Nosotros no tenemos absolutamente
ninguna voluntad de influir sobre la Justicia; ni yo personalmente, ni
conozco a nadie del partido que lo esté intentando, aseguró
ayer el ex presidente Raúl Alfonsín. Así, salió
a desmentir que se esté acordando una suerte de pacto de
impunidad que garantice la libertad de Carlos Menem, pero inmediatamente
formuló algunas apreciaciones que no hicieron otra cosa que confirmar
que el arresto de su antecesor por la venta ilegal de armas a Ecuador
y Croacia es un tema que no sólo preocupa a los menemistas: En
principio, es muy difícil que se pueda hablar de asociación
ilícita, dijo Alfonsín quien sí se mostró
partidario de investigar si Menem se enriqueció ilícitamente
y advirtió que la detención del riojano resulta inconveniente
para el diálogo político.
A Alfonsín los antecedentes no le juegan a favor: en la memoria
colectiva aún permanece intacto el recuerdo de que el mismo Menem
que ahora está preso era para el radical poco menos que el demonio
hasta el día en que ambos sellaron el Pacto de Olivos,
que posibilitó al riojano cumplir con el sueño de su segundo
mandato. Quizá por esa razón, ayer no dudó en presentarse
en los estudios de Radio Mitre apenas regresó de un viaje a Portugal,
después de que en esa emisora dijeran algo que no es secreto y
que Página/12 publicó en varias ocasiones durante los últimos
días: que al ex presidente y al propio Gobierno les preocupa que
Menem esté preso.
Me contó una de mis secretarias que habían dicho que
existía una suerte de `Pacto de Don Torcuato en el que yo
habría intervenido, arrancó entre risas para explicar
su repentina visita a la radio. Más serio, afirmó después
que no se puede de ninguna manera en una democracia caer en un pacto
de impunidad y enfatizó que jamás vamos a pasar
por encima de la ley y caer en la inmoralidad que significaría
un pacto de impunidad que impediría cualquier construcción
ética para adelante.
Pero más allá de esas afirmaciones tendientes a negar cualquier
operación sobre la Justicia con el objetivo de conseguir la libertad
de Menem, el ex presidente admitió estar preocupado por la situación
de su antecesor. Es cierto y lo hice público que he consultado
con amigos juristas si estaba la figura de asociación ilícita
que es lo que menos le importa al pueblo argentino, y me parece muy difícil
que aparezca asociación ilícita en un Gobierno, reconoció
Alfonsín, para luego destacar que lo que queremos es que
se investigue hasta el final y nos importa mucho más que lo de
la asociación ilícita, es el tema del enriquecimiento ilícito.
Como dio cuenta este diario el último viernes, uno de los juristas
consultados por Alfonsín fue el frepasista Raúl Eugenio
Zaffaroni, con quien coincidió en que la aplicación de la
figura de asociación ilícita que el juez Jorge Urso realizó
en la causa por la venta de armas y que determinó la detención
de Menem es endeble. Realmente es muy difícil
de probar la asociación ilícita, le explicó
Zaffaroni al ex presidente el pasado 15 de junio cuando lo visitó
en su departamento de la avenida Santa Fe para analizar el caso. Entonces,
Alfonsín le comentó que ya había evaluado el tema
con el ex ministro de Justicia Ricardo Gil Lavedra.
De los tres camaristas que tendrán a su cargo la revisión
del procesamiento que seguramente Urso dictará contra Menem antes
de que termine esta semana, Alfonsín tiene línea directa
con Eduardo Luraschi. Otro que escuchó las dudas del
ex presidente sobre la figura penal aplicada en la causa es el constitucionalista
Arnoldo Klainer, quien a su vez se comunica con Martín Irurzun
y Horacio Cattani, los otros dos miembros de la Sala II de la Cámara
Federal porteña.
