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EXPLOTO EL RIESGO PAIS ANTE NUEVA OLA DE RUMORES
Otra chispa en el polvorín

El riesgo país subió a 1166, su segunda marca histórica. El mercado se agitó por versiones cruzadas sobre cambios en el gabinete nacional que, según su origen, le daban más o menos poder a Cavallo. El conflicto con las provincias alimentó la incertidumbre.

Los mercados siguen demasiado sensibles a las versiones.

Por Claudio Zlotnik

Los mercados volvieron a temblar. En medio de una nueva ola de rumores, esta vez sobre inminentes cambios en el gabinete nacional, el riesgo país trepó 72 puntos, equivalente al 6,6 por ciento, y se ubicó en los 1166, la segunda peor marca histórica. Hubo fuertes caídas de los bonos, de hasta el 6,8 por ciento –como el caso del flamante Global 2018–, y las acciones retrocedieron 3,4 por ciento. Por esto, el índice MerVal bajó a su peor nivel desde enero de 1999, tras la devaluación de Brasil. La crisis golpeó a los vecinos: hubo fuertes devaluaciones de las monedas del Mercosur. En Economía esperan que las turbulencias desaparezcan con los eventuales cambios en el elenco de ministros, que redundarían en una mayor cuota de poder a Domingo Cavallo.
En Economía sostienen que es urgente que el Gobierno dé una señal contundente de que tiene la sartén por el mango y que todavía puede torcer el rumbo de la historia. La única manera de hacerlo, razonan los cavallistas, sería a través de un recambio ministerial. Y que esa modificación le asigne al mediterráneo una cuota de poder más importante, ocupando espacios que aún no le son propios, como el PAMI, la Anses, la AFIP y hasta la propia Jefatura de Gabinete. Ante este escenario, Cavallo arribará desde Europa mañana, un día antes de los previsto inicialmente.
Precisamente, la ola de rumores sobre movimientos en el gabinete alteró a los financistas durante la última hora de operaciones. Hasta ese momento, el riesgo país rondaba los 1100, cerca del cierre anterior. Pero lo que puso nerviosos a los inversores fue la versión de que Cavallo dejaría el gobierno y que el sector del radicalismo menos afín a los “mercados”, con Federico Storani a la cabeza, guiaría los pasos del Gobierno. En todo caso, esta versión se asemeja mucho al escenario planteado por el consultor Miguel Angel Broda ante sus clientes de la city.
Lo que ayer sucedió con los títulos públicos se parece mucho a lo que en otras oportunidades se llamó “golpe de mercado”. Es decir, los precios de los bonos caen en picada al mismo tiempo que los operadores dejan trascender que “si sucediera tal cosa mejoraría la situación”. En este caso, y en medio de la crisis profunda y la imagen debilitada del Gobierno, el chantaje serviría para arrimar más poder a Cavallo. Está visto que con los “superpoderes” no alcanzó. Tampoco con el blindaje, ni con el megacanje (que enriqueció a los bancos) ni con el reciente acuerdo alcanzado entre la Nación y las provincias por un nuevo ajuste.
Lo cierto es que la disparada del riesgo país (subió 15 por ciento en lo que va de la semana) deja a Economía en una situación muy desventajosa para renovar las Letes, el próximo martes. Para mejorar la perspectiva, en el Palacio de Hacienda decidieron acortar los plazos de las emisiones de deuda previstas. Así y todo, se estima que el costo rondará entre el 15 y el 18 por ciento anual. Una tasa de interés que hace imposible la reactivación. Una idea de la profundidad de la crisis también la dan los rendimientos de los bonos que circulan en el mercado. El Brady FRB, por ejemplo, rinde un 22,5 por ciento anual. El flamante Global 2008, el 18,8 por ciento; y el Global 2031, el 15,3. Con estas tasas de referencia, ¿quién podría apostar a un proyecto productivo o pedir un crédito bancario?
Sin embargo, y aun con semejantes lucros, muy difíciles de hallar en otros mercados del mundo, los inversores extranjeros prefieren no comprar bonos argentinos. Dicen que existen varios riesgos:
La crisis entre Nación y provincias desnudó la dimensión real del déficit de los distritos del interior. “No sabíamos que ni siquiera les alcanzaba para pagar los salarios”, señaló el economista de un banco de inversión de Nueva York a Página/12.
Se traza un paralelismo entre esta pelea y la que hace un par de años tuvo, en Brasil, Fernando Henrique Cardoso con Itamar Franco, de MinasGerais. Al final, la cesación de pagos de Minas desencadenó la devaluación del real.
Cuanto más se prolonga la recesión, el Gobierno queda más lejos de cumplir con la meta fiscal firmada con el Fondo. Ante este panorama sube el riesgo país, Economía no puede colocar deuda, y se ahonda la crisis económica. “No se ve la manera en que pueda quebrarse el círculo vicioso”, dijo un analista neoyorquino a este diario.
Los bancos locales, a su vez, deben salir a vender bonos porque desde las casas matrices les impiden incrementar su exposición en títulos argentinos. Estas operaciones incide en el derrape de los bonos.

