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 La
ciudad estrenó ayer un nuevo sistema de control de tránsito:
unos modernos pilones retráctiles, unas varas de cemento que literalmente
surgen del asfalto y se elevan a 50 centímetros de altura, impidiendo
así el ingreso de los vehículos en la city porteña.
La medida generó el rechazo de los motoqueros, porque no pueden
ingresar en la zona donde, aseguran, realizan más del cincuenta
por ciento de los servicios de mensajería. Alrededor de 200 de
ellos marcharon con sus motos desde el Obelisco hasta la Plaza de Mayo,
para reclamar por la suspensión de la medida. Pero la protesta
derivó en accidente: una combi arremetió contra las motos
y dos de ellas terminaron aplastadas bajo sus ruedas y uno de sus conductores
resultó herido. Uno de los iracundos motoqueros prendió
fuego la camioneta y el conductor tuvo que salir corriendo protegido por
un grupo de policías, para evitar que la ira de los manifestantes
cayera sobre él.
Las esquinas que estarán cerradas al tránsito –entre
las 11 y las 16– son: Reconquista y Corrientes, Reconquista y Perón,
Reconquista y Bartolomé Mitre, Sarmiento y 25 de Mayo y Sarmiento
y San Martín, todas ubicadas en una zona del microcentro porteño
donde se concentran más de 170 bancos, casas de cambio y entidades
financieras. Desde ayer quedaron infranqueables cuando desde el asfalto
brotaron los pilones de cemento.
Durante esas cinco horas ningún taxi, remís, colectivo,
vehículo particular o de carga no autorizado podrá ingresar
en la zona. Sólo podrán acceder los automóviles que
tengan cocheras dentro del perímetro, ambulancias, móviles
de emergencia de la policía y bomberos, transportes de caudales
y de clearing bancario y los vehículos de Oca, Andreani y Correo
Argentino.
“El objetivo es que esas cuadras se conviertan en peatonales, de
tal forma que la gran cantidad de gente que circula por la zona pueda
caminar por la calle sin amontonamientos ni peligro de que lo pisen”,
apuntó el director general de Tránsito y Transporte del
Gobierno porteño, Osvaldo Storani.
En esta primera etapa, el acceso se acciona de forma manual. En los próximos
días se implementará un sistema de tarjetas inteligentes
(TAG), que funcionará con una tecnología similar a la utilizada
para el cobro automático de peajes en las autopistas, denominada
Identificación Automática de Vehículos. Cuando comience
el horario de restricción, se encenderá la luz roja del
semáforo y los pilones instaladas debajo del pavimento se elevarán
a una altura de cincuenta centímetros. Al aproximarse el vehículo
provisto de una tarjeta TAG, será detectado por unos sensores magnéticos
ubicados en la acera, que activarán los comandos necesarios para
accionar la bajada de los pilotes. En casos de emergencia, el control
de bajada de los pilones puede ser operado en forma manual o desde el
control central, y también existirá en cada puesto un intercomunicador
y una cámara de televisión.
Los más contrariados por la puesta en marcha de este sistema fueron
los motoqueros. Alrededor de 200 de ellos marcharon, a bordo de sus rugientes
motos, desde el obelisco hasta la sede del Gobierno porteño, en
protesta por la medida. Gabriel, del Sindicato Independiente de Mensajeros
y Cadetes (Simeca), explicó las razones del rechazo: “Donde
más laburamos es en el microcentro. Si tenemos que dejar las motos
a cinco cuadras de distancia perdemos un montón de tiempo. Nosotros
cobramos comisión por cada viaje que hacemos y así cobramos
menos”. Ricardo agregó que “no hay estacionamientos para
motos en lugares estratégicos. Pedimos que haya 15 metros de estacionamiento
libre en todas las esquinas del microcentro”.
La avalancha de motos avanzó por Sáenz Peña en dirección
a la Plaza de Mayo, pero la marcha se detuvo al llegar a la esquina de
Rivadavia, donde se produjo un accidente que derivó en una serie
de incidentes que provocaron la ira de los motoqueros (ver aparte). Finalmente,
con los ánimos algo más calmados, cuatro representantes
ingresaron a la sede del gobierno porteño, donde plantearon sus
inquietudes. Página/12 confirmóque, por lo pronto, hoy tendrán
libre paso y estacionamiento en la zona restringida, hasta que reciban
una respuesta definitiva.
Producción: Hernán Fluk.
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