Brasil suspendió sus
relaciones comerciales bilaterales con Argentina. La decisión respondió
a la negativa argentina de volver atrás con la excepción
de aplicar el factor de convergencia para la importación extrazona
de los bienes de capital, informática y telecomunicaciones. El
canciller interino de Brasil, Luiz Felipe de Seixas Correa, consideró
que la actitud argentina afecta la esencia del Mercosur; no
hay más ninguna Unión Aduanera. Si es así tampoco
hay comercio, afirmó.
Siguiendo la lógica de que un menor costo de los bienes de capital
-entre los que se incluye también a los de informática y
telecomunicaciones es una de las claves de la reactivación,
desde el Ministerio de Economía se impulsó el decreto 258,
que rige desde el pasado 29 de junio, y que establece que cuando se importan
desde fuera del Mercosur (extrazona) esta clase de bienes quedan exceptuados
de la aplicación del factor de convergencia. Con esta medida se
consigue entonces que las importaciones no se hagan con un dólar
comercial de alrededor de 1,08, sino que continúe vigente
la convertibilidad tradicional. Sin embargo, además de beneficiar
a este tipo de importaciones, el decreto reeditó, con otros instrumentos,
el conflicto generado con el socio mayor de la Unión
Aduanera cuando se redujeron unilateralmente a cero los aranceles para
tales bienes. Brasil, que tiene entre sus mercados de bienes de informática
y telecomunicaciones al hinterland del Mercosur, consideró que
la medida afecta sus flujos comerciales, pues al beneficiar a las importaciones
extrazona indirectamente se discrimina contra las intrazona. De allí
el fuerte reclamo de Itamaraty, de que se revise con urgencia
la resolución que en la práctica, agrega restricciones
adicionales al comercio intrazona.
Frente al aumento de la tensión durante toda la jornada de ayer,
signada por el pedido de Brasil para que Argentina de marcha atrás
en su decisión y la cerrada negativa de Argentina, el presidente
brasileño, Fernando Henrique Cardoso, aseguró que su país
no rompió relaciones con Argentina. Sin embargo, evitó
comentar la decisión de suspender los entendimientos comerciales
bilaterales anunciada por su canciller interino. Ante la requisitoria
periodística Cardoso insistió en que no se rompieron
las relaciones, no inventen nada, por favor.
Seixas Correa, por su parte, dijo que se suspendieron las conversaciones
bilaterales en los puntos de divergencia. Una medida como esa (la adoptada
por Buenos Aires) compromete la esencia del Mercosur, afirmó.
Con esta decisión quedarían suspendidas las negociaciones
que debían realizarse hoy en Buenos Aires, sobre la nueva propuesta
de régimen automotor común, y con más razón,
las conversaciones previstas sobre la revisión del Arancel Externo
Común, en especial para productos de informática y telecomunicaciones.
Frente a los reclamos brasileños, desde la Secretaría de
Comercio local se respondió que Argentina mantendrá
esta disposición. Esto significa que los productos de informática,
telecomunicaciones y de capital, continuarán sin el dólar
especial determinado por el factor de convergencia.
Según Itamaraty, Brasil sigue apoyando las medidas adoptadas
por el gobierno de Argentina, en el sentido de hacer frente a la actual
coyuntura económica, pero considera que las medidas discrepan
del entendimiento que había sido alcanzado por los dos gobiernos.
Argentina obtuvo un superávit de 611 millones de dólares
durante 2000 en su intercambio con Brasil y, según el gobierno
brasileño, en el primer semestre de 2001 ya acumula un saldo favorable
de 500 millones.
PROPUESTA
DE LA UE AL MERCOSUR
Seducción europea
La Unión Europea propuso
al Mercosur un cronograma de desgravación arancelaria como paso
previo a un acuerdo de libre comercio, en cuatro etapas, que culminarán
en 10 años.
Al termino de una reunión plenaria de la V Ronda del Comité
de Negociaciones Birregionales el director general de Relaciones Exteriores
de la Comisión Europea, Guy Legras, que preside la delegación
de la UE, manifestó que se trata de una oferta muy reflexionada
con medidas de gran importancia para la liberalización del comercio
tanto agrícola como industrial, agregó.
La propuesta contempla 4 categorías principales de productos agrícolas
para la eliminación total de aranceles y dos rubros más
referidos a productos más sensibles (aceite de oliva, lácteos,
carnes, tabaco, azúcar y algunas frutas y legumbres procesadas)
para los cuales se propone una liberalización progresiva y concesión
de cuotas tarifarias preferenciales. El desmantelamiento tarifario
cubre un comercio de 2200 millones de euros y representa el 80 por ciento
de todo el comercio de productos agrícolas sometidos a aranceles,
indicó Legras.
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