Por David Cufré y Raúl Dellatorre
Los operadores de Domingo Cavallo
en el Gobierno trabajaron activamente en las últimas horas para
cerrar un acuerdo que le permitirá a su jefe, no bien regrese mañana
de Europa, asegurarse el control de los dos organismos que más
le quitan el sueño por su nivel de gastos: la Anses y el PAMI.
Fuentes oficiales enroladas en distintos sectores aseguran, en cambio,
que no habrá cambios a nivel de ministros, pero agregan por
ahora. Héctor Lombardo, ministro de Salud, y Ramón
Mestre, titular de Interior, son los que están en la mira. El jefe
de Economía logró imponer la interpretación de que
el aumento del riesgo país se origina en que él no ocupa
los espacios necesarios en el Gobierno. La respuesta será no sólo
otorgarle el control de los dos organismos mencionados, sino que además
se reclamará, en un contexto de emergencia, la sanción
por ley de la postergada reforma previsional y un nuevo recorte de gastos.
La efectividad de este conjunto de decisiones se podrá comprobar
el martes, cuando los bancos locales le pongan precio a los títulos
de deuda de corto plazo, las Letes, en la programada licitación
por 850 millones de pesos. Hasta anoche, los funcionarios de Economía
no habían logrado ponerse de acuerdo con los principales banqueros
locales sobre la conveniencia de salir al mercado ese día: el lunes
habrá una nueva ronda de consultas antes de adoptar una definición.
Los ministros Patricia Bullrich, de Trabajo, y Lombardo ya aceptaron ceder
una porción de su respectivo poder para que el titular del Palacio
de Hacienda ubique en la Anses y el Pami a hombres de su entorno. Raúl
Alfonsín, como presidente de la UCR, prestará su aval a
la movida, tal como ya se lo adelantó al presidente de la Nación
y lo ratificará en un encuentro con Cavallo mañana, después
de que éste pase por Olivos. A regañadientes, el alfonsinismo
admitía ayer que Cavallo había ganado la partida. Es
un pacman, y hasta que no le den todos los cargos que reclama, va a seguir
responsabilizando a un ala política del gobierno por su fracaso,
comentó a Página/12 un dirigente bonaerense de la UCR. Ahora
se va a llevar el Pami y la Anses, para seguir reduciendo... ¿qué
cosa? Se le acabaron las excusas, va a terminar mordiendo el polvo,
comentó otro dirigente del mismo sector que ocupa un cargo en el
Ejecutivo.
Por el lado del cavallismo, confían en que el manejo directo del
sistema previsional y la obra social de los jubilados les permitirá
llevar a cabo el recorte de partidas tantas veces anunciado pero nunca
concretado. Los más entusiastas sueñan con un ahorro de
5000 millones de pesos, eliminando gastos innecesarios y asignaciones
de haberes cuestionables, según dicen. La pretensión de
unificar esos organismos y otras áreas dependientes del Ministerio
de Desarrollo Social en una única repartición no fue abandonada
por los cavallistas, pero consideran que no es el momento: se necesita
mucho consenso político. Por otra parte, no ignoran que les
podría resultar contraproducente entrar en cortocircuito con el
Frepaso avanzando sobre terrenos de Juan Pablo Cafiero.
El jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, no sólo conseguiría
preservar su puesto. Pese a las pretensiones que se le adjudican a Cavallo
de ocupar su cargo, en las actuales circunstancias Colombo aparece como
un buen operador del ministro de Economía, ya que habría
sido uno de los que impulsó la solución de pasar el PAMI
y la Anses a la órbita política de Cavallo. Lo que
más le preocupa a Chrystian es terminar con este clima de incertidumbre
y desconfianzas mutuas: últimamente dedica más tiempo a
resolver conflictos interministeriales que a laburar, confió
una fuente cercana al jefe de Gabinete. Por otra parte, la interpretación
de Colombo de la economía y el comportamiento de los mercados no
está muy alejada de la de Cavallo.
El aporte de Colombo ayudó, sin duda, a una pronta resolución
de la demanda de Cavallo por más espacio de poder. Alfonsín
fue convencido durante el encuentro que mantuvo con De la Rúa a
principios de esta semana, cuando arreciaban las versiones sobre la caída
del Presidente.Este aval debilitó la capacidad de Lombardo de resistir
la entrega del Pami, en donde hace menos de diez días designó
un nuevo titular, Raúl Pistorio. Bullrich prestó su acuerdo
a ceder el Anses ayer, en un almuerzo con el presidente. Pero tanto el
titular de Salud como la de Trabajo aspiraban a integrar una conducción
compartida en ambos organismos. Los hombres del ministro rechazaron esta
alternativa: quieren el manejo de la caja pero también ser la cabeza
visible.
