Por Fernando Cibeira
Las peores pronósticos
se cumplieron y los supuestos efectos beneficiosos de los apoyos políticos
del miércoles al presidente Fernando de la Rúa más
el acuerdo con los gobernadores se licuaron en horas. Volvió a
bajar la Bolsa y subir el riesgo país, lo que ya hace pensar en
la posibilidad de un Plan B si los indicadores no mejoran. Los posibles
cambios que realizaría el Presidente que ayer el jefe de
Gabinete, Chrystian Colombo, admitió para las segundas líneas
tendrían un correlato político que podrían sintetizarse
en la frase más poder a Domingo Cavallo dicha ayer
por un vocero del Gobierno. En la maraña de rumores de los que
es muy complicado extraer una certeza, la aparición del ministro
de Economía como vértice del poder que surgiría de
esta nueva crisis era el que más se repetía. Los cambios
a los que hacía referencia Colombo se referirían a la Anses,
al Pami y a la AFIP, donde Cavallo colocaría más hombres
de su confianza.
Ya jugados en la conversión cavallista de la gestión De
la Rúa, la respuesta frente a la rebeldía de los mercados
sería profundizar esa brecha. La apuesta por más cavallismo
no sería sólo de funcionarios en las segundas líneas.
También se ordenaría a los otros ministerios que permitan
que el jefe de Hacienda desarrolle su labor sin trabas. En
las últimas semanas, colaboradores de Cavallo dejaron trascender
el fastidio de su jefe por la lentitud y burocracia del gobierno aliancista
que muchas veces hacían naufragar sus reformas. Se instrumentarán
más rápidamente las políticas, explicó
el jefe de Gabinete.
Dentro del nuevo esquema de poder también ganarían espacios
Colombo y la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, de buena relación
con Cavallo. Incluso, otra de las versiones que daban vuelta ayer decía
que el desembarco del jefe de Gabinete con una oficina propia en la Rosada
tenía que ver con una maniobra de progresivo fortalecimiento de
su figura que terminaría con un hipotético desembarco en
Economía, el hipotético día que los mercados hicieran
estallar la situación por los aires.
La buena estrella que ayer se le adjudicaba a Colombo bien distinta
a la del martes cuando los rumores lo mencionaban como uno de los candidatos
a emigrar del Ejecutivo tenía que ver con el acuerdo que
había conseguido con las provincias integrantes del fondo fiduciario
más Buenos Aires. Un integrante del gabinete se quejó en
diálogo con Página/12 por el papel jugado por el ministro
del Interior, Ramón Mestre, en la negociación con los gobernadores
de la oposición. Da la sensación que se desengancha
de los temas. No entendía que sí o sí había
que cerrar el acuerdo con la provincia de Buenos Aires esa noche si no
se venía todo abajo. Agarró y se fue, se extrañaba
el ministro.
Justamente, en las nuevas versiones de cambios, Mestre aparece como el
eslabón más débil del gabinete. Como argumento se
mencionaba no sólo el mal diálogo con los gobernadores opositores,
sino también el poco feeling que tiene con De la Rúa.
En la tómbola de reemplazantes, llegó a rodar un nombre
impensado: la posibilidad de que Enrique Coti Nosiglia vuelva
a la cartera que ocupó durante la gestión de Raúl
Alfonsín. Los propios amigos del Coti calificaron la versión
como descabellada.
Hay que aclarar que las desmentidas de cambios de gabinete volvieron a
ser una constante. No está previsto ningún cambio
en lo inmediato, aseguró Colombo. De la Rúa dijo que
no iba a negar ni reconocer esos rumores ridículos que se
ponen a rodar.
No obstante, a esta altura, podría suponerse que las respuestas
la tienen más los mercados que el propio Gobierno. Un vocero, anoche,
no perdía la esperanza y aseguraba que una vez que la Rosada consiguiera
sentar en la misma mesa a todos los gobernadores el riesgo país
bajaría inmediatamente 200 puntos. En coincidencia con lo que se
dice en el exterior, el vocero opinó que el origen del riesgo país
ya no tiene que ver con lo económico sino con lo político.
Y los gobernadores necesitan que la situación mejore casi
más que nosotros, agregaba.
UN
ACUERDO CON CHICHE, UN ALMUERZO CON ALFONSIN
Dos gestos fuertes de Juampi
El ministro de Desarrollo Social,
Juan Pablo Cafiero, emitió ayer dos gestos políticos fuertes,
en sintonía con la estrategia que empezó a transitar hace
un par de semanas, cuando visitó General Mosconi. Por la mañana,
el frepasista desayunó con Raúl Alfonsín, con quien
subrayó la necesidad de no recortar el gasto social. Después,
Juampi firmó el Pacto por la Niñez junto a Hilda Chiche
Duhalde.
El ajetreado día comenzó temprano, con un desayuno en el
despacho del Ministerio junto a Alfonsín y el ex secretario de
Hacienda, Mario Brodersohn. Según explicaron después fuentes
del ministerio, Cafiero aprovechó la presencia del jefe del radicalismo
para comentar su preocupación ante la posibilidad de que el Ejecutivo
recorte los recursos de los planes sociales. Hablamos de la situación
y coincidimos en la necesidad de aunar los esfuerzos para pasar a una
política social de escala que permita atender la problemática,
consecuencia de un desempleo que no cede y de una reactivación
que es muy lenta, dijo el funcionario una hora y media después,
cuando concluyó el desayuno.
Cafiero se llevó el respaldo de Alfonsín. Un rato después,
mientras almorzaba junto a Mirtha Legrand, el ex presidente fue consultado
sobre qué debería hacer el Gobierno. No me atrevo
a dar consejos. Creo que el Presidente está más preocupado
que ninguno en superar los problemas, principalmente el de la desocupación,
para el cual se precisa que se reactive la economía, sostuvo
el titular de la UCR.
De todos modos, Alfonsín no pudo con su genio. Lo que le
diría al Presidente es que reforzara los planes sociales porque
por ahí es donde se reactiva la economía, más que
por la baja de impuestos. Lo que más me preocupa es la desocupación.
Y se va a solucionar en la medida que haya reactivación. Qué
lindo sería que se entendiera que la reactivación comienza
por el poder de compra del pueblo y entonces se reforzara en todo lo posible
el gasto social, señaló el radical.
El desayuno con Alfonsín es una muestra más de la estrategia
de Cafiero, quien busca recuperar el perfil público del ministerio
que se había diluido con la gestión de Graciela Fernández
Meijide: hace dos semanas, el frepasista viajó sorpresivamente
a General Mosconi, contra la opinión de todo el Gobierno y sin
consultarlo con De la Rúa, para dialogar con los líderes
piqueteros.
En la misma línea, ayer el ministro se acercó a Florencio
Varela, donde continuó extendiendo el Pacto por la Niñez:
un acuerdo que intercambia ayuda monetaria a jefas de hogar desocupadas
a cambio de que manden a sus hijos al médico y a la escuela. Además
de Chiche Duhalde, participaron del acto los intendentes de Florencia
Varela, Julio Pereyra, de Quilmes, Fernando Geronés, y de Berazategui,
Carlos Infanzón. Es necesario construir una autoridad social,
insistió Cafiero.
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