Por Fernando Cibeira
Terminado el entuerto de la
interna, las nuevas autoridades del radicalismo bonaerense asumirán
la presidencia de Comité Provincia el 8 de agosto. Pero antes que
eso, Federico Storani y Leopoldo Moreau tienen planeado poner en marcha
su convocatoria a los sectores progresistas de la provincia
para armar un frente de centroizquierda que pueda resultar una oferta
atractiva al electorado y le permita remontar la desventaja que marcan
las encuestas, una idea en la que ya viene trabajando en silencio Raúl
Alfonsín. En su anhelo por nuclear a las fuerzas que se denominan
afines, no sólo quieren compartir sus listas con el
Frepaso y los socialistas escindidos, sino que están dispuestos
a ofrecerle a Elisa Lilita Carrió un arreglo por el
cual cerrarían ya su apoyo a una eventual candidatura presidencial
de la diputada chaqueña en el 2003.
Storani y Moreau se reunirán previamente con Alfonsín cuando
vuelva de Lisboa, a donde viajó a participar de un congreso de
la Internacional Socialista. Alfonsín mantiene una relación
afectuosa con Carrió y conversa periódicamente con ella
para convencerla de que no se candidatee en octubre por afuera del radicalismo
con su fuerza, el ARI. En el mismo sentido, como anticipó Página/12
el jueves pasado, viene negociando el jefe de Gobierno porteño,
Aníbal Ibarra, quien pretende armar en la ciudad un frente que
contenga a la Alianza y al ARI. Según su idea, Carrió y
Alfredo Bravo irían como candidatos a senadores mientras que la
lista de diputados se la repartirían radicales y frepasistas.
El interrogante del ARI es que Carrió supera por muchísimo
margen a cualquier otro candidato en la Capital, pero la cosecha que puedan
hacer sus compañeros más allá de la General Paz es
incierta. Su mejor postulante en la provincia es el diputado socialista
Jorge Rivas, quien buscará su reelección. Moreau viene manteniendo
contactos informales con Rivas en los que tuvieron muchas más coincidencias
que divergencias, por lo que no sonaría extraño pensar en
la posibilidad de un acuerdo programático. No se trata sólo
de economía. Tenemos que acordar en materia de seguridad, de penas
a menores, inmigración y demás. ¿Para qué
vamos a dispersar el voto progresista si pensamos lo mismo?, se
preguntan los ganadores de la peliaguda interna radical de la provincia.
Dentro del esquema de Storani y Moreau no entra el cavallismo, al que
quieren remitir al mismo espectro de centroderecha que le adjudican al
peronismo de Carlos Ruckauf y a Luis Patti. A diferencia de Alfonsín
e Ibarra, por ahora no quieren acercarse al Polo Social que conduce el
sacerdote Luis Farinello, porque no quieren saber nada con el variopinto
grupo de dirigentes que lo rodea. Si viene él solo es otra
cosa, aclaran los radicales.
El gran obstáculo dentro del armado soñado es que nadie
sabe a ciencia cierta qué piensa hacer Carrió de su vida.
Nos desconcierta: dice que sigue a Alfonsín a cualquier lado
pero enseguida agrega que si va de candidata lo hará con el ARI,
sostienen. Storani y Moreau quieren encontrarse con Carrió y plantearle
los puntos de un acuerdo que, entienden, tendría beneficios por
ambos lados. Quieren decirle que hay varios intendentes bonaerenses que
pertenecen a su línea que apoyarían su candidatura gustosos
pero que si ella decide ponerse en la vereda de enfrente por ejemplo,
quitándole algún concejal, como ya está ocurriendo
no dudarían en convertirse en sus enemigos.
Si ella va por afuera quedaría mucha gente herida y, si quiere
ser presidenta en el 2003, sí o sí necesitará de
la estructura radical para enfrentar al PJ. ¿Si no, cómo
gana la provincia?, se preguntan. Añaden que desandar esos
caminos de rencores internos luego se vuelve muy complicado. ¿Por
qué Lilita no los querría de aliados si es gente exitosa
y progresista?, explican los radicales, pensando en los intendentes
de Junín, Abel Miguel, o de Tandil.
