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LA SEPI YA INFORMO SU DECISION DE RETIRARSE
Aerolíneas vuela sin piloto

La decisión del holding español
de abandonar la compañía ya fue informada al personal. En una semana estaría designado el
nuevo propietario. Eurnekian
y Pellegrini, candidatos.

Aerolíneas aterriza. La SEPI baja en la próxima escala, pero no está definida la nueva tripulación.

Por Claudio Scaletta

La SEPI, el holding estatal español controlante de Aerolíneas Argentinas, ya tomó la decisión de abandonar la compañía y desde distintos sectores se preparan opciones para la probable pero no segura continuidad de las operaciones. Un comunicado de la empresa adelantó a sus trabajadores lo que desde tiempo atrás aparece como inevitable: que la nueva Aerolíneas, cualquiera sea su operador, no contará con la misma cantidad de empleados y los convenios laborales ya no serán los mismos. Las alternativas en danza son al menos cinco, de las cuales dos aparecen con mayores posibilidades de consolidarse: la representada por el ex titular de Aeropuertos Argentina 2000, Eduardo Eurnekian, y la encarnada por Juan Carlos Pellegrini, quien ya presidió Aerolíneas entre 1973 y 1983. El futuro propietario se conocerá en no más de una semana.
Los tiempos que acercan el final de la SEPI en Aerolíneas Argentinas se aceleran y parte del Gobierno y los gremios aeronáuticos continúan discutiendo la posibilidad de que el ex jefe de Gabinete Rodolfo Terragno sea el negociador de una transición ordenada. Pero los acontecimientos en Aerolíneas parecen ir más rápido que la definición de roles al interior del Gobierno. Cuando todavía no se sabe de dónde saldrán los fondos para pagar los salarios de junio, el director general de Aerolíneas, Emilio Cabrera, envió una nota al personal de la firma informando la voluntad del “accionista de no continuar aportando fondos” y de buscar “de forma rápida un inversor” que pueda “satisfacer las aspiraciones del conjunto de los trabajadores”. Cabrera también preanunció que “las rutas y consecuentemente la cantidad de aviones necesarios para servirlas serán revisadas, y no creo que sea para aumentarlas”. Concomitantemente, “algo parecido puede suceder con respecto a las necesidades de recursos humanos”, agregó. Para que no queden dudas sobre lo que se viene, Cabrera concluyó que si no se consiguen “en forma rápida” nuevos accionistas, el futuro de Aerolíneas “sería negro”. Además, la nota no deja de insistir en el argumento de que la actual situación de la empresa se debe a “la intransigencia de dos gremios” y no a los 10 años de administración española.
Entre las cinco propuestas de continuidad que han tomado forma –siempre que la SEPI se haga cargo del pasivo, punto en el que no ha dado señal cierta– hay tres que suponen el ingreso de un nuevo operador internacional: estos son Lan Chile, TAM (Transportes Aéreos del Mercosur) y Singapur Airlines. Pero las opciones con mayores probabilidades de conservar el nombre y las rutas de Aerolíneas Argentinas son las que representan Eurnekian y Pellegrini. El primero se encuentra por ahora muy concentrado con el relanzamiento de LAPA, a la que se proyecta llamar “ARG.”, un nombre propuesto por una consultora estadounidense. Su plan es la construcción de una gran compañía que monopolice el cabotaje más unos pocos destinos regionales.
La propuesta de Pellegrini –que contaría con el apoyo de sectores del gobierno y de algunos gremios, más el soporte financiero del HSBC y, se especula, de un importante grupo empresario nacional que podría ser Pérez Companc– incluye la renovación de la flota. Durante los 10 años en que Pellegrini condujo la empresa, ciertamente en épocas más prósperas, habría trabado una buena relación con la Boeing, la que hoy sería complementaria con la sobreoferta mundial de aviones con períodos de leasing cumplidos. Sin embargo, según reconoció a Página/12 un estrecho colaborador de Pellegrini, la idea no es adquirir la empresa sino, una vez que la SEPI se retire, empezar de nuevo. “¿Tendrán la misma cantidad de empleados?”, preguntó este diario. “Si todo va bien, esperamos que sí, pero para ello deberá transcurrir un equis número de años.”
Cualquiera sea el futuro operador de Aerolíneas, se encontrará con una realidad independiente de los recursos que aporte y la política aerocomercial que defina, si lo hace, el Estado argentino. En la actual depresión económica, luego de tres años completos de recesión, el número de pasajeros transportados en los vuelos de cabotaje se redujo de 7,2 millones en 1999 a 6,8 en 2000, mientras que para este año se proyecta que la cifra se comprima hasta los 4,6 millones. La necesidad de integración para ganar escala a nivel internacional la muestran otros números: el 43 por ciento del total mundial de asientos por kilómetro recorrido pertenece a compañías estadounidenses. Las aerolíneas latinoamericanas poseen el 3 por ciento y las argentinas, el 4 por mil.

 

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