Guillermo Cavallo, en su rol
de flamante economista jefe del BID (Banco Interamericano de Desarrollo),
sembró ayer más de una duda en los mercados financieros.
Si la Argentina no toma algunas medidas, en cuanto a bajar el gasto
público, podría en el futuro tener algunos problemas para
pagar su deuda, aseguró durante una conferencia en Washington,
de la que también participaron el secretario de Finanzas, Daniel
Marx, y el titular del FMI, Horst Köhler. En diálogo posterior
con Página/12, Calvo desvirtuó la idea de que sus dichos
hayan provocado la suba del riesgo país. En el mercado hay
una preocupación muy seria de que Argentina no pueda reactivarse
y sin crecimiento la relación deuda/producto se vuelve alarmante,
afirmó para explicar tal suba.
Marx, quien viajó a Estados Unidos para hablar con funcionarios
de organismos internacionales y brokers de bancos de inversión,
intentó vanamente cambiar el humor de los mercados
con pronósticos optimistas, como ser que la economía crecería
este año un 2,2 por ciento, algo que la mayoría de los analistas
consideran muy improbable. Pero, al mismo tiempo, desnudó abiertamente
la estrategia de Economía de presionar a los gobernadores, que
reclaman mayores fondos de la Nación, con el fantasma de Wall Street.
Existe preocupación en los mercados en lo que hace a la unidad
de los argentinos, fundamentalmente luego de las declaraciones de algunos
gobernadores, declaró.
En los últimos días, los gobernadores del PJ, con Carlos
Ruckauf a la cabeza, reclamaron que la Nación les pague los recursos
adeudados de la coparticipación de impuestos. Los operadores financieros
están pidiendo una prueba de que todos estamos en el mismo
bote, agregó Marx. Dicha actitud le valió ayer mismo
una rápida reacción de los gobernadores justicialistas,
que no ahorraron críticas para el vice de Economía.
En la visión de Calvo, devenido en gurú para los mercados
desde que predijo en 1994 la crisis mexicana, la economía argentina
no podría crecer en los próximos años al 5 por ciento,
como asegura el gobierno, sino que en el mejor de los casos lo haría
a la mitad, en el mejor de los casos, a un ritmo del 2,5 por ciento. Según
el profesor del Universidad de Maryland, con una tasa de crecimiento tan
baja, los indicadores de sostenibilidad de la deuda se vuelven alarmantes.
Sobre todo, teniendo en cuenta el costo de tasa de interés adicional
del megacanje, que es como haber aumentado la deuda en 2 ó 3 puntos.
Por eso, dice, la necesidad de ajuste fiscal ha recrudecido.
Claro que las palabras mágicas que ayer hicieron ruido
entre los tenedores de bonos de la deuda pública es decir,
los mercados fueron que Argentina podría tener en el
futuro algunos problemas para pagar su deuda.
Sea como fuere, para Calvo, las últimas medidas de Cavallo provocaron
mucho ruido y todavía no fueron digeridas por el mercado.
Y si bien se manifestó de acuerdo con la estrategia de Cavallo,
también criticó al ministro: es hiperactivo y está
cambiando de política todas las semanas, lo cual le resta eficacia
a esta estrategia, aseguró. En tanto, admitió que
esta estrategia hoy tiene un serio problema de credibilidad.
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