“A
Illia yo lo defendí cuando decían que era una tortuga y
en realidad él hizo con inteligencia lo que había que hacer
cuando fue necesario”, dijo el dirigente sindical Raimundo Ongaro.
En un discurso de 40 minutos, el viejo jefe del sindicalismo combativo
se convirtió en la figura del acto realizado en la Casa Rosada
para lanzar el plan de competitividad de la industria gráfica.
Y el Presidente Fernando de la Rúa, al final, se lo agradeció.
“Illia, tan denostado y atacado durante su presidencia como comprendido
y añorado después”, dijo. Y entre los asistentes quedó
flotando la duda de si se refería sólo a Arturo Illia.
“A
Illia yo lo defendí cuando decían que era una tortuga y
en realidad él hizo con inteligencia lo que había que hacer
cuando fue necesario”, dijo el dirigente sindical Raimundo Ongaro.
En un discurso de 40 minutos, el viejo jefe del sindicalismo combativo
se convirtió en la figura del acto realizado en la Casa Rosada
para lanzar el plan de competitividad de la industria gráfica.
Y el Presidente Fernando de la Rúa, al final, se lo agradeció.
“Illia, tan denostado y atacado durante su presidencia como comprendido
y añorado después”, dijo. Y entre los asistentes quedó
flotando la duda de si se refería sólo a Arturo Illia.