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DINAR LINEAS AEREAS

EL MINISTRO DE ECONOMIA AVANZA
SOBRE EL REGIMEN PREVISIONAL Y LA SEGURIDAD SOCIAL
El PAMI, Anses y la máquina de triturar gastos

El cavallismo logró pasar por encima de las resistencias en el propio seno del Gobierno y, montado sobre la presión de los mercados, ganó espacio sobre otros ministros. Controlará el PAMI, la Anses, impulsará una nueva reforma previsional y lanzará un nuevo plan de recorte de gastos.
En medio de la crisis, Patricia Bullrich y Héctor Lombardo debieron
ceder a la embestida cavallista. Colombo articuló la movida.


Por David Cufré y Raúl Dellatorre

Los operadores de Domingo Cavallo en el Gobierno trabajaron activamente en las últimas horas para cerrar un acuerdo que le permitirá a su jefe, no bien regrese mañana de Europa, asegurarse el control de los dos organismos que más le quitan el sueño por su nivel de gastos: la Anses y el PAMI. Fuentes oficiales enroladas en distintos sectores aseguran, en cambio, que no habrá cambios a nivel de ministros, pero agregan “por ahora”. Héctor Lombardo, ministro de Salud, y Ramón Mestre, titular de Interior, son los que están en la mira. El jefe de Economía logró imponer la interpretación de que el aumento del riesgo país se origina en que él no ocupa los espacios necesarios en el Gobierno. La respuesta será no sólo otorgarle el control de los dos organismos mencionados, sino que además se reclamará, “en un contexto de emergencia”, la sanción por ley de la postergada reforma previsional y un nuevo recorte de gastos. La efectividad de este conjunto de decisiones se podrá comprobar el martes, cuando los bancos locales le pongan precio a los títulos de deuda de corto plazo, las Letes, en la programada licitación por 850 millones de pesos. Hasta anoche, los funcionarios de Economía no habían logrado ponerse de acuerdo con los principales banqueros locales sobre la conveniencia de salir al mercado ese día: el lunes habrá una nueva ronda de consultas antes de adoptar una definición.
Los ministros Patricia Bullrich, de Trabajo, y Lombardo ya aceptaron ceder una porción de su respectivo poder para que el titular del Palacio de Hacienda ubique en la Anses y el Pami a hombres de su entorno. Raúl Alfonsín, como presidente de la UCR, prestará su aval a la movida, tal como ya se lo adelantó al presidente de la Nación y lo ratificará en un encuentro con Cavallo mañana, después de que éste pase por Olivos. A regañadientes, el alfonsinismo admitía ayer que Cavallo había ganado la partida. “Es un pacman, y hasta que no le den todos los cargos que reclama, va a seguir responsabilizando a un ala política del gobierno por su fracaso”, comentó a Página/12 un dirigente bonaerense de la UCR. “Ahora se va a llevar el Pami y la Anses, para seguir reduciendo... ¿qué cosa? Se le acabaron las excusas, va a terminar mordiendo el polvo”, comentó otro dirigente del mismo sector que ocupa un cargo en el Ejecutivo.
Por el lado del cavallismo, confían en que el manejo directo del sistema previsional y la obra social de los jubilados les permitirá llevar a cabo el recorte de partidas tantas veces anunciado pero nunca concretado. Los más entusiastas sueñan con un ahorro de 5000 millones de pesos, eliminando gastos innecesarios y asignaciones de haberes cuestionables, según dicen. La pretensión de unificar esos organismos y otras áreas dependientes del Ministerio de Desarrollo Social en una única repartición no fue abandonada por los cavallistas, pero consideran que “no es el momento: se necesita mucho consenso político”. Por otra parte, no ignoran que les podría resultar contraproducente entrar en cortocircuito con el Frepaso avanzando sobre terrenos de Juan Pablo Cafiero.
El jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, no sólo conseguiría preservar su puesto. Pese a las pretensiones que se le adjudican a Cavallo de ocupar su cargo, en las actuales circunstancias Colombo aparece como un buen “operador” del ministro de Economía, ya que habría sido uno de los que impulsó la solución de pasar el PAMI y la Anses a la órbita política de Cavallo. “Lo que más le preocupa a Chrystian es terminar con este clima de incertidumbre y desconfianzas mutuas: últimamente dedica más tiempo a resolver conflictos interministeriales que a laburar”, confió una fuente cercana al jefe de Gabinete. Por otra parte, la interpretación de Colombo de la economía y el comportamiento de los mercados no está muy alejada de la de Cavallo.
El aporte de Colombo ayudó, sin duda, a una pronta resolución de la demanda de Cavallo por más espacio de poder. Alfonsín fue convencido durante el encuentro que mantuvo con De la Rúa a principios de esta semana, cuando arreciaban las versiones sobre la caída del Presidente.Este aval debilitó la capacidad de Lombardo de resistir la entrega del Pami, en donde hace menos de diez días designó un nuevo titular, Raúl Pistorio. Bullrich prestó su acuerdo a ceder el Anses ayer, en un almuerzo con el presidente. Pero tanto el titular de Salud como la de Trabajo aspiraban a integrar una conducción compartida en ambos organismos. Los hombres del ministro rechazaron esta alternativa: quieren el manejo de la caja pero también ser la “cabeza visible”.
Tampoco serán aquéllas las únicas movidas en el seno del gobierno, aseguran fuentes oficiosas, que anticipan el probable alejamiento a corto plazo de Lombardo –a quien cuestionan por razones que exceden su enfrentamiento con Cavallo– y de Mestre. A este último, pese a ser uno de los mejores “intérpretes” del ajuste del gasto, se le imputa en cambio mantener abierto permanentemente el conflicto con las provincias. “No hay un día en que no se pelee con un gobernador”, resumen en la Casa Rosada.
Las difíciles jornadas vividas esta semana, bajo el acecho de la especulación financiera que pareció llevar otra vez al país al borde de la cesación de pagos, dio lugar a todo tipo de especulaciones. Conforme a los acontecimientos, la temperatura política y social, y la fuente que se tratara, Cavallo aparecía subiendo escalones o cayéndose del gobierno. Según quien leyera el “mensaje del mercado”, éste se traducía como un cuestionamiento a la falta de ortodoxia (léase privilegiar la reducción del gasto) de Cavallo, o a la falta de espacios suficientes de éste en el gobierno. Finalmente, primó esta última lectura, y el ministro consiguió sumar algunas fichas en el juego del poder.
Pero también habrá una devolución a “los mercados” que reclaman más ortodoxia. Por un lado, las nuevas figuras en el Pami y la Anses tendrán como misión achicar presupuestos. Por otro, se le exigirá al Congreso la sanción de una reforma previsional que hasta aquí fue duramente resistida, pero en medio de la crisis el gobierno cree contar con más plafond para imponer. Finalmente, habrá anuncios de nuevos recortes en el gasto público, que no se limitarían a los que comprometió Colombo ante los gobernadores durante la semana.
Una primera respuesta del sector financiero estará dada en la licitación de Letes del martes. Con esa fecha en mente, el gobierno apurará los cambios para concretarlos este fin de semana y poder anunciarlos el lunes, presumiblemente en una conferencia de prensa de Colombo y Cavallo. Hasta anoche no se pudo obtener el compromiso de los grandes bancos de participar en el llamado sin reclamarle una tasa ruinosa al Estado. Por lo pronto, el gobierno les reiteró su intención de acortar los plazos (en vez de licitar a 180 y 360 días, lo hará a 90 y 180), consciente de que a un año sería impredecible qué tasa le cobrarían al sector público. La cuestión no resuelta es si habrá licitación el martes o se posterga, y en que caso de que haya, si será por el monto total previsto (850 millones) o por una cifra cercana a la mitad. Esta última posibilidad (una licitación por 400 millones, mitad a 90 y mitad a 180 días) era evaluada ayer como la más factible por algunos banqueros de primera línea, que inclusive arriesgaban la tasa que debería pagar el gobierno: 12 por ciento. Cara, pero no ruinosa, según evaluaban.

