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CARLOS MENEM TEME SER TRASLADADO A CAMPO DE MAYO
Una confesión en el encierro

Los abogados del ex presidente sospechan que el endurecimiento del régimen de arresto dispuesto por el juez Jorge Urso es el paso previo para un cambio de lugar de detención. En Tribunales no descartan impulsar esa medida.

Por Diego Schurman

Carlos Menem teme ser trasladado a Campo de Mayo. Tras conocer el endurecimiento de las condiciones de arresto domiciliario, el ex presidente cree que Jorge Urso tendrá ahora una nueva excusa para sacarlo de la quinta de Don Torcuato. El miedo no es tonto: en Tribunales, efectivamente, no descartan “sancionarlo” de esa manera –o mudarlo a su departamento de La Lucila– si se transgreden los límites impuestos por el juez.
Menem dejó entrever su temor ante un reducido grupo de íntimos, entre ellos algunos familiares, según confirmaron a este diario tres de los presentes en las reuniones del fin de semana. La bronca se hizo carne en la noche del jueves, cuando a Oscar Roger le impidieron su ingreso a la quinta de Armando Gostanian por encontrarse fuera del horario de visitas.

El escrito de Roger
El abogado reaccionó con un duro escrito, al que accedió Página/12, donde se rechaza la decisión del juez de restringir entre las 10 y las 20 el horario de visita de los defensores. “Cercena el legítimo derecho en nuestra no fácil tarea abogadil”, dice el texto entregado a Urso, en el que Roger amenaza con acudir al Colegio de Abogados de la Capital Federal y la Federación Argentina de Colegios de Abogados.
Como no hay mejor defensa que un buen ataque, el abogado volvió a quejarse por la reducción del personal habilitado para acompañar en forma permanente al detenido. Desde el miércoles, Urso dispuso que no más de 3 personas –una de ellas, Cecilia Bolocco– convivan con Menem en Don Torcuato. Roger insistió en mantener en la casa a cerca de 20, número que a su entender es necesario para cumplir con el mínimo “servicio domiciliario”.
Es más, el abogado dijo que, con los cambios, las personas desplazadas ahora “amenazan iniciar juicio laboral”, ya que no podrán realizar las tareas para las que fueron contratadas.
El escrito también se refiere a la imposibilidad de Menem de contar con sus secretarios dentro de la quinta. “No es un ex reyezuelo o dictador de un remoto Estado africano. Es nada más ni nada menos que el ciudadano que por voto popular fue elegido dos veces para ser titular del Poder Ejecutivo y que incluso lo designó al magistrado ante el que acudo en procura de Justicia.”

La aprensión menemista
Los abogados creen que las restricciones dispuestas por el juez son una “provocación” y que es una señal clara de que en Tribunales ya se piensa en un traslado de Menem.
“Urso no tiene fundamento lógico para modificar el régimen de arresto domiciliario. Menem no ha hecho alarde de nada. Nunca ha violado los límites del domicilio y cumple estrictamente todas las disposiciones. No hay explicación lógica del endurecimiento de las condiciones de arresto. ¿Cuál es el fin que se busca?... Pregúntenselo al juez”, dijo a Página/12 el abogado Martín Menem, miembro del equipo de defensores.
“Las nuevas restricciones son una trampa de Urso. El juez está acotando todos los caminos porque lo quiere llevar a Campo de Mayo, de esto no hay dudas”, se sumó otro conspicuo menemista y asistente a Don Torcuato, quien prefirió mantener su nombre en reserva.
El juez nunca lo ha dicho en público. Pero en Tribunales dan por sentado que cualquier violación al régimen de arresto dado a conocer junto a la prisión preventiva terminará con una dura sanción para Menem. Claro que no hablan únicamente de Campo de Mayo. También analizan la posibilidad de un traslado al piso que el ex presidente hizo refaccionar antes de su detención en la localidad de La Lucila.
Para impedir una nueva embestida, Oscar Salvi, la flamante incorporación a la defensa, analizará durante esta jornada los pasos a seguir. Y ultimará los detalles mañana, cuando Roger retorne a Buenos Aires –está en su ciudad natal, Córdoba–, para apelar la prisión preventiva ante la Cámara Federal.
Salvi ya se reunió el sábado con Menem en la quinta, luego de retornar de Mendoza. Estuvo Alejandro Novak, de su estudio, y el penalista Miguel Angel Pierri. Todos coincidieron en implementar una política mediática “más agresiva”, que modifique el bajo perfil impuesto por el renunciante Mariano Cavagna Martínez y también por el propio Roger.
La impaciencia del ex presidente quedó disimulada en la tarde de ayer, cuando festejó con su amigo Gostanian y su hermano Eduardo el campeonato obtenido por la Selección juvenil. En esta oportunidad, Cecilia Bolocco no los acompañó: hizo un viaje relámpago a Chile por compromisos familiares.