 

Cambios en las Letes

Domingo Cavallo modificará las condiciones de la licitación de Letes, prevista para el próximo martes. Si bien en un principio estaba pautado que habría una emisión a seis meses (por 350 millones de dólares) y otra a un año (por 500 millones), los plazos finalmente se acortarán a tres y seis meses respetando los montos a licitar. La decisión fue tomada ante la fuerte alza del riesgo país. Para tener una idea, el Bonte 2002 que vence dentro de diez meses muestra un rendimiento del 22,6 por ciento anual. Y del 19,7 por ciento una Lete que vence dentro de un semestre. Frente a estos parámetros, el costo de la operación hubiese sido en torno a esa magnitud. En tanto, fuentes bancarias señalaron a este diario que, ante el acortamiento de los plazos, la tasa de interés se ubicaría entre 15 y 18 por ciento. Inclusive, en el propio Palacio de Hacienda no descartan que antes de la licitación, Cavallo se siente frente a las entidades financieras “creadoras de mercado” para negociar que le cobren tasas más bajas. El argumento sería que, con tasas más bajas, aumentarían las chances de un cambio en el humor de los operadores del mercado.

 

La necesidad de fondos para ayudar
a las provincias fue el detonante

a urgencia por conseguir financiar el déficit de las provincias resultó el detonante que hizo estallar el endeble equilibrio financiero de la plaza local. Sin considerar las obligaciones asumidas con once jurisdicciones provinciales a fin del año pasado, mediante el último compromiso federal, el gobierno nacional parecía tener un horizonte bastante tranquilo para este año. Pero la promesa de girarle a las provincias chicas 1200 millones de pesos a lo largo del año, por afuera del presupuesto y a ser cubiertos a través de un Fondo Fiduciario, cambió la perspectiva cuando, esta semana, se tornó incumplible.
El compromiso asumido por un grupo de bancos grandes –Río, Galicia, Francés, entre otros– de prestar los fondos que el gobierno nacional necesitaba para cubrir, al menos, parte de lo adeudado a las provincias no pasó desapercibido para el mercado. Dichos bancos no están dispuestos a aumentar su exposición interna con créditos al sector público, y por lo tanto la obtención de los recursos para hacer un nuevo préstamo al gobierno se hizo al costo de liquidar sus títulos de la deuda pública en cartera. Esta liquidación masiva provocó una caída en los precios de los bonos y, consecuentemente, una suba del riesgo país –la colocación de deuda pública se encareció–.
El panorama se complicó en los últimos seis meses, con respecto a las previsiones que se realizaron al firmarse el compromiso federal. Las provincias “chicas” se quedaron sin acceso al mercado de crédito, pero lo mismo sucedió con el gobierno nacional y las jurisdicciones más grandes. La provincia de Buenos Aires, que no había firmado el compromiso federal, se sumó ahora al esquema ante la necesidad de fondos del Estado nacional para cubrir el pago de sueldos y aguinaldos. En lo inmediato, el gobierno nacional debe encontrar la forma de juntar 190 millones de pesos para Buenos Aires y 250 millones para el conjunto de once provincias chicas. A esta presión sobre el mercado, debe agregarse la licitación de Letes del martes próximo, por 850 millones de dólares. Mucha demanda pública de fondos sobre un mercado demasiado sensible.
“El problema se generalizó a todo el país”, comentó un analista financiero con buena llegada a las administraciones provinciales a Página/12. “Considere que hace poco más de medio año, se creía que fuera de estas provincias chicas, el resto estaba más o menos bien o que tenía posibilidades de acceder al financiamiento en el sector privado, pero ahora resulta que hasta Córdoba, por citar un caso, va a tener serias dificultades para privatizar EPEC, el juego y el banco provincial, que supuestamente le iban a dar recursos para cubrir las necesidades financieras del año”.
El cierre del acceso al crédito obligó al gobierno nacional a modificar el esquema, y del compromiso federal original, por el que ofreció financiamiento a cambio de ajustes de gastos provinciales, quedó poco y nada. La Nación cubrirá apenas la mitad de lo comprometido con las once provincias firmantes para el año. Le reclama a las provincias un ajuste adicional para el segundo semestre, que sólo podría cumplir recortando salarios. Y además queda un margen de déficit que las provincias deberán cubrir saliendo a buscar financiamiento por su propia cuenta. “Es la vuelta de los bonos basura, sin garantías”, resumió el asesor de una de las provincias afectadas.
El esquema, así, no cierra para las provincias. Ni para el sistema financiero, que verá reaparecer unos títulos provinciales de nueva emisión pero de dudosa cobrabilidad. La semana que viene volverán a reunirse los gobernadores con el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, para buscar una solución. Pese a que el último presentó el estado de situación como “un principio de acuerdo”, lo cierto es que sólo el gobernador Carlos Ruckauf cerró un convenio en firme con la administración nacional.
Para el resto, el fin de semana será un tiempo de profunda evaluación. Ayer, los técnicos de los gobiernos provinciales regresaron a sus provincias con la dura misión de transmitir la propuesta del gobierno,explicada a través de funcionarios de segunda línea del Ministerio de Economía. Los fondos que el gobierno comenzará a girar a partir de hoy se computarán a cuenta de las deudas del segundo trimestre, pero es poco lo que se les ofrece para el resto del año. La opción, para las provincias, no va mucho más allá que la de poder elegir sobre qué llama arrojarse primero. Lo inevitable es el incendio.

