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 Al mismo tiempo que Boca festeja
el bicampeonato de la Copa Libertadores, el futuro del plantel continúa
siendo una incógnita, y varios de los nuevos campeones podrían
emigrar en las próximas horas.
En primer lugar, la situación contractual del volante Juan Román
Riquelme –cuyo vínculo con la entidad vence hoy– y las
transferencias de Jorge Bermúdez, Mauricio Serna y Cristian Traverso
figuran entre las prioridades a tratar por los dirigentes. En ese sentido,
y antes de partir hacia Francia de vacaciones, Carlos Bianchi se reunió
con el presidente Macri y le solicitó que “no desmembrara”
el equipo. Según versiones, solicitó un marcador lateral
izquierdo, y un delantero “con experiencia en Primera División”,
aunque no trascendieron los nombres.
Por Riquelme, Boca intentará que Barcelona retome su compromiso
ya que, según explicó Macri, el volante “tiene un acuerdo
cerrado” con el club catalán. “Nosotros queremos hacer
los máximos esfuerzos para que se quede. Depende de él si
desea seguir en Boca, ya que tiene un acuerdo con el Barcelona; veremos
en las próximas semanas cuál es la posición definitiva
del club catalán”, expresó ayer Macri. Hoy mismo finaliza
el contrato que une a Riquelme con Boca y, si no se llega a un acuerdo,
el jugador continuaría jugando por la cláusula del 20 por
ciento de aumento salarial, y después de dos años quedaría
con el pase en su poder.
Los directivos tienen agendados los pedidos del Olimpiakos de Grecia,
que ofreció 3.500.000 dólares por el capitán Bermúdez,
y del Porto de Portugal, que abonaría 4 millones de dólares
por Hugo Ibarra. Esta operación estaría casi cerrada. Además,
un empresario quiere llevar a Mauricio Serna al Inter de Italia, aunque
en Boca no se conoce la oferta concreta. Mientras, el defensor Cristian
Traverso pasaría al Necaxa de México en 2 millones de dólares.
Además, Boca pagó: esta semana, los futbolistas cobraron
700 mil dólares correspondientes a la Copa Intercontinental, que
se adjudicaron en noviembre del 2000 al vencer 2–1 al Real Madrid.
Con la recaudación del jueves pasado, cuando se alcanzó
el record de 1.222.474 dólares, los dirigentes abonarán
el premio por el triunfo en semifinales de esta edición de la Copa
ante el Palmeiras.
Boca –licenciado hasta el 11 de julio– debe jugar el 24 de julio
en la Bombonera ante Cerro Porteño, en el encuentro inaugural de
la Copa Mercosur, y aún no se resolvió si participará
del Torneo de Invierno, que este año podría realizarse en
el nuevo estadio de Salta.
REFLEXIONES
EN VOZ ALTA SOBRE EL BOCA DE LA COPA
Una fiesta desde doce pasos
Por Juan José
Panno
Bianchi hizo practicar penales
en los días previos al partido y Cruz Azul ganó por un gol,
lo que obligó a la definición de 12 pasos. Matute Morales
dijo que si llegaban a los penales, ganaba Boca y, efectivamente, así
ocurrió. Se puede inferir de esto que es notable cómo puede
pesar psicológicamente el mensaje que baja el conductor o referente
de un grupo, o se puede decir, simplemente, que Bianchi es previsor y
Matute buen pronosticador.
¿Qué puede pasar con Boca sin Riquelme? El jueves se tuvo
una muestra
cabal: Riquelme jugó mal, nadie agarró la manija y el equipo
fue un desastre. Se podrá decir que cuando no esté Riquelme,
el que esté en su lugar se va a sentir menos condicionado. Puede
ser. Pero de todos modos el vacío será enorme.
Imaginar, en un futuro cercano, este juvenil equipo, que le gustaría
mucho a Macri/Salvestrini: Muñoz; Calvo, Burdisso, Imboden, Clemente
Rodríguez; Pinto, Villarreal, Battaglia, Pérez; Giménez,
Herrera. Je. Si se quedan Guillermo, Matellán, La Paglia, Gaitán
y Serna, es otro precio.
¿No le convendría a Boca intentar la repatriación
de Palermo?
El peruano Gilberto Hidalgo, el árbitro del partido, empató
1 a 1. En el primer tiempo se esmeró tanto en parecer imparcial
a los ojos de los neutrales que cobró todo para los mexicanos.
En el segundo se sacó la careta y ayudó mucho a que Boca
encajonara a su rival. El línea que estaba del lado de las plateas
dirigió al tono. En el primer tiempo le cobró un offside
increíble a Delgado, que había recibido de un rival, y en
el segundo marcó como posición adelantada un par de llegadas
de Palencia, bien habilitado, cara a cara con Córdoba.
¿Cómo va a festejar Boca? En lugar del previsible partidito
amistoso podría armar una fiestita que incluya un campeonato de
penales. Después de todo, por esa vía fue que logró
la Copa Libertadores. Más aún: 3 de las 4 que tiene, llegaron
desde los 12 pasos. La idea –que desde aquí se regala–
es que Riquelme, Bermúdez, Serna, Maradona, Mouzo y Mastrángelo
les pateen series de penales a Córdoba y a Gatti, y que se vayan
eliminando hasta que quede un ganador. No importa en realidad quién
gane, lo que interesa es el tributo a los jugadores de hoy; a los que
ganaron la Copa en el ‘78 y en el ‘79, y a Maradona, ídolo
más allá de todo. Después sí, puede haber
fuegos artificiales y un ratito de partido típico contra Peñarol,
Nueva Chicago, o quien sea. La sola presencia de Diego convocaría
mucha gente y ayudaría a que se les pague a los jugadores lo que
se les debe. Sería mas divertido que los penales se los patearan
a Salvestrini, pero seguramente no aceptaría.
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