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COMO MONTESINOS SE VA A PONER MAS EXPLOSIVO
Las bombas que falta tirar

El caso Montesinos cambió la política de su país y puso a Perú y Venezuela al borde de la ruptura. Pero lo que tiene por decir amenaza a muchos que se creían a salvo, en especial a militares.

Página/12
en Perú

Por Carlos Noriega
Desde Lima

Lo que hasta ahora se ha conocido de las actividades ilícitas de Vladimiro Montesinos ha creado un terremoto político y moral en el Perú. El primer “vladivideo” tiró abajo el gobierno de Alberto Fujimori y su proyecto autoritario que soñaba con eternas reelecciones y los que fueron saliendo después desnudaron a ojos peruanos el nivel de corrupción y podredumbre al que había llegado la clase política y empresarial. En prisión, Montesinos sigue siendo la fuente de graves crisis. Su figura es el centro de una agria disputa, a un paso de la ruptura de relaciones diplomáticas, entre Perú y Venezuela. El mismo presidente venezolano Hugo Chávez también está amenazado por el “efecto Montesinos”, ante las sospechas de que su gobierno le dio protección por seis meses. Pero lo más grave parece que todavía está por venir en las revelaciones que Montesinos pueda hacer ante la Justicia. Ya empezó. Lo que dijo en sólo una semana tiene una fuerte carga explosiva. Y el pánico se ha apoderado de muchos personajes.
Una fuente con acceso a los primeros interrogatorios a Montesinos, realizados antes de su traslado el jueves a la Base Naval del Callao, reveló a Página/12 que éste ha insistido en señalar al ex presidente Alberto Fujimori como cómplice de todas sus actividades ilícitas. Al ser interrogado sobre el caso de los sobornos a congresistas para que respalden el gobierno de Fujimori –el verdadero escándalo que acabó con el régimen fujimorista–, el ex jefe de los espías peruanos habría asegurado que Fujimori estuvo al tanto de esas acciones y que incluso aprobó las partidas de dinero que eran entregadas al Servicio de Inteligencia para comprar parlamentarios. En su testimonio también habría involucrado al congresista y ex primer ministro fujimorista Víctor Joy Way como pieza clave en esa operación. Joy Way ha sido acusado por la procuraduría que investiga el caso Montesinos de formar parte de su organización mafiosa y le han sido congeladas cuentas bancarias por más de diez millones de dólares. El jueves último, una comisión del Congreso aprobó acusarlo constitucionalmente por sus vínculos con Montesinos. Otro personaje del fujimorismo que habría sido señalado por Montesinos como parte de su organización mafiosa es la ex presidenta del Congreso Martha Chávez. Precisamente, una desencajada Chávez salió hace unos días a clamar que no se crea nada de lo que Montesinos declare ante la Justicia. El ex hombre fuerte del Perú habría revelado que se pagaban 150 mil dólares a quien consiguiera congresistas que se pasaran de partido.
En ese mercado de compra de voluntades políticas habría jugado un rol protagónico el empresario de televisión José Francisco Crousillat. El “vladivideo” del soborno al parlamentario Alberto Kouri lo muestra a éste en compañía, precisamente, de Crousillat, que hace las veces de nexo entre Montesinos y Kouri. Crousillat está actualmente prófugo de la justicia. Varios “vladivideos” lo mostraron recibiendo montañas de billetes –en la misma oficina en la que se compró a Kouri– para que ponga la línea periodística de su canal al servicio de Fujimori. Cuando comenzaron a salir los primeros “vladivideos”, el ex primer ministro Federico Salas decidió adelantarse y confesar ante el Congreso que Montesinos le pagaba 30 mil dólares mensuales. En su defensa dijo que se arrepintió y devolvió el dinero. En los interrogatorios judiciales, Montesinos habría asegurado que Salas no era el único ministro en su nómina de pagos. Habría mencionado al menos los nombres de otros dos. Mientras Vladimiro Montesinos estaba recluido en su oscura y diminuta celda de una prisión militar, hundido en una profunda depresión, en huelga de hambre como una medida de presión para ser llevado a otro lugar, la televisión transmitía desde el Congreso la difusión de un “vladivideo” que amenaza crear una nueva tormenta política. La grabación pertenece a una ceremonia “secreta” realizada en julio de 1998 y en la cual Montesinos fue condecorado por la Fuerza Aérea. Entre los altos oficiales que aparecen brindando, riendo, celebrando todo lo dicho por su invitado de honor y escuchando con sumisa atención a quien en ese entonces era el personaje más poderoso del país, figura nada menos que el actual comandante general de la Fuerza Aérea y presidente del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, general Miguel Medina. Hace algunas semanas, Medina fue acusado por una comisión parlamentaria de formar parte de la irregular compra de aviones MIG 29 rusos que dejó millones de dólares en las cuentas de Montesinos. El general, apoyado por toda su institución, desmintió los cargos y el gobierno decidió mantenerlo en el puesto a pesar de las críticas.
Montesinos no sólo se ha declarado en huelga de hambre, sino también en huelga de silencio mientras no sea trasladado a un penal civil. El presidente del Instituto Nacional Penitenciario, Gino Costa, señaló ayer que este traslado no podrá realizarse por lo menos hasta dentro de seis meses, recién entonces podría tenerse listo un ambiente seguro en un penal común. “Está físicamente muy mal y con el ánimo muy decaído. La familia está conmocionada”, señaló a Página/12 una persona cercana a la familia Montesinos. Agregó que Montesinos teme que militares a los que él pueda comprometer con sus declaraciones podrían eliminarlo. Por eso no come lo que le dan en la Base Naval. “Los militares tienen acceso a ese penal y pueden hacer cualquier cosa para callarlo”, señaló esta persona.

 

 

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