Por Bosco Esteruelas*
y Sonia Robla
Desde
La Haya
Carla del Ponte (Lugano, 1948)
tiene en su despacho de La Haya un cartel de Se busca con
las fotografías de Slobodan Milosevic, Radovan Karadzic y Radko
Mladic. Este ya lo podemos tachar, afirma la fiscal jefa refiriéndose
al primero, que compareció anteayer por primera vez ante los jueces
del Tribunal Penal Internacional para los crímenes en la antigua
Yugoslavia (TPIY). La fiscal suiza asegura que podría ampliar los
cargos por los presuntos delitos en Kosovo a los cometidos en Bosnia y
Croacia antes del 1 de octubre. Expresiva y testaruda, Del Ponte se lamenta
de que la OTAN no haya colaborado más en las operaciones de captura,
pero se muestra muy satisfecha por la captura de Milosevic.
Milosevic ha dicho que no reconoce al tribunal.
Puede decir lo que quiera, no es la primera vez que se pone en duda
la jurisdicción del tribunal. Pero, le guste o no, la tiene, e
incluso ha sido confirmada por la Cámara de Apelación.
También dice que ha sido secuestrado.
De ninguna manera. Ha sido trasladado con la autorización
de Belgrado y cumpliendo todas las formalidades legales.
Tanto él como su defensa temen que no vaya a tener un juicio
justo.
Los abogados, que saben cómo trabajamos, no pueden decir
eso. Si hay un lugar donde pueda tener un juicio justo es éste.
Pero ellos insisten en que se va a ventilar una cuestión
política y no penal.
Este no es un tribunal político. El fiscal presentará
sus pruebas, los abogados tratarán de defenderlo y los jueces decidirán.
La política está fuera de esta casa.
¿Cuánto cree que durará el juicio?
Desde luego, más de un año, si conseguimos añadir
a la acusación de Kosovo los presuntos crímenes cometidos
en Bosnia y Croacia.
¿Y cuándo empezará?
Como ya dijo el presidente del tribunal, podría empezar en
un plazo de seis a ocho meses.
¿Es exagerado afirmar, como dicen sus abogados, que este
proceso puede durar cinco años?
(Risas). Eso es una exageración. En el peor de los casos,
dos años.
¿Cómo están de avanzadas las investigaciones
sobre Bosnia y Croacia?
Estamos en la recta final; yo creo que podremos presentar el acta
de acusación definitiva el 1º de octubre, pero estoy pidiendo
a los investigadores que aceleren los trabajos y quizá podamos
tenerlo listo antes.
¿El descubrimiento de una fosa común en Serbia con
cadáveres de albanokosovares trasladados desde Kosovo podría
ser decisivo para demostrar la responsabilidad directa de Milosevic?
Desde luego, en estos momentos lo ocurrido en Kosovo es uno de los
puntos centrales de nuestra acusación. Este puede ser un nuevo
episodio que refuerce nuestra tesis.
¿Cuándo espera que lleguen los otros cuatro inculpados
en este proceso junto a Milosevic?
Cuanto antes, esperamos que nos sean entregados ellos y los otros
37 que están todavía fugados. Estamos en contacto con el
gobierno serbio.
Algunos dicen que la entrega de Milosevic ha sido precipitada y
que el primer ministro serbio, Zoran Djindjic, buscaba el apoyo financiero
de la comunidad internacional. Milosevic por dinero: ¿qué
piensa?
No pienso nada. Como fiscal, me ocupo sólo de asuntos penales.
Esos son temas políticos. Sólo puedo desear al pueblo serbio
que tenga a partir de ahora una vida mejor y que pueda construir una verdadera
democracia.
La entrega de Milosevic ha abierto una grave crisis política
en Yugoslavia. ¿Puede traducirse en una falta de colaboración
de Belgrado en la entrega de criminales?
No creo. He sabido por la prensa que Milan Milutinovic (presidente
de Serbia) y los otros tres inculpados en este proceso iban a ser entregados.
Cuando entré en contacto con el gobierno de Belgrado lo negaron.
Entiendo que necesiten algunos días para reorganizarse, pero me
dijeron que la cooperación va a seguir.
¿Cuándo supo que Milosevic iba a ser entregado?
El jueves por la tarde, pocas horas antes de que ustedes lo supieran.
¿Por qué hizo usted un agradecimiento especial a Colin
Powell, a Gerhard Schroeder y a Jacques Chirac y no mencionó a
otros?
No entiendo por qué se sorprenden. Yo no puedo actuar sola,
no tengo policía. Con ellos en concreto estuve en contacto durante
los últimos días. Estuve en Berlín y hablé
por teléfono con Chirac y Powell.
¿Por qué no ha mencionado al secretario general de
la OTAN?
No estuve en contacto con lord Robertson. Desde que Milosevic fue
detenido en abril, acudí a los gobiernos para que lo enviaran a
La Haya, no sólo a Belgrado, sino a quienes lo tenían en
su mano.
