Unidas para la ex Yugoslavia. Milosevic es el primer
jefe de Estado en ser procesado por crímenes de guerra. La decisión
de Belgrado de entregarlo al tribunal será un gran incentivo para
aquellos países que han puesto su fe en el tribunal y en los planes
para una corte internacional criminal permanente, que son resistidos por
Estados Unidos. La decisión probablemente llevará a un aumento
de la presión internacional para arrestar a dos prominentes acusados
que hasta ahora han resistido esa medida: el ex líder serbiobosnio
Radovan Karadzic y su comandante militar Ratko Mladic, de quienes se sospecha
que están escondiéndose. Los dos fueron acusados en forma
conjunta en 1995 bajo cargos de genocidio y crímenes contra la
humanidad durante la guerra en Bosnia de 1992-1995 y por acciones contra
los musulmanes bosnios y los croatas bosnios, incluyendo la detención
ilegal, asesinato, violación, asalto sexual, tortura, golpizas,
robo y tratamiento inhumano de civiles.
De 67 sospechados procesados, 38 se encuentran bajo custodia. De los 26
aún sueltos, los más buscados son el presidente serbio Milan
Milutinovic, el ex jefe de Estado Mayor del Ejército general Dragoljub
Ojdanic, el ex ministro del Interior serbio Vlajko Stojiljkovic y el ex
viceprimer ministro yugoslavo Nikola Sainovic. Junto a Milosevic, se encuentran
acusados de dos tipos de delitos por violación de los usos y costumbres
en tiempos de guerra por deportaciones, asesinatos y persecuciones sobre
bases políticas, raciales y religiosas. Todos ellos siguen viviendo
en Serbia, y ninguno ha sido arrestado.
Este año, Biljana Plavsic, conocida como la Dama de Hierro de los
Balcanes, se rindió personalmente ante el Tribunal de La Haya.
La ex presidenta bosnia, de 70 años de edad, es la única
mujer que está esperando ser procesada por crímenes de guerra.
Plavsic insiste en que es inocente de los cargos contra ella: genocidio
y complicidad en genocidio, incluyendo exterminación, asesinato,
persecución, deportación y actos inhumanos.
El año pasado empezó en La Haya el proceso del general Radislav
Krstic, dos años después de que fuera sacado de su auto
por la fuerza. Está acusado de crímenes de guerra cometidos
en y alrededor del pueblo de Srebrenica en el este de Bosnia en 1995,
cuando más de 7000 hombres y chicos bosnios fueron muertos en la
peor masacre europea desde la Segunda Guerra Mundial. El mayor Dragan
Obrenovic, un comandante militar serbiobosnio, también está
acusado de participar en la masacre de Srebrenica.
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