Mojada de orejas

Por D.S.

Una mojada de orejas. Los propios menemistas lo reconocen sin ambages. Es que ya han comenzado los movimientos para lograr que Bill Clinton envíe un saludo a Carlos Menem. El ex presidente norteamericano aterrizará mañana en Buenos Aires invitado por Aíto de la Rúa, hijo del Presidente, para exponer sobre educación. El menemismo, que tanto ha trabajado por las “relaciones carnales” con los Estados Unidos, espera “robarle” a Clinton aunque sea un ratito de su tiempo –algo que seguramente intranquilizará a De la Rúa– para alcanzar un mínimo gesto de un ex mandatario hacia otro ex mandatario, ahora bajo arresto domiciliario en Don Torcuato. Habrá que ver si esto sucede. Nadie olvida que semanas atrás el propio Departamento de Estado norteamericano negó la sugerencia del ex presidente sobre una supuesta complicidad de los EE.UU. en la venta ilegal de armas a Croacia.

 

LA MUFA DE MENEM CON TRAVERSO Y CAÑAS
Fama que no lo abandona

Por D.S.

Hubo un tiempo en que la fama de mufa lo empezó a inquietar. Hasta dejó de ir a la cancha de River para evitar que lo responsabilizaran de una eventual derrota del equipo de sus amores. Ahora, su arresto domiciliario lo obliga a mantenerse alejado de los espectáculos deportivos, pero, aún así, a Carlos Menem la fama parece no haberlo abandonado.
En la semana Juan María Traverso se dio una vuelta por la quinta de Don Torcuato. El múltiple campeón de TC 2000 lo invitó a seguir la carrera de ayer por televisión.
El corredor habrá maldecido a los cuatro vientos: en la largada, nomás, se le prendió fuego el auto.
El festejo quedó en manos de su coequiper de Toyota, Norberto Fontana, con quien mantiene una disputa que enfrenta a la hinchada de la categoría.
Para colmo de males, en el box de Fontana se encontraba una amante de los autos de competición, Zulemita, ni más ni menos que la hija del ex presidente. Entre ambos no hay comunicación desde antes del 7 de junio, día en que Menem fue detenido y trasladado a la quinta de Armando Gostanian.
Pero hubo otro episodio que acrecentó la fama, la de mufa, del ex mandatario. En la semana, buscó contactarse con Guillermo Cañas, el tenista que despierta esperanzas en los argentinos. Cañas no es un desconocido en el menemismo. Dicen que el periodista Luis Beldi, otro que pasó por la quinta de Don Torcuato, solventó económicamente la carrera del tenista.
Menem llamó a Cañas, que se encontraba en Wimbledon, pero no lo ubicó. De todos modos, le dejó un mensaje en el contestador. Primero lo felicitó por el triunfo ante el ruso Yevgueni Kafelnikov, número 7 del ranking. Paso seguido le deseó suerte para el compromiso ante el sueco Thomas Enqvist. Nadie supo si Cañas escuchó el mensaje. Lo que sí todos saben es que el tenista argentino cayó derrotado en tres sets seguidos.

 

 

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