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MILOSEVIC RECHAZO A LA CORTE Y SUS ACUSACIONES COMO “FALSAS”
El proceso del siglo duró 12 minutos

El ex hombre fuerte yugos-
lavo realizó una electrificante aparición en La Haya, negando toda autoridad al tribunal.

Slobodan Milosevic, en el banquillo y flanqueado por las guardias de Naciones Unidas.
Incluso sentado inmóvil, con su cabeza ligeramente ladeada, la
suya fue una presencia imponente.

Por Ian Black
Desde La Haya

Tomó apenas 12 minutos para que empezara el proceso del siglo 21, y apenas segundos para que Slobodan Milosevic exhibiera su despreciativo rechazo a aceptar la autoridad del tribunal de La Haya para juzgarlo por asesinatos de masas y limpiezas étnicas en Kosovo. “El objeto de este proceso es ofrecer pruebas falsas sobre los crímenes de guerra cometidos por la OTAN en Yugoslavia”, dijo un desafiante ex presidente al juez Richard May, titular del tribunal, durante una breve pero electrificante aparición en corte transmitida en vivo a todo el mundo ayer por la mañana.
El Caso IT-99-37 comenzó justo después de las 10 de la mañana, con un sol brillante fuera de los tribunales, una carrera de obstáculos de chequeos de identidad y detectores de metales en el interior y un audible susurro de anticipación ante el hecho de estaba por comenzar el primer proceso a un ex jefe de Estado por crímenes cometidos en el ejercicio del poder. Presionado por el juez May para que contestara si quería que le leyeran la totalidad de la acusación de 32 páginas, el acusado respondió, en un estilo perentorio que es familiar a los líderes occidentales que negociaron con él durante las sangrientas guerras de secesión yugoslavas: “Ese es su problema”. Fue una línea fuertemente ofensiva que produjo risas shockeadas desde la galería del público y será largamente recordada por su contribución arrogante a una pieza de teatro legal apasionante y brillantemente representada.
Momentos antes, Milosevic había sido escoltado dentro de la corte número uno, elegantemente ataviado con una corbata a rayas con los colores de la bandera serbia y su cabello peinado para atrás, que es su marca de fábrica, prolijamente cepillado. Con el aspecto inequívoco de un prisionero, flanqueado por corpulentos guardias uniformados de la ONU en el banquillo de los acusados, su actuación fue confiada y desafiante. Y sacó el máximo provecho de su decisión de prescindir de una representación legal. “Considero a éste como un falso tribunal y la acusación como una falsa acusación –dijo Milosevic en un inglés bueno, pero fuertemente acentuado–. Es ilegal al no haber sido designado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, de modo que no tengo necesidad de nombrar un abogado ante un organismo ilegal.”
El ex presidente se incorporó de su asiento con lentitud deliberada cuando empezó la audiencia, con expresión malhumorada, frente ceñuda y las manos unidas tras la espalda. Pero incluso sentado inmóvil, con su cabeza ligeramente ladeada y echando una ocasional ojeada a la galería a través del cristal a prueba de balas, la suya fue una presencia imponente, que se rehusó a someterse a la autoridad del juez May y sus dos colegas, de Jamaica y Marruecos. La suiza Carla del Ponte, la fiscal de cabello blanco y toga negra del tribunal, lo ignoró deliberadamente, mientras mantenía consultas con un colega que se encontraba de pie bajo la bandera de la ONU. Las sillas azules giratorias y la mesa de madera reservada para el equipo de la defensa estaban vacías y las pantallas de sus computadoras en blanco. El juez May, que fue el que más habló, fue parco y decididamente británico, amonestando al hombre en el banquillo y recomendándole que, con un caso tan largo y complejo, podía reconsiderar su rechazo a contar con un abogado. “Señor Milosevic –le dijo en una voz firme y magistral–, éste no es el momento adecuado para hacer discursos.” En otro breve intercambio, cuando el juez le preguntó de vuelta si no quería declararse culpable o inocente, Milosevic replicó con su ataque contra la OTAN, esta vez en su serbio nativo. “Señor Milosevic, le he hecho una pregunta”, dijo el juez. “Le he dado una respuesta”, contestó Milosevic. Desde que Milosevic no se declaró culpable ni inocente, la corte siguió sus reglas usuales, considerando que se había pronunciado no culpable.
Milosevic representó su papel usual de villano balcánico de habla dura, principalmente para una galería donde unos pocos miembros del cuerpo de prensa del mundo había conseguido entradas para el mejor show de la ciudad en lugar de mirarlo en una pantalla gigante de TV en el centro de conferencias fuera de la corte. Pero prácticamente terminó casi antes de que hubiera comenzado, con el acusado mirando señaladamente a su reloj mientras era llevado fuera de la sala, por la salida de la izquierda, subrayando a uno de sus guardias: “10 minutos”.
Milosevic enfrenta cuatro acusaciones que emergen de la crisis de Kosovo en 1999: deportación –un crimen contra la humanidad–; asesinato –un crimen contra la humanidad–; asesinato –un crimen contra las leyes de comportamiento en tiempos de guerra–; y persecución sobre bases étnicas y religiosas –un crimen contra la humanidad–. Cada uno de estos delitos es castigado con prisión perpetua.
La próxima aparición de Milosevic probablemente será el 27 de agosto, cuando la corte revise el estado del proceso. Funcionarios del tribunal dijeron que Milosevic permanecerá aislado hasta que se determine si puede alternar con seguridad con los otros prisioneros. Los procedimientos en pleno empezarán probablemente el año próximo.