La preocupación de Alfonsín por el arresto de Menem tiene
que ver con lo político. Es cierto que esto es un inconveniente
para lograr que entre todos los argentinos superemos una etapa difícil
que estamos viviendo, señaló el ex presidente y explicó
que no le podemos decir a nadie, `venga, vamos a trabajar juntos
que los vamos a meter presos. Además,advirtió
que es probable que en alguna instancia judicial se modifique la calificación
de la causa y Menem salga en libertad y que entonces la gente dirá
`mirá, arreglaron, y eso no es así.
Demostrar lo
imposible
El ex ministro de Defensa Antonio Erman González, detenido
por la venta ilegal de armas a Croacia y a Ecuador, aseguró
que la fiscalía a cargo de Carlos Stornelli intenta
demostrar lo imposible, sobre el supuesto rol que habría
tenido el ex funcionario menemista en ese ilícito. A través
de un escrito presentado por sus abogados Fernando Archimbald y
Carlos Froment, Erman también le pidió al juez Jorge
Urso que acceda a la solicitud efectuada respecto del testimonio
de Domingo Cavallo, toda vez que sus aclaraciones resultan de singular
relevancia. El ex polifuncional ministro del menemismo además
afirmó que no pudo tener responsabilidad por el mal
uso de los decretos que autorizaron el envío de armas.
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Speroni va a por Balza
El ex jefe del Ejército Martín Balza, detenido por
el juez Jorge Urso desde hace casi un mes como presunto organizador
de la banda que traficó armas a Croacia y a Ecuador, deberá
declarar el próximo miércoles ante el juez Julio Speroni,
esta vez acusado de contrabando agravado. La convocatoria
a Balza complica aún más su situación, pero
también podría afectar al ex presidente Carlos Menem.
Este miércoles, a las 8.30, Balza será trasladado
desde el Comando de Institutos Militares en Campo de Mayo, en donde
permanece detenido, hacia el despacho de Speroni, ubicado en el
sexto piso de los tribunales federales de Comodoro Py. El ex jefe
del Ejército ya había declarado ante este juez por
escrito, en septiembre pasado, pero ahora tendrá que declarar
personalmente. Lo mismo podría suceder con Menem, quien presentó
su descargo escrito hace 9 meses.
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Esperando el fallo
de Urso
Cercano a cumplir el primer mes de su detención, el ex
presidente Carlos Menem espera que hoy o a más tardar mañana,
el juez federal Jorge Urso falle sobre su situación procesal.
Antes del viernes, había contado el abogado Mariano
Cavagna Martínez que fue la respuesta del magistrado cuando
le preguntó cuándo daría a conocer su resolución.
Junto con Menem, el juez resolvería el futuro del ex ministro
de Defensa, Antonio Erman González, del ex canciller Guido
Di Tella, del ex jefe del Ejército general Martín
Balza y del ex subjefe de la fuerza, general Raúl Gómez
Sabaini. El entorno menemista tiene todas sus expectativas puestas
en la Sala II de la Cámara Federal porteña. Anteayer
Cavagna Martínez reconoció que estaban esperando
un dictamen desfavorable. Esta opinión se generalizó
luego de conocer el extenso fallo en el que el fiscal federal Carlos
Stornelli le pidió a Urso que dicte la prisión preventiva
contra Menem por considerarlo jefe de la asociación ilícita
que vendió ilegalmente armamento argentino a Croacia y Ecuador.
El menemismo prepara nueva defensa y nueva estrategia para su apelación.
Por lo pronto admiten que harán todas las operaciones
políticas que puedan. No lo dicen pero para las que
no puedan piensan contar con los buenos oficios de algunos
hombres del radicalismo como el actual titular de la SIDE, Carlos
Becerra, y hasta del propio Raúl Alfonsín, que si
bien ayer desmintió la existencia de un pacto de Don
Torcuato que garantice la impunidad para Menem, no oculta
su preocupación por la calificación jurídica
que pesa sobre el ex mandatario: la de jefe de una asociación
ilícita.
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