Tampoco serán aquéllas las únicas movidas en el seno
del gobierno, aseguran fuentes oficiosas, que anticipan el probable alejamiento
a corto plazo de Lombardo a quien cuestionan por razones que exceden
su enfrentamiento con Cavallo y de Mestre. A este último,
pese a ser uno de los mejores intérpretes del ajuste
del gasto, se le imputa en cambio mantener abierto permanentemente el
conflicto con las provincias. No hay un día en que no se
pelee con un gobernador, resumen en la Casa Rosada.
Las difíciles jornadas vividas esta semana, bajo el acecho de la
especulación financiera que pareció llevar otra vez al país
al borde de la cesación de pagos, dio lugar a todo tipo de especulaciones.
Conforme a los acontecimientos, la temperatura política y social,
y la fuente que se tratara, Cavallo aparecía subiendo escalones
o cayéndose del gobierno. Según quien leyera el mensaje
del mercado, éste se traducía como un cuestionamiento
a la falta de ortodoxia (léase privilegiar la reducción
del gasto) de Cavallo, o a la falta de espacios suficientes de éste
en el gobierno. Finalmente, primó esta última lectura, y
el ministro consiguió sumar algunas fichas en el juego del poder.
Pero también habrá una devolución a los mercados
que reclaman más ortodoxia. Por un lado, las nuevas figuras en
el Pami y la Anses tendrán como misión achicar presupuestos.
Por otro, se le exigirá al Congreso la sanción de una reforma
previsional que hasta aquí fue duramente resistida, pero en medio
de la crisis el gobierno cree contar con más plafond para imponer.
Finalmente, habrá anuncios de nuevos recortes en el gasto público,
que no se limitarían a los que comprometió Colombo ante
los gobernadores durante la semana.
Una primera respuesta del sector financiero estará dada en la licitación
de Letes del martes. Con esa fecha en mente, el gobierno apurará
los cambios para concretarlos este fin de semana y poder anunciarlos el
lunes, presumiblemente en una conferencia de prensa de Colombo y Cavallo.
Hasta anoche no se pudo obtener el compromiso de los grandes bancos de
participar en el llamado sin reclamarle una tasa ruinosa al Estado. Por
lo pronto, el gobierno les reiteró su intención de acortar
los plazos (en vez de licitar a 180 y 360 días, lo hará
a 90 y 180), consciente de que a un año sería impredecible
qué tasa le cobrarían al sector público. La cuestión
no resuelta es si habrá licitación el martes o se posterga,
y en que caso de que haya, si será por el monto total previsto
(850 millones) o por una cifra cercana a la mitad. Esta última
posibilidad (una licitación por 400 millones, mitad a 90 y mitad
a 180 días) era evaluada ayer como la más factible por algunos
banqueros de primera línea, que inclusive arriesgaban la tasa que
debería pagar el gobierno: 12 por ciento. Cara, pero no ruinosa,
según evaluaban.
EL
GABINETE ACEPTA PASIVO EL AVANCE DEL MEDITERRANEO
Sin fuerzas para resistir
Por José
Natanson
Zarandeados por los rumores,
las versiones y los mercados, los funcionarios más relevantes del
gabinete no harán nada para impedir que Domingo Cavallo incremente
su poder a través del control del PAMI y el Anses. Tanto es así
que esta semana, en el peor momento de la crisis, se llegó a analizar
la posibilidad de convertirlo en jefe de Gabinete. Aunque la iniciativa
fue descartada, es una muestra de las dificultades de Fernando de la Rúa
para superar la crisis. Cuando estás en medio de una tormenta,
cualquier maniobra que enderece el barco parece buena, explicó
un importante funcionario a Página/12.
Esta fue una de las semanas más duras para el Gobierno: tuvo que
soportar, primero, versiones sobre una posible renuncia de Cavallo, después
sobre otro alejamiento, el del Presidente, y finalmente, sobre un cambio
de gabinete. Todo esto acompañado por las consiguientes bajas de
la bolsa y subas del riesgo país. En realidad, todo comenzó
unos quince días atrás, cuando el mismísimo Cavallo
dejó trascender su molestia con las trabas que le estarían
poniendo los funcionarios radicales.
El martes por la noche, un ministro que estuvo en Olivos junto a De la
Rúa le comentó a Página/12 que circulaba la idea
de modificar el gabinete como forma de darle un nuevo impulso a la gestión.
La decisión apuntaba básicamente a fortalecer el poder de
Cavallo cediéndole dos organismos claves: el Pami, hoy bajo la
órbita de Salud, y la Anses, que controla Trabajo.
Con la decisión casi tomada, nadie se anima a ofrecer resistencias.
Aunque un mes atrás
le peleaba espacios, hoy Chrystian Colombo convive tranquilamente con
Cavallo y está convencido de que su cargo de jefe de Gabinete no
peligra (incluso mudó su despacho a la Rosada, a un pasillo de
distancia de De la Rúa).