 


 

LO QUE DIJO EL JUEZ Y LO QUE CONTESTO EL ACUSADO
Diálogo de sordos en la corte

Esta es la transcripción del diálogo mantenido ayer por la mañana en la sala del Tribunal de La Haya entre su presidente, el juez británico Richard May, y el acusado, el ex presidente yugoslavo Slobodan Milosevic.
Juez Richard May: –Señor Milosevic, veo que no lo representa ningún abogado. Entendemos que es por decisión propia. Tiene derecho a asumir su propia defensa. También tiene derecho a un abogado y debe pensar detenidamente si renunciar a la representación legal es lo que más le interesa.
Este proceso va a ser largo y complejo, y es posible que quiera reconsiderar su postura. En tales circunstancias, si desea disponer de tiempo para decidir su quiere un abogado o no, estaremos dispuestos a concedérselo. ¿Desea usted ese tiempo para decidir si quiere que le represente un abogado?
Milosevic (en inglés): –Considero que éste es un tribunal falso y que las acusaciones son falsas. Es ilegal, puesto que no ha sido designado por la Asamblea General de la ONU, de modo que no tengo por qué nombrar un abogado para actuar ante un órgano ilegal.
Juez May: –Está bien, señor Milosevic; llegado el momento, tendrá ocasión de presentar mociones contrarias a nuestra jurisdicción o cualquier otro aspecto preliminar que desee. Por el momento, consideramos que desea seguir adelante sin ningún abogado, aunque es un aspecto sobre el que usted puede cambiar de opinión a su debido tiempo. Esta primera comparecencia es solamente para ocuparse de estos aspectos: en primer lugar, de la propia acusación, y en segundo lugar para que, si lo desea, se declare usted culpable o inocente.
El primer punto es la acusación. Como puede que usted sepa, tiene derecho a que le sean leídos los cargos en este momento, en la sala, antes de decir cómo se declara. Es un derecho al que también puede renunciar su lo desea. ¿Quiere que le sean leídos los cargos o no?
Milosevic (en inglés): –Es asunto suyo.
Juez May: –... Señor Milosevic, se encuentra ante este tribunal y dentro de su jurisdicción. Lo va a juzgar este tribunal. Se le van a otorgar todos los derechos de los acusados, con arreglo a las leyes internacionales y todas las cláusulas de protección del derecho internacional y el estatuto...
Milosevic (en serbio): –Señor presidente... (larga pausa mientras los servicios de traducción se ponen en marcha).
Juez May: –La sala considera que su respuesta es una renuncia a su derecho a que le sea leída el acta de acusación. La siguiente parte del proceso consiste en la acusación propiamente dicha. Señor Milosevic, si lo desea, puede disponer de tiempo para decidir cómo se declara. La ley le permite disponer de hasta 30 días para hacerlo, en caso de que no entienda los cargos sobre los que tiene que pronunciarse o desee consultar con un abogado antes de declararse en uno u otro sentido. Sin embargo, también puede declararse culpable o inocente hoy mismo. ¿Quiere usted declararse hoy o solicita un aplazamiento para reflexionar más sobre ello?
Milosevic (en serbio): –El objeto de este juicio es ofrecer pruebas falsas sobre los crímenes de guerra cometidos por la OTAN en la antigua Yugoslavia.
Juez May: –Señor Milosevic, le he hecho una pregunta. ¿Desea declararse hoy mismo en uno u otro sentido, o solicita un aplazamiento para reflexionar más sobre la cuestión?
Milosevic (en serbio): –Le he dado mi respuesta. Además, este supuesto tribunal... (Se apagan los micrófonos.)
Juez May: –Las normas establecen que, si un acusado no se declara culpable ni inocente, la sala debe presentar una declaración de inocencia en su nombre. Señor Milosevic, consideramos su respuesta como la renunciaa declararse en uno u otro sentido y, por tanto, presentamos en su nombre una declaración de inocencia respecto a cada uno de los cargos.
Milosevic (en serbio): –Como he dicho, el objetivo de este tribunal es justificar los crímenes cometidos en Yugoslavia. Por consiguiente, es un tribunal falso...
Juez May: –Señor Milosevic, éste no es el momento adecuado para hacer discursos. Como he dicho, tendrá la oportunidad, a su debido tiempo, de defenderse y exponer su defensa ante el tribunal. Éste no es el momento de hacerlo. Queda aplazada la cuestión. La próxima sesión será una reunión para examinar la situación y se celebrará en la semana que comienza el 27 de agosto, a no ser que la sala ordene una vista previa. Se levanta la sesión.

 

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