La economía no le da
tregua al Gobierno. A medida que van apareciendo datos sobre el comportamiento
de la economía en junio, las ilusiones de reactivación se
desvanecen. Ayer se conocieron cuatro indicadores, todos con resultados
negativos. El índice de precios al consumidor cayó el 0,7
por ciento, con lo cual se transformó en la baja más pronunciada
desde marzo de 1999. Semejante nivel de deflación refleja la densidad
de la depresión económica, lo que también quedó
demostrado con las caídas en los índices de precios mayoristas
(-0,4%) y de la construcción (-0,1%), en los tres casos en la comparación
contra mayo. Otra noticia desalentadora fue que las ventas de autos disminuyeron
el 40,1 por ciento respecto a junio de 2000, a pesar de las promociones
lanzadas por las terminales.
El 24 de mayo último, el Gobierno concedió a las empresas
automotrices una serie de ventajas impositivas, en el marco de los planes
de competitividad. Eso redundó en disminuciones de entre 10 y 20
por ciento en el precio de los autos. Sin embargo, como las rebajas tardaron
algunos días en efectivizarse luego de los anuncios oficiales,
el público demoró en concretar las operaciones. El resultado
fue catastrófico para las terminales. Se colocaron apenas 15.309
unidades, contra las 20.437 de junio de 2000 y las 31.746 del mismo mes
de 1999. La baja contra el año pasado fue del 40,1 por ciento.
Y en el primer semestre, el descenso fue del 41,4. Para las empresas,
que las ventas hayan aumentado apenas 16,3 por ciento contra mayo pasado
es un pésimo resultado, si se tiene en cuenta que bajaron los precios
de los autos y que la suba en las ventas contra el peor mes de los últimos
diez años fue de tan sólo 3140 unidades.
Como resultado de la crisis en el sector, Renault ratificó ayer
una medida que había anunciado el mes pasado: la suspensión
de la actividad productiva en la planta de Santa Isabel, Córdoba,
por el plazo de 35 días. La paralización de actividades
en la fábrica será desde el próximo martes hasta
el 14 de agosto, período durante el cual los operarios cobrarán
el 75 por ciento de su salario de bolsillo. En junio, la producción
en el conjunto de las terminales cayó el 12,4 por ciento contra
igual mes de 2000, y descendió 10,1 por ciento respecto a mayo.
En el primer semestre, la disminución fue del 19,1 por ciento.
El derrumbe de la producción no fue más pronunciado porque
las exportaciones permitieron compensar parte de lo que no se consume
internamente. Las ventas al exterior crecieron 50,6 por ciento contra
junio del año pasado y 1,3 en relación a mayo. En total,
se exportaron 19.986 vehículos, bastante más que los 15.309
que se vendieron en el país. Entre enero y junio, las exportaciones
aumentaron el 70,9 por ciento.
Las terminales explicaron que la baja en las ventas también obedeció
a que hacia mediados de junio se anunció una baja en el impuesto
a los autos gasoleros, y el público volvió a esperar a que
se concretara para comprar esos vehículos. Pero más allá
de esas justificaciones, lo que los indicadores económicos de junio
van demostrando es que la recesión está lejos de ser superada.
La deflación de 0,7 por ciento en los precios al consumidor es
una prueba contundente. La disminución fue traccionada por fuertes
bajas de 1,2 por ciento en los rubros Alimentos y bebidas
y Transporte y comunicaciones. También hubo caídas
importantes en los precios de Esparcimiento (-1,1%) e Indumentaria
(-0,9%). Más leve fue la retracción en Equipamiento
y mantenimiento del hogar (-0,2), Bienes y servicios
(-01%) y Educación (-0,1%). La única variación
positiva se observó en Atención médica y gastos
de salud, que creció 0,2 por ciento. La deflación
en los últimos doce meses fue del 0,3 por ciento.
