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En el Planetario porteño, los
ciegos pueden sentir las estrellas

Un sistema de sonido y una semiesfera que reproduce la bóveda celeste permite percibir los astros. El espectáculo, inaugurado ayer, acercó el cielo a los no videntes.

Cada participante, en una semies-fera, seguía con los dedos la ubicación de los astros.

“Pude sentir el cielo”, dijo Jorge, emocionado. Jorge tiene 47 años y es ciego de nacimiento. Sintió el cielo después de asistir a un espectáculo especialmente preparado para no videntes por el Planetario de la Ciudad de Buenos Aires, el primero de este tipo en Latinoamérica. Sobre un relato que cuenta las características de diferentes astros, éstos se perciben como sonidos: más agudos e intensos aquellos que están más cerca de la Tierra, más graves y suaves para las que están más lejanos. Además, los visitantes cuentan con una semiesfera que reproduce la bóveda celeste, en la que cada estrella está representada por un punto en relieve: de esa manera pueden sentir con sus dedos la ubicación de cada una de ellas en el cielo.
Página/12 compartió con un grupo de ciegos la primer función realizada especialmente para ellos en el Planetario Galileo Galilei. Cada uno entró a la sala munido con su respectiva semiesfera, un guión hecho en Braille para seguir el relato y unos auriculares inalámbricos, que les posibilitará viajar por el espacio.
Mediante un sistema tridimensional holofónico, que posiciona los sonidos en el espacio, los ciegos que asisten a la función pueden conocer la ubicación relativa de una estrella en el cielo y respecto de los demás objetos celestes. El sonido que se recibe a través de los auriculares traduce con fidelidad, y según su timbre e intensidad, el brillo, la distancia y la magnitud aparente de cada uno de los 31 astros que se describen durante la función.
Mario Pergolini aportó su inconfundible voz para relatar, durante 40 minutos, un viaje por el cielo austral, que incluye estrellas, planetas y constelaciones. El público sigue el recorrido a través del cielo guiado por el mapa táctil, en el que cada objeto está representado con una pequeña bolita de goma, con su correspondiente referencia en braille. Los concurrentes reciben, también, un guión del relato y un gráfico de las diferentes galaxias y constelaciones, ambos preparados para ser leídos con la yema de sus dedos, y que pueden llevarse a sus casa junto con el audio del espectáculo. Mariano Ribas, coordinador del área de astronomía del Planetario y autor del guión, resaltó que “se complementa la sensación sonora con la táctil de la semiesfera. La idea es recrear sensaciones y dar contenidos básicos de astronomía”.
Después de vivir la experiencia, los asistentes se mostraron muy satisfechos. Ramiro tiene 13 años, y cuenta su sueño de “volar en el espacio”. Ramiro es músico, y cada sonido que escuchaba lo repetía en voz baja. Su mamá, Cristina, agregó: “Es importantísimo que se hagan cosas para los que no pueden ver”.
Las sensaciones son distintas entre los que alguna vez pudieron ver y los que nunca tuvieron esa posibilidad. Edgardo tiene 43 años y perdió la vista hace algunos años. Estaba exultante: “Pude volver a ver el cielo”, repetía a quien lo quería escuchar. Jorge, el que “sintió” el cielo y nunca lo vio, explicó que “el ciego se desplaza con la mente con más facilidad que un vidente. Los diferentes sonidos me fueron llevando auditivamente hasta cada estrella”. “Las estrellas brillaban con los sonidos”, agregó Pablo, que agradeció porque “por fin algunos se dieron cuenta de que queremos percibir las mismas cosas que los demás”.
Los responsables del Planetario desbordaban de orgullo. Silvia Fajre, subsecretaria de Patrimonio Cultural de Buenos Aires, aseguró que este tipo de programas es “único en Latinoamérica”, y apuntó la importancia de que “ahora pueda acceder al Planetario un tipo de público que antes no podía hacerlo”. Jorge Telerman, secretario de Cultura, fue aún más lejos, y arriesgó la posibilidad de que sea “un programa pionero en el mundo”. Destacó su “alto contenido humanitario, por el hecho de abrirle un panorama impensado para quienes no ejercen la posibilidad de ver”.
El proyecto fue realizado por las áreas de astronomía y audiovisuales del Planetario, con el apoyo de la Biblioteca Argentina para Ciegos, que colaboró en la elaboración del guión, que fue especialmente adaptado paralas personas ciegas, y revisó algunos conceptos como perspectiva, que son impensables para aquellos que nunca han podido ver. Leonardo Moledo, el director, dijo que este espectáculo fue hecho “para ellos y con ellos”. Apuntó que en principio “está programada una función semanal”, pero el calendario se puede ir modificando de acuerdo a la demanda.

Producción: Hernán Fluk

 


 

UN CHICO DE DIEZ AÑOS FUE HERIDO EN UN TIROTEO
A los balazos en Constitución

Un chico de diez años fue herido de un disparo al quedar en medio de un tiroteo entre dos asaltantes y un móvil policial que los perseguía, en el barrio porteño de Constitución, y tuvo que ser hospitalizado a raíz de la lesión sufrida, aunque los médicos indicaron que se encuentra fuera de peligro. En el enfrentamiento también fue herido uno de los delincuentes, que fue hospitalizado con custodia policial. Su cómplice fue detenido en el lugar donde se produjo el tiroteo.
La persecución que terminó en balacera se inició poco después de las 20.30 del martes, mientras los dos ladrones circulaban en un auto Renault Megane robado en la calle 15 de Noviembre. Cerca del cruce con la calle San José se encontraron con un patrullero de la Comisaría 16ª, aceleraron para evadirlo y cruzaron el semáforo en rojo.
En la esquina de 15 de Noviembre y pasaje Vieyra, el vehículo en el que huían los delincuentes se estrelló contra el tronco de un árbol. En ese momento, los ladrones intentaron cubrir su huida a los tiros, y un chico de la cuadra quedó en medio del tiroteo. “Yo escuché los tiros, un montonazo de tiros, y me asomé por la ventana, entonces vi a los policías y a dos hombres escondidos atrás de un auto –contó una vecina que vive sobre el pasaje Vieyra–. Los chicos siempre juegan ahí, en esa vereda, y cuando escucharon los disparos se pusieron contra la pared, pero a uno le pegaron.”
Ciro recibió un disparo en el glúteo izquierdo, y fue llevado por una ambulancia del SAME al Hospital José María Penna, donde quedó internado en el sector de pediatría. Fuentes médicas indicaron que el estado de salud del chico es bueno, y consideraron que en las próximas horas podría ser dado de alta.

 

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