España vive en estos días un curioso fenómeno. Para la Madre Patria nunca fue extraña la presencia de argentinos, pero en el último mes se produjo una verdadera invasión. Y no sólo de desesperados desempleados en busca de un horizonte menos aciago, sino principalmente de artistas. Primero fue la Semana Argentina en Madrid. Ahora le tocó el turno a Barcelona, donde el Festival Grec 2001 está recibiendo a Buenos Aires como ciudad invitada: con la organización conjunta de las Secretarías de Cultura de la Ciudad y de la Nación y de la Secretaría de Turismo nacional, en la ciudad mediterránea se está llevando a cabo una programación que contempla un repaso del teatro, la música, el cine y el video argentinos.
La presencia de Argentina en el Festival no es un asunto menor. El Grec, dirigido por Borja Sitjá, es un festival veraniego que cumple en esta edición 25 años, y que nació como un necesario espacio de expresión cultural que fue ganando cada vez más renombre. Hoy es una de las perlas de una ciudad donde la cultura se respira a cada paso, donde los modernistas liderados por Antoni Gaudí pusieron un sello indeleble. En este contexto se produce la presentación de obras como La modestia (un impecable espectáculo de Rafael Spregelburd, que cruza a la Buenos Aires de fin de siglo con la Rusia del siglo XIX), El amateur (obra de Mauricio Dayub que inauguró la muestra teatral, el 26), Fuera de cuadro (Javier Daulte), la oscura e inquietante Kleines Helnwein (de Rodrigo Malmsten), la multitudinaria El fulgor argentino del grupo Catalinas Sur o la ácida La fabulosa historia de los inolvidables Marrapodi, de Los Macocos, en un panorama seguramente incompleto pero aun así representativo.
Aunque el teatro es el principal motor del Grec, las más de 75 ofertas de varios países que pueden verse en varios puntos de Barcelona hacen centro también en la música, el cine, la danza y el video. Divididos y León Gieco abrieron el fuego musical el lunes 2, pero a partir de ahora el tango tomará la posta, y con personajes de peso. Cecilia Rossetto, que juega de local “gracias” a varios años de exilio en la ciudad, hará en total 20 presentaciones de Rojo tango, un show capaz de poner de rodillas aun a quien mira el 2 X 4 con desconfianza. Susana Rinaldi, que viene de protagonizar un entredicho con el resto de los artistas de la delegación de Tango Argentino en el Mayo Francés, actuará el sábado 14; Adriana Varela y el trío de Juanjo Domínguez buscarán repetir las ovaciones de Madrid, mientras que el bandoneonista Julio Pane y su trío y la orquesta El Arranque darán cuenta ante los españoles de lo que puede un curtido grupo de tango. Para completar el arco, Juan Ferrer, director de la Mostra de Cine Llatinoamericá de Lleida, programó una muestra retrospectiva de cine que va de La Patagonia rebelde a Felicidades y Garage Olimpo, tratando de desentrañar el misterio de qué es eso de ser argentino.

PRINCIPAL