La
medida de fuerza que cumplieron ayer los canillitas provocó trastornos
en la distribución de diarios en Capital, el Gran Buenos Aires
y La Plata. Hubo incidentes, detenciones e, incluso, una derivación
insospechada: el gobierno nacional reglamentó la desregulación
de la venta de diarios y revistas, lo que significa que tanto los actuales
puestos como las cadenas distribuidoras dejan de tener exclusividad en
la venta de publicaciones. La protesta de los canillitas había
sido en rechazo a la disminución del porcentaje de ganancias por
las ventas en los diarios.
Las empresas editoras de diarios montaron un vasto dispositivo para garantizar
la distribución de las publicaciones del domingo, el día
de mayor venta de la semana. El operativo abarcó locales de grandes
cadenas de venta de electrodomésticos, supermercados y estaciones
de servicio, y además, la contratación de vendedores ad
hoc. Hubo en total 400 puntos de venta en el área metropolitana.
De todas formas, se registraron inconvenientes. La Asociación de
Editores de Diarios de Buenos Aires (ADEBA) denunció amenazas,
intimidaciones y hechos de violencia en los puestos de venta alternativos.
El hecho más notorio ocurrió en el barrio de Caballito:
a las 8.45, a media cuadra de la estación Primera Junta, unos 20
hombres se abalanzaron sobre los paquetes de diarios dejados por los distribuidores
frente a un local de la cadena Garbarino, que iba a actuar como punto
de venta. Efectivos de la comisaría 12 intervinieron contra los
agresores, de los cuales nueve fueron detenidos.
También se denunció que un kiosco fue incendiado en La Plata.
En Villa Urquiza, un grupo de desconocidos mojó y destruyó
diarios en un punto de venta; En Haedo, intimidaron a los camioneros repartidores
y a los circunstanciales vendedores; en otros puestos sustrajeron diarios
u obligaron a los vendedores a distribuirlos en forma gratuita. Muchos
de los puestos alternativos tuvieron que levantarse debido a estas situaciones.
Y por la tarde fueron montados otros puntos fijos de distribución.
El de ayer fue un domingo distinto: los kioscos de diarios estuvieron
cerrados y en algunos de los lugares habilitados se formaban colas para
conseguir un ejemplar. La medida se implementó en Capital Federal,
Gran Buenos Aires y en La Plata. En el interior del país, en cambio,
la distribución de diarios fue normal.
La protesta fue decidida por el Sindicato de Vendedores de Diarios y Revistas,
que nuclea a unos 7000 puestos de venta de la ciudad de Buenos Aires y
el conurbano. El conflicto se generó a raíz de un cambio
en los porcentaje que reciben los kioscos sobre el precio de venta, que
este domingo bajó un 2 por ciento y el 1 de octubre se reducirá
otro tanto, tal como había sido pactado en un acuerdo que celebró
la industria a fines del año pasado. Con estos cambios, cada kiosco
recibirá un 32 por ciento sobre el precio de venta, un porcentaje
que es significativamente mayor que el que de Italia y España,
donde es del 25 por ciento, o el de Estados Unidos y Brasil, donde es
del 20.
Antes de que se conocieran los efectos de la medida, el Ministerio de
Economía reglamentó el decreto de desregulación para
la venta y distribución de diarios y revistas, con lo que puso
fin a la exclusividad que tenían canillitas y distribuidores. La
resolución 256 fue firmada el viernes cuando ya había
sido anunciada la medida de los vendedores pero se conoció
recién ayer.
El texto reglamenta el decreto 1025, firmado por el presidente Fernando
de la Rúa el 4 de noviembre último. La resolución,
que lleva la firma del ministro de Economía, Domingo Cavallo, permite
que los titulares de derechos de parada o de reparto o de líneas
de distribución sigan desarrollando su actividad. Pero advierte
que se reconoce el derecho de cualquier tercero interesado en acceder
a un mercado abierto en el que no se le impida ni cercene la actividad
de distribución y/o venta de diarios, revistas y afines.
Con ese fin, la norma establece que los derechos de parada y reparto,
y de líneas de distribución, así como la inscripción
en el Registro Nacional de Vendedores y Distribuidores de Diarios del
Ministerio de Trabajo no implicará la existencia de un derecho
de exclusividad para realizar tales actividades. En buen romance,
el mercado se abrirá a partir de que la norma se publique en el
Boletín Oficial y podría permitir, incluso, la venta a través
de máquinas expendedoras en supermercados y estaciones de servicio.
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