 


 

CAVALLO ADELANTO PARA MAÑANA SU REGRESO AL PAIS
La realidad en una pantalla

Ayer, Domingo Cavallo pasó el día en Roma, ocupando el tiempo en diversas reuniones con empresarios y la cúpula del gobierno italiano. Sin embargo, su atención se concentró en la escalada del riesgo país que llegaba por las pantallas de Bloomberg y la crisis desatada con las provincias, aún más ahorcadas financieramente que la Nación. Tanto es así que decidió adelantar para mañana a primera hora su arribo al país, que estaba previsto para el domingo.
Desde Roma, dijo que las provincias deben reducir sus gastos para lograr financiamiento y advirtió que “no pueden obtener todo lo que demandan”. En tanto que consideró “absolutamente irrealista” la posibilidad de coparticipar el impuesto al cheque, como solicitan los gobernadores. Además, reconfirmó que el plan fiscal para el año próximo, basado en el acuerdo con el Fondo Monetario, prevé un déficit de 5000 millones de pesos, con una reducción de 1500 millones con respecto a la meta fiscal para este año, que según los analistas será muy difícil de cumplir.
Más protocolar, el ministro, que se entrevistó con el presidente italiano, con el canciller y el primer ministro, Silvio Berlusconi, declaró que “la Argentina considera a Italia como un socio natural al que se puede dirigir en la actual coyuntura económica y en las relaciones con los organismos económicos internacionales”. Tras los encuentros, la Cancillería italiana difundió un comunicado en el que expresa que el gobierno argentino “cuenta con el total respaldo de parte de Italia”, y asegura que espera que las medidas tomadas por Cavallo “permitan a una economía de importantes dimensiones como es la Argentina, retomar un recorrido virtuoso de estabilidad y de crecimiento, en beneficio de todo el sistema económico internacional”.
El miércoles, Cavallo había pasado por Berlín donde también cosechó los apoyos de ocasión, tanto del gobierno alemán como de empresarios. Sin embargo, no hubo anuncios respecto de uno de los puntos que más habían interesado al ministro al planear la gira: la posibilidad de conseguir fondos frescos del Banco Central Europeo, ahora que el peso será convertible también con el euro.

 

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