Nicolás Gallo, cuya
influencia creció últimamente, se encuentra concentrado
en otras tareas, como el control de la comunicación oficial.
En otro momento no dudó
en discutir con Cavallo, pero ocurre que el tiempo ha ido devaluando la
figura de Ramón Mestre. Lejos de convertirse en el motor político
del Gobierno, el ministro del Interior no ha logrado articular con los
gobernadores peronistas, tiene serios problemas para manejar el tema de
la seguridad y comete una torpeza mediática tras otra. No
tiene espacio para pelearle nada a nadie, sostienen en el Gobierno.
No es una cuestión
de nombres o de división de espacios. Lo central es buscar mecanismos
que permitan hacer más eficiente la gestión, aseguró
a este diario Patricia Bullrich, bajo cuya órbita se encuentra
la Anses.
A pesar de su estrecha relación
con De la Rúa, en la Rosada aseguran que el ministro de Salud,
Héctor Lombardo, está resignado a ceder el control del Pami.
En cualquier caso, la estrategia de fortalecimiento de Cavallo es una
muestra de la desesperación del Gobierno ante los últimos
vaivenes económicos. Una anécdota ilustra el estado de ánimo
oficial: un par de días atrás, con los indicadores en su
peor momento y las versiones lloviendo de todos lados, algunos miembros
del gabinete propusieron que Cavallo asuma como jefe de Gabinete. El esquema
se completaría con Colombo en Interior y Adalberto Rodríguez
Giavarini o algún cavallista (como Adolfo Sturzenegger), en Economía.
Cualquier solución parecía buena, explicó
un funcionario que estuvo junto a De la Rúa en los momentos más
complicados de la semana.
NO
SOY FACIL DE ARRIAR, NO RENUNCIO, DIJO CAVALLO
Un ministro subido al mástil
Domingo Cavallo quiso ser terminante:
Los que hablan de devaluación son unos estúpidos.
Lo dijo en Roma, al contestar preguntas de empresarios. Después,
en conferencia de prensa, utilizó el mismo calificativo para desmentir
las versiones sobre un posible feriado cambiario el próximo martes:
Son estupideces. Hablar de feriado cambiario es una tontería.
Son cosas que se dicen pero que no tienen asidero, protestó.
A lo largo de su gira europea, Cavallo tuvo que convivir con versiones
de todo tipo que llegaban desde Buenos Aires y con insistentes preguntas
de inversores italianos y alemanes sobre qué pasará con
el tipo de cambio. Molesto, dijo que especular con una devaluación
es de estúpidos.
El ministro también fue consultado por los rumores sobre su renuncia
y la de Fernando de la Rúa. Primero dijo que el Presidente completará
su mandato, y después afirmó, en tono desafiante: Yo
no soy fácil de arriar, no renuncio fácilmente. Siento una
gran responsabilidad por la prosperidad de la Argentina. Luego agregó
que las medidas implementadas empezarán a dar resultado cuando
mejore el clima político y económico en el país.
Lo que se necesita es más calma y tranquilidad en los mercados
y espero que se entienda claramente que habrá menos gasto en las
provincias, señaló.
Argentina siempre ha cumplido con sus obligaciones y merece crédito,
fue otro de sus reclamos. Uno de los problemas centrales que afronta Economía
es la imposibilidad de colocar títulos de deuda en los mercados
internacionales. Cavallo buscó convencer a inversores europeos
que apuesten sus capitales en bonos argentinos. No le resultó fácil,
dado que mientras mantenía reuniones con financistas, desde Buenos
Aires llegaban noticias escalofriantes. El jefe de Hacienda quiso escapar
a ese clima, y prefirió explicar que no piensa en una devaluación,
sino que impulsó una ley que afianza la Convertibilidad.
Se establecerá un índice de cambio que será
un promedio entre el dólar y el euro. Tendremos una moneda más
estable, que no nos hará importar ni inflación ni deflación,
remarcó.
Cavallo también hizo hincapié en que mantendrá bajo
control el déficit fiscal, una de las obsesiones del establishment
financiero local y de inversores externos. Al respecto, sostuvo que los
agentes económicos aún no comprendieron bien nuestras conquistas
con las provincias para obtener una reducción en el gasto público.
Con un discurso distinto al que utiliza en sus conferencias de prensa
en el Palacio de Hacienda, destacó que los bancos le prestan
(a las provincias) un tercio de lo que era solicitado. Eso significa
mayor austeridad, lo cual es una buena noticia para los mercados
financieros. Quizás se interpretó el acuerdo
como un acto de generosidad de la Nación con las provincias, pero
no es así, afirmó, mostrando su perfil ortodoxo que
gusta a los mercados.
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