Por Laura Vales
Ojalá esté
perfecto, pero yo insisto en que a De la Rúa no lo veo bien,
dice Eduardo Duhalde a Página/12. Tiene además una
situación política muy difícil. Todos los partidos
que lo llevaron al gobierno lo están mirando de afuera, como si
no tuvieran nada que ver. Y así no se puede gobernar. Con
este tono, sin ahorrar una gota de dureza, el ex gobernador bonaerense
se sumó ayer a Carlos Ruckauf en la pelea para que el gobierno
nacional reconozca la deuda de 580 millones de pesos con la provincia
y envíe fondos frescos a su distrito. Duhalde acusó a la
Nación de estar buscando desgastar la imagen del PJ. Y anticipó
que habrá un endurecimiento de posiciones de los legisladores
de varias provincias en el Congreso Nacional.
¿Lo sorprendieron los rumores sobre una renuncia del Presidente?
Creo que es parte de la situación caótica que vive
el país. Hay una usina de rumores en marcha y todos los días
escuchamos versiones en ese sentido. Antes de ayer decían que el
ministro de Economía iba a renunciar, después que el que
se iba era el Presidente.
¿A qué lo atribuye?
No sé qué origen tienen, pero creo que el Gobierno
tiene que gobernar, tiene que hacer cosas, de esa manera se irían
superando los problemas. En este estancamiento lo único que tiene
valor son todas estas cosas de tono mediático, que nadie sabe de
dónde salen, pero que hacen daño.
En la Alianza hay quienes acusan al PJ bonaerense de estar especulando
con un adelantamiento de las elecciones.
No es así. La verdad es que todo esto se puso en marcha con
los dichos del vicepresidente de la Unión Cívica Radical,
Angel Rozas. La escalada empezó con eso. Rozas dijo cosas razonables,
pero puestas en boca del vicepresidente del partido y gobernador de una
provincia ganaron repercusión.
Usted fue, en los últimos 15 días, uno de los que
más insistió en el tema de la supuesta mala salud del Presidente.
También el que le hizo un gran favor fue su médico
personal. Yo hace ocho meses, en programas de TV, dije ante el ministro
del Interior (en ese momento era Federico Storani) que teníamos
un problema adicional, porque el Presidente no estaba bien. Pero parece
ser que este comentario humano se escuchó como si yo hubiera dicho
un despropósito. Yo no lo noto bien. Ojalá tengan razón
los que dicen que está perfecto, pero yo no lo veo así.
¿Usted comparte la sugerencia que hizo Rozas a De la Rúa
para que convoque a un nuevo pacto de unidad nacional?
Eso ya se hizo dos veces... las cosas se hacen con tan poca fuerza
que en definitiva nadie se entera y son convocatorias muy lavadas. En
realidad yo creo que lo que tenemos que decidir primero es si queremos
ser un país independiente o no. En el supuesto de que la respuesta
sea sí, entonces haremos un acuerdo para tomar medidas en ese sentido.
De la Rúa no está en una situación de fortaleza,
sino en un momento muy difícil. Todos los partidos que lo llevaron
al gobierno lo están mirando de afuera, como si no tuvieran nada
que ver. Así no se puede gobernar. Es un gobierno que no hace fuerza.
¿Y el PJ? Lo escuché decir que está vacío
de ideas.
Es cierto. No tenemos conducción estratégica. En este
momento estamos muy mal porque el presidente formal del partido está
detenido y los gobernadores están con problemas en sus provincias.
Entonces el peronismo como partido no es una herramienta eficiente.
¿Cómo están las negociaciones entre la Nación
y la gobernación bonaerense?
La provincia fue elegida como blanco por el gobierno nacional.
¿Hubo algún avance en las negociaciones por el envío
de fondos?
No. Y creo que lo hacen a propósito. Quieren enfrentarse
con las provincias y en particular con Buenos Aires.
¿Por qué buscarían eso? Para generar
un desgaste. La verdad es que no se puede imaginar ninguna intención
correcta, porque habían tomado el compromiso de mandar los fondos
y después no lo hicieron, de una hora para otra.
¿Los diputados de la provincia de Buenos Aires van a tomar
posiciones más duras como respuesta?
No. No es así. Lo que va a haber es un endurecimiento de
todos los bloques, porque el problema no es sólo de la provincia
de Buenos Aires. Hay provincias que están mucho peor, que hace
dos meses que no pagan salarios, que tampoco pagaron el aguinaldo y a
las que se les debe plata. Quiero decir que nosotros tenemos un problema,
pero más grave aún es la situación de otras provincias
a las que se les incumple desde hace mucho tiempo.
¿Cómo recibió el procesamiento de Menem?
Bueno, era algo muy esperado. Era esperado por los medios, se daba
por descartado que iba a suceder. La Justicia debe seguir su curso y espero
que haya una sentencia justa, que no lo tomen como un chivo expiatorio
y si es condenado que lo hagan con pruebas concretas.
OPINION
Por James Neilson
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Triunfadores morales
Parecería que el resto del mundo, una zona conocida como
los mercados, cree que si Domingo Cavallo decide darse
por vencido el país entero se desplomará porque ningún
sustituto concebible estaría en condiciones de manejar los
trozos que quedarían de la economía nacional. Mientras
tanto, puertas adentro aumenta la cantidad de los que sospechan
que aun cuando Mingo siga al mando la recuperación
será a lo mejor mediocre y a lo peor no vendrá jamás.
Es decir, propende a consolidarse la opinión de que por los
motivos que fueran políticos, psicológicos,
externos, internos la Argentina no logrará insertarse
en el improvisado sistema internacional que está en vías
de formarse sino que continuará vagando por la periferia,
rebelándose, propinando a Wall Street un susto tras otro,
probando suerte con modelos sui generis con toda probabilidad
autoritarios y, claro está, volviéndose cada vez más
angustiada, más miserable y más caótica.
Para algunos, tal desenlace sería fuente de cierta satisfacción
lúgubre: supondrían quepor lo menos aquí el
capitalismo salvaje habría sufrido una derrota humillante
que lo mostraría en toda su vileza. ¿Y para los demás,
los que no se sienten identificados con ninguna ideología
o doctrina particular y sólo quieren vivir en paz y con dignidad,
compartiendo, aunque fuera mínimamente, los bienes materiales
que, según los medios de comunicación, abundan en
otras partes? No les serviría de consuelo saberse a salvo
de los horrores del consumismo.
Puede lucharse contra las características más desagradables
del sistema socieconómico que está en boga y que,
no obstante sus ataques esporádicos de fiebre, no muestra
indicios claros de agotamiento procurando mantenerla a raya, saboteándolo
en cada momento para poder celebrar con júbilo sus repetidos
fracasos que atribuirán a las presuntas deficiencias filosóficas
o morales de quienes dominan a los países más poderosos
y de sus amigos locales. También se podría hacerlo
construyendo un modelo no sólo más acorde
con los gustos nacionales sino también tan productivo como
cualquier otro o, si es posible, más eficaz aún, para
que los triunfos propios sean auténticos y para que deje
de ensancharse la brecha ya amplísima que separa a la Argentina
del mundo rico. Sin embargo, por ahora cuando menos ningún
grupo de defensores de las esencias nacionales amenazadas ha hecho
el menor esfuerzo por imaginar una alternativa que podría
sobrevivir más de un par de semanas, razón por la
que el eventual colapso del modelo que tanto odian sería
un desastre sin atenuantes.
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