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Un millón de pesos se hizo
humo en un robo cargado
de misterio
La empresa Juncadella denunció el faltante de un millón en La Plata.
El tesorero se suicidó.

Por Alejandra Dandan

Es uno de los botines más importantes. La empresa Juncadella denunció un faltante de más de un millón de pesos en el tesoro de la sucursal La Plata. El principal sospechoso murió el domingo pasado en un presunto suicidio, un día después de que una auditoría interna descubriera el desfalco. El sospechoso era tesorero de la empresa, contador y policía retirado con veinte años de servicio “intachables”. Página/12 pudo saber que la semana pasada, Luis Gentile avisó a sus superiores que viajaba dos días a Brasil porque tenía un familiar enfermo. La fiscalía a cargo de Daniel Urriza, determinó que ese dato era falso. Gentile no fue a Brasil sino a Perú aunque aún no se sabe si ese camino sirvió para mover el dinero.
El suicidio y el robo comenzaron a vincularse recién a partir del lunes. El gerente de seguridad de Juncadella, Raul Vercesi se presentó ese día en la Delegación de Investigaciones de La Plata para denunciar el robo de 1.065.000 pesos en la caja del tesoro de la filial del centro platense. Aunque voceros de la firma consultados por este diario, evitaron asociar el presunto suicidio con el robo, fuentes judiciales aseguraron que esta es la presunción principal de la investigación.
El sábado pasado, Gentile supo que la empresa terminaba la auditoría. Todos los meses, Juncadella realiza una auditoría en sus 40 tesoros de todo el país. Aunque no suelen hacerse al mismo tiempo, esta vez llevaban adelante lo que definen como “auditoría nacional”. El último control se había hecho treinta días antes, con lo cual el dinero perdido desapareció en el último mes.
Existen cuatro personas en La Plata con acceso a la bóveda. Además de Gentile, Página/12 pudo saber que los otros son el jefe de Seguridad y los máximos responsables de la sucursal. Cualquiera de estas personas puede abrir la caja desde allí aunque también puede hacerse desde una apertura remota ubicada en la casa central de Capital. “No es excluyente: de los dos modos se abre y normalmente se necesita más de una persona por cuestiones técnicas”, detallaron voceros de la firma.
Si esto es así y si Gentile fue uno de los responsables del robo, no lo hizo sólo. Esta es una de las hipótesis principales de la fiscalía que estudia el camino de un botín que no ha dejado ni un solo rastro. “No hemos podido aún revisar las cuentas, sólo nos dedicamos a examinar documentos contables para tratar de entender el entorno del tesorero”, explicaron fuentes judiciales.
El entorno del tesorero es para la fiscalía “sospechoso”. Fue desde allí que descubrieron el dato falso del viaje. “Se fue a Perú y no a Brasil pero aún no sabemos la causa”, indicaron las mismas fuentes.
Este hombre, policía retirado y miembro de Juncadella desde hace veinte años, tenía “una buena foja de servicio; se podría decir: nunca un problema”, aseguran en la empresa. De acuerdo a investigadores de la DDI de La Plata que colabora con la fiscalía, al tesorero tampoco le cerraban sus propias cuentas: “No coinciden los números cuando se compara lo que ganaba con lo que gastaba: gastaba mucho más”, dicen. La muerte fue el domingo cerca de las seis de la tarde. Gentile conducía su Renault Megane y un policía lo encontró muerto de un balazo después de que su auto chocara contra otro frente a la escuela policial Juan Vucetich. De acuerdo a los datos, se fugaba de la policía que más temprano frente al Arco de Villa Elisa había detectado que estaba armado.

 

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