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D�ALESSANDRO, COLOCCINI y ARCA
El goleador y sus secuaces

Por Facundo Martínez

Germán Lux (6). No vivió situaciones extremas que lo obligaran a poner todo de sí, pero estuvo atento a aquellas pelotas que ingresaron en el área. En algunos envíos aéreos no respondió con claridad, abusando del despeje con los puños.
Diego Colotto (5). Estuvo bien con las marcas, aunque no fue ciento por ciento seguro a la hora de quitar. Tenía que parar al delantero Djibril Cisse y lo hizo sin mayores problemas.
Nicolás Burdisso (6). Dio seguridad en el fondo y ganó en muchas pelotas aéreas. Fue claro cuando tuvo que jugar la pelota. En varias ocasiones reventó la pelota, cediendo laterales a los franceses, en lugar de jugarla a un compañero.
Fabricio Coloccini (7). Muy bien el primer tiempo, ganando de arriba y de abajo, y demostrando por qué es el capitán del equipo. Resolvió bien en las salidas desde el fondo. En el período complementario se lo vio más impreciso: Cisse, que no lo había complicado antes, le ganó varias veces la marca.
Leonardo Ponzio (5). No consiguió lucirse porque su juego fue más bien combativo, ya que los franceses eligieron su sector como carril para pasar al ataque. Alternó buenas y malas.
Nicolás Medina (6). Su trabajo fue clave a la hora de quitarle la pelota al rival. El encuentro fue muy luchado en la zona de volantes y eso no le quitó claridad para jugar bien la pelota.
Julio Arca (6). Durante el primer tiempo no tuvo el protagonismo que consiguió en el complementario. Mantuvo un largo duelo con Hassan Ahamada, del que salió mejor parado, y después rindió cuando entró D’Alessandro a la hora de asociarse con el volante en ataque. Era su primer encuentro como titular y mostró sus virtudes.
Maximiliano Rodríguez (5). No tuvo el empuje que había mostrado en otros encuentros. Su trabajó no alcanzó para desnivelar. Cuando buscó frenar la salida de Francia, lo consiguió.
Leandro Romagnoli (4). Fue el más flojo del equipo. Había salido como para comerse la cancha, pero se quedó en las intenciones. Desperdició varias situaciones del equipo por imprecisiones a la hora de entregar la pelota. Les dio a sus compañeros más vértigo que juego y, cansado, terminó opacando el brillo de las primeras jugadas asociadas con Saviola.
Javier Saviola (9). Fue el más completo del equipo. Con la pelota e incluso en la recuperación. De su contundencia no quedan dudas: hizo los tres tantos del equipo nacional, uno de penal, y desequilibró siempre pasando con pelota dominada entre los defensores franceses. Con D’Alessandro en el campo se sintió más acompañado. Tuvo dos mano a mano con el arquero Nicolás Penneteau, que no fueron por poco.
Esteban Herrera (6). Falló en eso de hacer goles, pero recibió la pelota casi siempre encimado. Luchó todo lo que pudo y muchas veces consiguió entorpecer la salida del rival. Fabricó el penal que puso a la Argentina 2–1, poco después del empate de Francia, cuando faltaba menos de un minuto para ir al entretiempo. Fue reemplazado por Domínguez.
Andrés D’Alessandro (7). Entró por Romagnoli y no tardó en dar muestras de su claridad y jerarquía. Descompensó por el sector izquierdo y puso un pase perfecto, en profundidad, que le permitió a Saviola anotar un golazo, el tercero.
Alejandro Domínguez. Entró por Herrera y no tocó muchas pelotas. En el primer desborde que consiguió, chocó con el francés Bernard Mandy y se fracturó el tobillo.
Oscar Ahumada. Entró por Domínguez, pero se plantó más en la zona de volantes y se proyectó poco en ataque.

 

 

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