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Un blooper entre bonaerenses y federales terminó con un herido
Por un �error�, un grupo de policías de la Bonaerense se tiroteó con dos federales de civil. Uno de ellos está gravemente herido.

Por Carlos Rodríguez

Fue una historia de enredos con final dramático: un policía retirado de la Federal herido de bala, por la espalda y de gravedad. Lo insólito fue que se trató de un enfrentamiento entre policías, de un lado la Bonaerense, del otro la Federal. “Fue un lamentable error, tal vez por la sensación de inseguridad, tal vez por la incapacidad de esta gente”, se quejaron ayer, con visible enojo, voceros federales que dieron su versión de los hechos que involucraron a dos de sus hombres, padre e hijo, uno retirado que tuvo que ser internado en el Hospital Churruca y otro en actividad que resultó ileso. Los del bando opuesto fueron cuatro efectivos de la Comisaría 5ª de Lanús, que atacaron a sus pares, que iban vestidos de civil pero armados, porque observaron en ellos “una actitud sospechosa”, según explicaron después. Uno de los jefes bonaerenses salió a defender a sus subordinados con una excusa aprendida del diccionario policial: “Algunos tenían el pelo largo” y por eso, eran sospechosos.
La secuencia comenzó con una camioneta Fiat Fiorino acercándose al barrio Eva Perón de Villa Diamante, partido de Lanús, uno de esos lugares que figuran escritos en rojo dentro del mapa delictivo de cualquier buen policía. En el vehículo ocupaba el lugar del chofer el cabo de la Federal en actividad Ariel Pianelli, franco de servicio, a quien acompañaban su padre, José Pianelli, suboficial auxiliar retirado de la fuerza, un joven de 15 años y el pelo largo, también hijo del suboficial retirado, y otro familiar. Todos se dirigían a la casa en la que el más joven de los Pianelli vive con su madre, en el citado barrio de chalecitos construidos hace más de 50 años, durante el esplendor del peronismo.
Cuando la armonía familiar era completa, apareció un vehículo no identificable ocupado por cuatro efectivos de la Bonaerense. Algunos dijeron que tres de ellos llevaban uniforme, aunque otras versiones sostuvieron que todos iban vestidos de civil. El coche se aproximó a la camioneta más de lo que aconsejan los manuales de tránsito y allí se produjo un incidente que por unos minutos fue sólo verbal. Los de la Federal aseguraron que “los otros” policías dispararon sin hacer muchas preguntas. Los que tienen jurisdicción del otro lado de la General Paz confirmaron virtualmente esa versión, pero aclararon que “ellos también dispararon y apenas bajaron del auto era evidente que iban armados, motivo por el cual los chicos del móvil (sic) estaban alertas”.
El incidente comenzó a aclararse recién cuando cayó al piso, herido en la región lumbar, Pianelli padre, mientras Pianelli hijo mostraba su credencial de la Federal para poner final al tiroteo. Una fuente de la Delegación de la Federal en Avellaneda sostuvo ante una consulta de este diario que en la zona hay siempre gente de esa fuerza que pertenece “al área técnica” (denominación inocua que recibe la “inteligencia”) y un móvil de ellos prácticamente presenció el “desafortunado enfrentamiento” porque tienen asignada la custodia de una familia que ha recibido amenazas luego de declarar en una causa que tramita en un juzgado de la Capital Federal. Ellos intercedieron para calmar los ánimos.
Voceros de la Federal sostuvieron que hubo “maltrato” de los efectivos bonaerenses y señalaron como dato clave que la herida que recibió Pianelli fue en la espalda, lo que indicaría que le dispararon no bien bajó de la camioneta. La causa, que tiene por ahora una carátula incierta, “averiguación de ilícito”, está a cargo del fiscal de Lomas de Zamora Carlos Arocena y no tiene detenidos, ya que los “chicos” de la Bonaerense quedaron en libertad luego de prestar declaración.

 


 

TRES POLICIAS DE LA BONAERENSE
Procesados por apremios

Dos cabos y un sargento de la Bonaerense fueron procesados por golpear salvajemente durante dos horas a dos jóvenes a los que habían demorado supuestamente por averiguación de antecedentes. El caso ocurrió el 13 de mayo pasado, en la comisaría 9ª de Quilmes. Antes de ser liberados, fueron revisados por un médico policial que no dejó constancia de lesiones, pese a que luego, otro colega policial las certificó. El médico que pasó por alto la golpiza fue procesado por encubrimiento.
Javier S., Ramón R. y Ana G. –ella embarazada–, fueron detenidos y derivados a la 9ª de Quilmes. La mujer fue obligada a permanecer en el exterior, mientras que los dos jóvenes, dentro de la comisaría, recibieron trompadas y patadas a granel a lo largo de dos horas. En la denuncia posterior, responsabilizaron a los cabos Juan Eduardo Pérez y Adrián Horacio Caño, y al sargento Angel Bernardo Godoy. Al término de la sesión, el médico policial Daniel Bomvicini certificó que no había lesiones. Pero el fiscal 2 de Quilmes, Luis Armello, ordenó nuevas pericias: otro médico policial constató los politraumatismos. Como resultado, los tres policías fueron procesados por apremios ilegales y Bomvicini, por encubrimiento.

 

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