Pero los radicales no encuentran en el ARI una única línea
de conducción. Por lo que pudieron palpar, cerca de Rivas hay quienes
piensan que conseguirían su reelección sin problemas yendo
por afuera de cualquier estructura tradicional, lo que fortalecería
la figura del diputado socialista. En cambio, un dirigente del ARI que
esta semana saludó a Storani por su triunfo le confió que
no entendía cómo Carrió no se subía enseguida
a la propuesta. Nosotros estamos dispuestos a conversar ahora sobre
una hipótesis para el 2003. Es la posibilidad que Lilita tiene
picando, será cuestión de ella si la aprovecha o no,
explican en la cúpula del radicalismo bonaerense. Será cuestión
que Carrió lo piense, entonces, mientras sigue recibiendo encuestas
que invariablemente la colocan como la dirigente política de mejor
imagen.
Resultados
Después de tantas versiones, polémicas y discusiones
entre candidatos, la junta electoral de la UCR bonaerense difundió
ayer los resultados oficiales de la elección interna que
tuvo lugar hace una semana. Escrutadas todas las actas electorales,
sobre un total de 311.030 sufragios, los números finales
arrojaron los siguientes porcentajes:
Presidente del Comité
Provincia: Federico Storani 159.840 votos (53,60 por ciento); Ricardo
Alfonsín 138.368 votos (46,40 por ciento).
Candidatos a diputados
nacionales: Leopoldo Moreau 159.893 votos (54,17 por ciento); Melchor
Posse 135.243 votos (45,83 por ciento).
Delegados al comité
nacional: Juan Manuel Casella 159.317 votos (54,10 por ciento);
Enrique Japonés García 135.135 votos (45,90
por ciento).
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GOBERNADORES
DEL PJ SE ENDURECEN ANTES DEL DIALOGO
Disparos sobre el Presidente
Los gobernadores del PJ no parecen
estar muy dispuestos al diálogo. A pesar de la reunión que
tendrán mañana con los representantes del Gobierno el
ministro del Interior, Ramón Mestre, y el jefe de Gabinete, Chrystian
Colombo dos mandatarios del PJ criticaron ayer al presidente Fernando
de la Rúa por su falta de conducción y al Gobierno
por no cumplir con el supuesto llamado a una unidad nacional.
Esta vez se trató del cordobés José Manuel de la
Sota y del formoseño Gildo Insfrán. Luego se sumó
el candidato a senador Eduardo Duhalde con una frase durísima:
(Al Presidente) ahora le cuesta, incluso, articular ideas.
El tono de las críticas causó sorpresa, por la oportunidad
en que fueron realizadas a un día del encuentro con los hombres
del Ejecutivo y el estilo de uno de los autores, el mediterráneo
De la Sota, quien se caracteriza por su cautela y moderación a
la hora de hacer declaraciones.
Sorpresivamente, De la Sota aprovechó un viaje a la ciudad de Tanti,
a 50 kilómetros de Córdoba, para advertir sobre la falta
de credibilidad del Gobierno que repercute en el Presidente y esto nos
tiene que afligir a todos. Luego subrayó como si fuera
un aforismo dirigido a De la Rúa que quien gobierna
tiene que conducir y que la peor defraudación que uno
hace a sus votantes es llegar al gobierno y no ejercer el poder.
Después se refirió a la situación social del país:
Creo que lo de Salta se puede reproducir, porque hay muchas situaciones
de pobreza extrema, y no están siendo atendidos.
A su turno, Duhalde también eligió como blanco a De la Rúa:
Tenía una gran lucidez y ahora le cuesta, incluso, articular
ideas, dijo primero. Enseguida agregó que se confunde
a veces. Hubo quienes se enojaron cuando hace tiempo dije
que veía mal al Presidente, estresado, aparentemente medicado y
sin su antigua lucidez, completó, en declaraciones al canal
de cable CVN. De todas formas, el bonaerense aclaró que espera
equivocarse y no descartó que el jefe de Estado esté
alterado por las circunstancias tan complicadas
y por la presión.
Desde Formosa, Insfrán restó importancia a la convocatoria
a un acuerdo de unidad nacional formulado tiempo atrás por el Ejecutivo
y expresó sus dudas sobre la sinceridad de la propuesta
oficial. No puede ser sincera desde el momento que no nos dicen
sobre qué y para qué queremos la unidad nacional,
argumentó.
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