Marcelo
Tinelli entabló anoche en “Videomatch” su batalla con
el Gobierno sin la sutileza de la semana pasada. En “Gran Cuñado”,
adonde Chacho volvió después de la fuga del jueves, Fernando,
el imitador del Presidente, volvió a ser el dubitativo de siempre,
aunque el nominado para irse no fue él sino Carlos Saúl.
Pero los quince minutos de fama pregonados por Andy Warhol le correspondieron
a Juan Pablo Baylac, el vocero presidencial, que mereció su propio
imitador. Con música de “El sodero de mi vida”, de Palito,
cantó “Señores, llegó el vocero”, y al
final le dijo a Tinelli que tenía la culpa de los piqueteros, la
suba de tasas e incluso la falta de plata de Fernando de la Rúa,
porque “hiciste la productora y no le diste trabajo”.
Marcelo
Tinelli entabló anoche en “Videomatch” su batalla con
el Gobierno sin la sutileza de la semana pasada. En “Gran Cuñado”,
adonde Chacho volvió después de la fuga del jueves, Fernando,
el imitador del Presidente, volvió a ser el dubitativo de siempre,
aunque el nominado para irse no fue él sino Carlos Saúl.
Pero los quince minutos de fama pregonados por Andy Warhol le correspondieron
a Juan Pablo Baylac, el vocero presidencial, que mereció su propio
imitador. Con música de “El sodero de mi vida”, de Palito,
cantó “Señores, llegó el vocero”, y al
final le dijo a Tinelli que tenía la culpa de los piqueteros, la
suba de tasas e incluso la falta de plata de Fernando de la Rúa,
porque “hiciste la productora y no le diste trabajo”.