¿Por qué no están detenidos Karadzic y Mladic?
Exacto, ¿por qué? Hay muchas razones. La primera es
una razón política. Estoy tratando de averiguar si existe
voluntad política y todavía no lo sé. Pero creo que
ahora es un buen momento. Hay otras razones que rodean a Karadzic. Está
muy bien protegido y es difícil tomar una decisión que puede
traducirse en un baño de sangre. Se está moviendo mucho
y es difícil de localizar. Aparentemente está protegido
por las autoridades de la República Sprska [de Bosnia].
¿No es entonces sólo culpa de la OTAN?
No sólo. Las autoridades de Pale tienen policía y
Ejército que podrían detenerlos, pero la OTAN podría
colaborar más activamente. Tras un año y ocho meses que
llevo en el cargo, visitando oficinas de la OTAN, al secretario general
y al mando militar aliado, no hubo muchos resultados. Por lo tanto, no
hay nada que agradecer a lord Robertson en la operación de entrega
de Milosevic. Hay que agradecérselo al Reino Unido, que fue quien
cooperó. Hace tres meses que no tengo contacto con la OTAN. Sólo
hacen detenciones cuando la operación es fácil. Si ven la
más mínima complicación, es otra cosa.
El presidente yugoslavo, Vojislav Kostunica, calificó la
entrega de ilegal y anticonstitucional.
Me ha sorprendido porque había hecho comentarios positivos
al respecto. Es un paso atrás. Ahora que ya está Milosevic
aquí, empiezo a solidarizarme con la complicada situación
que él tiene allí.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
BOSNIA
COOPERARIA PARA ENTREGAR a SUS CRIMINALES
Quién se gana un viaje a La Haya
Por Sonia Robla*
Desde La Haya
Con el ex presidente yugoslavo,
el serbio Slobodan Milosevic, a buen recaudo en la cárcel de Scheveningen
y enfrentando el juicio, el Tribunal Penal Internacional para la antigua
Yugoslavia (TPIY) ha empezado a trabajar en la captura de los dos prófugos
más importantes. El turno le llegó ahora al otrora presidente
de los serbios de Bosnia, Radovan Karadzic, y a su jefe militar, Ratko
Mladic. La gran noticia es que las autoridades de la República
Sprska (Serbia de Bosnia) anunciaron su voluntad de entregar en el corto
plazo a estos criminales que había protegido hasta ahora.
El presidente del tribunal, Claude Jorda, y la fiscal, Carla del Ponte,
se entrevistarán hoy en La Haya con una delegación del gobierno
de la República Sprska (Serbia de Bosnia, favorecida por Milosevic
y después por su sucesor, Vojislav Kostunica) encabezada por el
primer ministro, Mladen Ivanic. Según todos los indicios, ambos
acusados se esconden en la entidad serbia de Bosnia. No sólo eso:
estarían en escondites bien protegidos por sus autoridades.
Los portavoces del TPIY han confirmado que las conversaciones se centrarán
en la posibilidad de cooperación en el futuro. Esto podría
significar, lisa y llanamente, la entrega de los dos criminales contra
los que pesa una orden de arresto internacional. Ambos están acusados
de orquestar una campaña de limpieza étnica contra bosnios
y croatas durante la guerra de Bosnia, entre 1992 y 1995, donde ocurrieron
algunos de los episodios más sangrientos en Europa desde el fin
de la Segunda Guerra Mundial.
Considerada un refugio ideal y férreo para personas acusadas de
crímenes de guerra, la entidad serbia de Bosnia es uno de los últimos
países nacidos de la desintegración de la antigua Yugoslavia.
Pero uno de los primeros en mostrar su reticencia a cooperar con el tribunal.
La entrega de Milosevic ha supuesto un cambio de postura radical de la
República Serbia de Bosnia que, inesperadamente, y en consonancia
con lo que ocurre en la vecina Yugoslavia, envió ayer al Parlamento
un proyecto de ley de cooperación con el TPIY. El texto prevé
que las personas reclamadas por el órgano judicial de Naciones
Unidas comparezcan ante un juez local para ser identificadas. Una vez
que esto ocurra, será el turno de la Corte Suprema de Justicia
de decidir sobre su entrega a La Haya. De este modo, la República
Serbia evitaría los problemas constitucionales que actualmente
están dividiendo a la coalición de gobierno DOS en Yugoslavia,
la que derribó a Milosevic.
Dispuesta a no dejar ningún cabo suelto y todavía saboreando
la satisfacción de la entrega de Milosevic, la tenaz Carla del
Ponte viajará mañana a Croacia para reunirse con el primer
ministro Ivica Racan, con el que mantiene reuniones regulares para garantizar
la cooperación. Las relaciones entre el TPIY y Croacia, muy tensas
durante la presidencia del nacionalista Franjo Tudjman, mejoraron considerablemente
desde que Ivica Racan asumió el poder.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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