En tanto, los precios mayoristas bajaron en junio 0,4 por ciento contra
mayo y 1,6 respecto a junio de 2000, acumulando en el año una retracción
de 1 por ciento. Finalmente, el costo de la construcción arrojó
bajas de 0,1 por ciento frente a mayo y 0,7 contra junio del año
pasado.
LOS
AUTOTRANSPORTISTAS LEVANTARON EL LOCK OUT
Volver a las rondas nocturnas
Los empresarios de colectivos
levantaron el lock out que durante una noche, entre las 22 del martes
y las 5 del miércoles, dejó sin el servicio a 50 mil usuarios.
Aunque tras la negociación con el gobierno los colectiveros quisieron
presentarlo como un logro, la oferta recibida compensar con impuestos
futuros la reciente suba del 20 por ciento en el precio del gasoil y el
estudio de un plan de competitividad para el sector no varió
con la medida de fuerza.
Luego de reunirse con el secretario de Transporte, Ignacio Ludueña,
el secretario de la Fatap, Osvaldo Canegallo, dijo a Página/12
que nos prometieron que nos computarán los mayores costos
en combustible a cuenta de impuestos futuros y que desde mañana
comenzarán a trabajar en el plan de competitividad que les presentamos.
Sin embargo, la promesa era exactamente la misma con que ya contaban antes
del lock out.
La estrategia de presión de los colectiveros no consiguió
sus objetivo. La estrategia de Infraestructura fue subir la apuesta de
los transportistas. Luego de la reunión del martes en la que los
empresarios anunciaron el lock out, inmediatamente se mandaron las intimaciones
a las empresas e inspectores a constatar la prestación de los servicios
en los horarios nocturnos. Como resultado se labraron actas de infracción
y se iniciaron sumarios que podrán generar multas de hasta 15.000
boletos mínimos. Esta contraofensiva gubernamental no había
sido aplicada en paros anteriores. Para complementar, desde la mañana
voceros de la secretaría de Transportes habían hecho correr
un rumor que sensibilizó a los colectiveros: se permitiría
a todas las combis que lo deseen prestar los servicios nocturnos.
En la reunión de ayer, los ánimos no eran los mejores. El
debate fue subiendo de tono hasta que fue necesario un cuarto intermedio.
En los pasillos del Palacio de Hacienda los colectiveros discutieron fuerte
la opción de continuar con el lock out. Finalmente, tras volver
a la mesa de negociación, ganó la opción de aceptar
los tiempos del gobierno. En 30 días habrá una nueva reunión
en la que se tratará el plan de competitividad propuesto por los
mismos transportistas. Según funcionarios de la secretaría
de Transporte, ésta sería una propuesta de máxima
que incluiría descargas de IVA, compensación de Ingresos
Brutos de la provincia de Buenos Aires con impuestos federales, desgravaciones
para la adquisición de bienes de capital y modificaciones sobre
las especificaciones técnicas de los vehículos.
Rechazo
al plan Eurnekian
Como si no se tratase de representantes
de trabajadores de una empresa en convocatoria de acreedores y al borde
de su liquidación, los siete gremios aeronáuticos acordaron
que no aceptarán para Aerolíneas Argentinas ningún
proyecto que implique despido de personal. El previsible consenso fue
la respuesta al proyecto que el martes les presentó el empresario
Eduardo Eurnekian y una prevención para la reunión que entre
hoy y mañana mantendrán con el otro potencial adquirente,
el ex interventor de la compañía entre 1973 y 1983, Juan
Carlos Pellegrini, cuyo plan también incluye recortes de personal.
En tanto, en la empresa se abonaron ayer los salarios que todavía
se adeudaban de mayo y se comprometió para hoy el pago parcial
de los haberes de junio. Se pagaría la totalidad del sueldo hasta
un monto de 600 pesos o el 50 por ciento del salario neto mensual hasta
un tope de 1500. El resto, según fuentes de la firma, quedará
para cuando cuando las posibilidades económicas de la empresa
lo permita. Los pagos sumarán 4 millones de pesos sobre un
total de 14 de masa salarial.
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