 


 

EL GABINETE ACEPTA PASIVO EL AVANCE DEL MEDITERRANEO
Sin fuerzas para resistir

Por José Natanson

Zarandeados por los rumores, las versiones y los mercados, los funcionarios más relevantes del gabinete no harán nada para impedir que Domingo Cavallo incremente su poder a través del control del PAMI y el Anses. Tanto es así que esta semana, en el peor momento de la crisis, se llegó a analizar la posibilidad de convertirlo en jefe de Gabinete. Aunque la iniciativa fue descartada, es una muestra de las dificultades de Fernando de la Rúa para superar la crisis. “Cuando estás en medio de una tormenta, cualquier maniobra que enderece el barco parece buena”, explicó un importante funcionario a Página/12.
Esta fue una de las semanas más duras para el Gobierno: tuvo que soportar, primero, versiones sobre una posible renuncia de Cavallo, después sobre otro alejamiento, el del Presidente, y finalmente, sobre un cambio de gabinete. Todo esto acompañado por las consiguientes bajas de la bolsa y subas del riesgo país. En realidad, todo comenzó unos quince días atrás, cuando el mismísimo Cavallo dejó trascender su molestia con las trabas que le estarían poniendo los funcionarios radicales.
El martes por la noche, un ministro que estuvo en Olivos junto a De la Rúa le comentó a Página/12 que circulaba la idea de modificar el gabinete como forma de darle un nuevo impulso a la gestión. La decisión apuntaba básicamente a fortalecer el poder de Cavallo cediéndole dos organismos claves: el Pami, hoy bajo la órbita de Salud, y la Anses, que controla Trabajo.
Con la decisión casi tomada, nadie se anima a ofrecer resistencias.
Aunque un mes atrás le peleaba espacios, hoy Chrystian Colombo convive tranquilamente con Cavallo y está convencido de que su cargo de jefe de Gabinete no peligra (incluso mudó su despacho a la Rosada, a un pasillo de distancia de De la Rúa).
Nicolás Gallo, cuya influencia creció últimamente, se encuentra concentrado en otras tareas, como el control de la comunicación oficial.
En otro momento no dudó en discutir con Cavallo, pero ocurre que el tiempo ha ido devaluando la figura de Ramón Mestre. Lejos de convertirse en el motor político del Gobierno, el ministro del Interior no ha logrado articular con los gobernadores peronistas, tiene serios problemas para manejar el tema de la seguridad y comete una torpeza mediática tras otra. “No tiene espacio para pelearle nada a nadie”, sostienen en el Gobierno.
“No es una cuestión de nombres o de división de espacios. Lo central es buscar mecanismos que permitan hacer más eficiente la gestión”, aseguró a este diario Patricia Bullrich, bajo cuya órbita se encuentra la Anses.
A pesar de su estrecha relación con De la Rúa, en la Rosada aseguran que el ministro de Salud, Héctor Lombardo, está resignado a ceder el control del Pami.
En cualquier caso, la estrategia de fortalecimiento de Cavallo es una muestra de la desesperación del Gobierno ante los últimos vaivenes económicos. Una anécdota ilustra el estado de ánimo oficial: un par de días atrás, con los indicadores en su peor momento y las versiones lloviendo de todos lados, algunos miembros del gabinete propusieron que Cavallo asuma como jefe de Gabinete. El esquema se completaría con Colombo en Interior y Adalberto Rodríguez Giavarini o algún cavallista (como Adolfo Sturzenegger), en Economía. “Cualquier solución parecía buena”, explicó un funcionario que estuvo junto a De la Rúa en los momentos más complicados de la semana.

 


 

“NO SOY FACIL DE ARRIAR, NO RENUNCIO”, DIJO CAVALLO
Un ministro subido al mástil

Domingo Cavallo quiso ser terminante: “Los que hablan de devaluación son unos estúpidos”. Lo dijo en Roma, al contestar preguntas de empresarios. Después, en conferencia de prensa, utilizó el mismo calificativo para desmentir las versiones sobre un posible feriado cambiario el próximo martes: “Son estupideces. Hablar de feriado cambiario es una tontería. Son cosas que se dicen pero que no tienen asidero”, protestó. A lo largo de su gira europea, Cavallo tuvo que convivir con versiones de todo tipo que llegaban desde Buenos Aires y con insistentes preguntas de inversores italianos y alemanes sobre qué pasará con el tipo de cambio. Molesto, dijo que especular con una devaluación es de “estúpidos”.
El ministro también fue consultado por los rumores sobre su renuncia y la de Fernando de la Rúa. Primero dijo que el Presidente completará su mandato, y después afirmó, en tono desafiante: “Yo no soy fácil de arriar, no renuncio fácilmente. Siento una gran responsabilidad por la prosperidad de la Argentina”. Luego agregó que las medidas implementadas empezarán a dar resultado cuando mejore el clima político y económico en el país. “Lo que se necesita es más calma y tranquilidad en los mercados y espero que se entienda claramente que habrá menos gasto en las provincias”, señaló.
“Argentina siempre ha cumplido con sus obligaciones y merece crédito”, fue otro de sus reclamos. Uno de los problemas centrales que afronta Economía es la imposibilidad de colocar títulos de deuda en los mercados internacionales. Cavallo buscó convencer a inversores europeos que apuesten sus capitales en bonos argentinos. No le resultó fácil, dado que mientras mantenía reuniones con financistas, desde Buenos Aires llegaban noticias escalofriantes. El jefe de Hacienda quiso escapar a ese clima, y prefirió explicar que no piensa en una devaluación, sino que impulsó una ley que “afianza” la Convertibilidad. “Se establecerá un índice de cambio que será un promedio entre el dólar y el euro. Tendremos una moneda más estable, que no nos hará importar ni inflación ni deflación”, remarcó.
Cavallo también hizo hincapié en que mantendrá bajo control el déficit fiscal, una de las obsesiones del establishment financiero local y de inversores externos. Al respecto, sostuvo que “los agentes económicos aún no comprendieron bien nuestras conquistas con las provincias para obtener una reducción en el gasto público”. Con un discurso distinto al que utiliza en sus conferencias de prensa en el Palacio de Hacienda, destacó que “los bancos le prestan (a las provincias) un tercio de lo que era solicitado”. Eso significa mayor austeridad, lo cual es “una buena noticia para los mercados financieros”. “Quizás se interpretó el acuerdo como un acto de generosidad de la Nación con las provincias, pero no es así”, afirmó, mostrando su perfil ortodoxo que gusta a los mercados.

 

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